El sector energético español desconfía del 'banco' de la UE para impulsar hidrógeno verde
Los empresarios creen que es un anuncio vacío de Europa. Por otro lado, critican que no existe hoy la suficiente demanda para la cantidad de proyectos anunciados
La Unión Europea anunció hace unos meses la creación de un banco de hidrógeno que suscitó el interés de la opinión pública. Así, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comunicó que se invertirían hasta 3.000 millones para desarrollar esta tecnología. Unos meses más tarde se confirmaron los primeros 800 millones para una primera subasta. Sin embargo, desde el empresariado energético español critican la efectividad de este proyecto y se cuestionan si tendrá un efecto crucial en el lanzamiento del hidrógeno verde en España.
Fuentes financieras y jurídicas aseguran a THE OBJECTIVE que la llegada de un banco de hidrógeno en la Unión Europea (UE) no es más que otro anuncio vacío de Bruselas de los muchos que ya ha lanzado, como las compras conjuntas de gas. Otra iniciativa de la que también se desconfía desde nuestro país. Por otro lado, también se cree que no hay suficiente demanda de hidrógeno verde para todos los proyectos que hay anunciados.
La llegada del banco de hidrógeno verde responde a la estrategia de la UE en su batalla particular por impulsar esta futura tecnología frente a Estados Unidos. Desde que se anunció la Inflation Reduction Act (IRA) -una ley creada por la Administración Biden para erigir al país norteamericano como una gran potencia verde-, desde los despachos de Bruselas se han buscado todo tipo de fórmulas para competir contra la estrategia americana. Una de estas herramientas ha sido el banco mencionado.
Otra de las dudas que existe en torno al futuro banco será el papel de Francia en la decisión final y si se financiarán proyectos de hidrógeno rosa, es decir, aquel que se produce a través de la energía nuclear. También hay otro tipo de gases, como el hidrógeno azul y gris, que son creados por medio del gas natural.
El objetivo que se ha marcado la UE para 2030 es ambicioso: producir a nivel nacional 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable además de otros 10 millones de toneladas de importaciones. El mes pasado, la Comisión presentó nuevos planes para estimular y apoyar la inversión en la producción de hidrógeno a través del Banco Europeo del Hidrógeno y contribuir a reducir «en gran medida» las importaciones de combustibles fósiles rusos en los próximos años y lograr así la neutralidad climática en 2050.
Desde Bruselas justifican que como las primeras decisiones finales de inversión verde no se tomaron hasta el año pasado y la gran mayoría de los proyectos están aún en fase de planificación, el Banco del Hidrógeno «ayudará a afrontar los retos financieros iniciales para crear un mercado emergente, que también tendrá una dimensión internacional para facilitar las importaciones de hidrógeno renovable a la UE».
Primera subasta en otoño
Johanna Schiele, responsable de políticas del Fondo de Innovación de la Comisión Europea, dejó caer en un seminario web el mes de marzo pasado que el Banco Europeo del Hidrógeno no era realmente un banco, sino que se trataba más bien de un mecanismo de apoyo financiero de la UE cuya primera ronda de licitaciones (a través de subastas) está prevista para este próximo otoño.
La Comisión Europea tiene previsto celebrar en este mes de mayo una consulta con el sector privado sobre el diseño que se ha propuesto para la primera subasta. El banco pretende apoyar dos tipos de proyectos: los de dentro de la UE y los de fuera que abastezcan a la Unión Europea. La primera licitación se centrará en los proyectos con sede en la UE. Desde Bruselas aseguran que la primera subasta será un gran indicador para conocer el interés sobre el hidrógeno en la zona euro. Mientras tanto, desde España aguardan su llegada cargados de escepticismo.