El Gobierno retiene 37 millones de metros de suelo que rebajarían el precio de la vivienda
El patrimonio sindical y el de la Iglesia son pura anécdota con respecto a los inmuebles del Estado, siendo Defensa el que acumula más solares
La ministra de Defensa, Margarita Robles, y la de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. | Europa Press
El Estado, a través de los ministerios, es el mayor tenedor de solares, suelo rústico y edificios de España, unas propiedades, con usos deficientes, algunas abandonadas, vacías e incluso ocupadas que servirían para dar un vuelco radical en el mercado de la vivienda. THE OBJECTIVE ha analizado las ‘posesiones’ de los ministerios, la situación en la que se encuentran los inmuebles y propiedades, su posible salida al mercado y el efecto que tendría su venta.
El patrimonio sindical y el de la Iglesia son pura anécdota con respecto los inmuebles del Estado, que suma más de 37 millones de metros cuadrados en solares distribuidos por toda España. Es el Ministerio de Defensa, con diferencia, el que acumula la mayoría del suelo edificable en solares, que suman 29 millones de metros cuadrados. Una superficie espectacular, aunque en algunos casos se encuentra en zonas con demanda baja y con poco interés para el sector privado, que es el principal motor inmobiliario, pero en buena medida estratégico para dar un vuelco al mercado.
Al detalle, según los datos facilitados por el Portal de Transparencia a THE OBJECTIVE y otros incluidos en el inventario de inmuebles facilitado por la Dirección General de Patrimonio del Estado -Ministerio de Hacienda y Función Publica- y la Tesorería General de la Seguridad Social -Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones-, en todo el territorio nacional hay más de 2.700 solares. Buena parte están ubicados en zonas urbanas y el proceso para su desarrollo resulta mucho más rápido que en el caso de suelos que no tienen carácter finalista.
Desarrollos inmobiliarios y vivienda
Estas ubicaciones, muchas privilegiadas, dejan fuera las ubicadas en terrenos rústicos, con requieren procesos mucho más complicados. En cualquier caso, cualquier terreno que hoy saliese a la venta tardaría en salir en forma de vivienda cuatro años, en el mejor de los casos, y hasta 20 años en el caso de grandes desarrollos, como ha sucedido en Madrid Norte, Suroeste de Madrid o la Operación Campamento, que fue puesta en marcha en 2005 por el entonces ministro de Defensa José Bono y el alcalde de Madrid en esa fecha, Alberto Ruiz-Gallardón.
Daniel Cuervo, director general de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), hace un balance para THE OBJECTIVE de lo que supondría poner ese suelo en el mercado. Cuervo destaca que las claves para que los precios de la vivienda bajen están en la oferta del suelo y su precio y la fiscalidad que se aplica.
La burocracia es otro de los frenos para poner vivienda en el mercado. Un licencia puede tardar, de media 12 meses, y la construcción en torno a 20 meses. En el mejor de los casos y en su suelo finalista, listo para la construcción, los procesos se demoran en torno a cuatro años. Destaca algunos de los grandes desarrollos de Madrid, como Valdebernardo, que se han demorado dos décadas, en parte por la crisis económica.
Tiempo, dinero y burocracia
Destaca el responsable de Asprima que no todos los terrenos son válidos para que el sector privado apueste por ellos y que una parte no tiene carácter finalista, por lo que los responsables del suelo tienen que realizar acometidas de agua, electricidad, alcantarillado y gas, con lo que supone en tiempo, dinero y burocracia. En ese asunto, la Entidad Pública Empresarial de Suelo es una empresa pública española dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, tiene la mayoría de las responsabilidades.
La clave está en el espacio, su ubicación -zonas demandadas- e, incluso, en la normativa municipal. Cuervo apunta que un desarrollo puede ubicar entre 100 y 150 viviendas por cada 10.000 metros cuadrados, lo que hace especialmente atractivo el terreno en desuso del Estado ubicado en ciudades.
Además de Defensa, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, está en el punto de mira, en este caso por la cantidad de inmuebles vacíos, en lugares estratégicos, y ocupados, con escasas posibilidades de que salgan al mercado. El Portal de Transparencia nos remite al informe del Tribunal de Cuentas, que ha detectado detectado que la Seguridad Social dispone de casi 900 inmuebles vacíos y en desuso, uno de cada cuatro de los que tenía dados de alta en 2019.
El patrimonio vacío de la Seguridad Social
La Seguridad Social tiene casi 4.500 propiedades, a larga distancia de las que controla en Ministerio de Trabajo y Economía Social -709-. El gasto de tener inmuebles vacíos, año tras año, hace que compense sacarlos al mercado de forma inmediata. Uno de cada cuatro inmuebles del departamento que capitanea José Luis Escrivá están en desuso u ocupados.
Las fincas rústicas de la Seguridad Social son terrenos que se entregaron para cancelar deudas con el organismo y, en principio, con poco interés para el sector privado e incluso para otras administraciones, que podrían encargarse de este patrimonio para fines públicos.
En el caso de Defensa, que tiene bajo su dominios amplios terrenos, edificables y en entornos urbanos, su deseado suelo sale con cuentagotas a subasta a la venta. Según información que ofrece el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa está previstos para la venta apenas 14 locales, con menos de 90 metros cuadrados de media, y 13 solares. El más ‘interesante’, un campo de tiro, en terreno rústico y en Zamora, con más de un millón de metros cuadrados, al que se accede mediante un camino rural.
