¿A las puertas de un nuevo 'bull market' en las criptomonedas?
Varios indicadores confirman un sentimiento mucho más positivo hacia el mercado, pero el entorno macroeconómico, hoy más que nunca, exige prudencia
Detalle de la escultura en bronce de un toro situada frente a la Bolsa de Wall Street. | Unsplash
El año 2023 comenzó para los mercados de inversión con nuevos aires, apuntando a Bitcoin como uno de los mejores y más atractivos activos en palabras de diversas instituciones financieras. Ahora, algunos meses después, varios indicadores señalan la aparición de un nuevo mercado alcista en la industria de las criptomonedas y sus derivados.
Por un lado, los líderes del sector, que cuentan con casi dos tercios del volumen de mercado como son Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH), están experimentando un alza en su precio por diversas razones fundamentales, y con ello empujando al resto del mercado llevando a lo que parece el comienzo un nuevo mercado alcista. Pero no es el único indicador: la relajación de la política fiscal a ambos lados del charco, el decrecimiento de la volatilidad en los mercados, sumado a otros aspectos como la mayor actividad en las propias redes blockchain, dan motivos suficientes para justificar el renovado interés por el mercado.
Bitcoin sigue despuntando en 2023
Bitcoin lleva un año 2023 meteórico, en el que finalmente hace unos días logró romper la importante barrera de los 30.000 dólares, y con ello anotarse casi un 100% de revalorización desde los mínimos de 2022. De hecho, el precio de Bitcoin se disparó casi un 7% el 10 de abril, poniendo fin a un período reciente de corrección tras las subidas de las primeras semanas del año. Esta aparente confirmación de un suelo, fue recibido por muchos inversores como la señal del inicio de un mercado alcista. Otros argumentos puramente técnicos avalan esta visión de mercado al estar la cotización de Bitcoin sobradamente por encima de su media de 200 sesiones, actualmente justo encima del nivel de los 20.000 dólares.
Con una subida de precio de más del 8% en siete días desde el 13 de abril, la pregunta ahora es hacia dónde se dirige Bitcoin. La clave reside en si Bitcoin podrá consolidar este nuevo precio y asegurarse de que pueda mantener un valor alrededor de los 30.000 dólares, o si visitará de forma más que probable el rango en que se mantuvo durante varias semanas, entre los 26.000 y 29.000 dólares.
A partir de ahí, si recupera y se monta de nuevo sobre los 30.000 dólares, en términos técnicos, el próximo desafío para Bitcoin será ver si puede aumentar el valor de su precio y superar los 34-36 mil dólares y con ello seguir empujando al alza al resto del mercado.
Ethereum se dispara tras su actualización Shapella
Otra clara señal para ser optimistas es el aumento del precio de Ethereum. Como la segunda criptomoneda más grande en el mercado, Ethereum es un proyecto con un peso importante ya que además cuenta con centenares de protocolos y aplicaciones que utilizan su tecnología. La moneda llegó a cotizar en los últimos días hasta los 2.135 dólares, dando con ello un recorrido de nada menos que un 142% desde su mínimo anterior en junio de 2022. Mientras que actualmente se sitúa cotizando sobre los 1.980 dólares, parece estar preparada a superar de nuevo la barrera de los 2.000 dólares y establecerlo como posible suelo ante el incipiente mercado alcista.
Estas recientes ganancias en Ethereum se pueden atribuir a su última actualización Shapella ejecutada el pasado 12 de abril, y que permitía la liberación de 18 millones de tokens Ethereum depositados en staking para recibir rendimientos. Pese a que esto inicialmente se pudo percibir como una posible amenaza para el precio de Ethereum, debido a la supuesta presión de venta, el mercado ha respondido conformando su interés por la segunda moneda con nuevas compras y un repunte de su cotización.
Un entorno macroeconómico incierto para las criptomonedas
En las últimas semanas se ha visto una relajación de la política fiscal y las subidas de tipos de interés se han reducido, forzadas en cierta medida por la inestabilidad financiera producida por la caída de varias entidades. Cabe destacar que el desplome de los mercados de inversión coincidió con las agresivas subidas de tipos de interés, por lo que a medida que estas se allanan, cabe esperar que mejore la situación de los mercados. De hecho, mientras el entorno macroeconómico sigue alterado y con no pocas incertidumbres, desde las tensiones geopolíticas a la reducción de la inflación, el mercado cripto parece estar inclinándose hacia un estado alcista. Las principales monedas, como Bitcoin y Ethereum, ya han superado los citados distintos niveles de resistencia, como son los 30.000 y 2.000 dólares respectivamente, lo cual suele preceder a un movimiento alcista en el resto de monedas o altcoins.
A pesar de la entrada de capital en el mercado y el aumento de precios de muchos activos, también hay que apuntar un aumento en la actividad de las redes de blockchain. En este sentido, el número total de direcciones diarias activas en las principales redes se ha mantenido estable en torno 2 millones, algo que no se veía desde el final del mercado alcista en enero de 2022, y ha aumentado en un 77% desde su mínimo a finales de agosto. Con todo ello, el mercado de las criptomonedas parece confirmar una adopción sostenible, manteniendo altos niveles de actividad de usuarios y aumentando los rendimientos, no sólo en la cotización de monedas, también en los beneficios obtenidos mediante plataformas de Finanzas Descentralizadas u otros tipos de aplicaciones y juegos basados en blockchain.
Parece que varios indicadores confirman un sentimiento mucho más positivo hacia el mercado. En cualquier caso, el entorno, hoy más que nunca, exige prudencia. Eso sí, con una mirada alcista.
