El Instituto de Oceanografía corrige a Ribera: lanzó la eólica marina sin pedir informes básicos
El Ministerio de Transición Ecológica no consultó informes básicos sobre las zonas donde se encontraban las especies marinas
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. | Europa Press
El Instituto Español de Oceanografía, un organismo adscrito al Ministerio de Ciencia, ha asegurado, según ha podido conocer THE OBJECTIVE a través de diversas fuentes, que el Ministerio de Transición Ecológica no consultó informes básicos sobre las zonas donde se encontraban las especies marinas y su situación biológica antes de publicar, a principios de este año, los planes de ordenación marítima con los que oficializó el lanzamiento de la eólica marina en España.
Desde el Instituto aseguran que ellos no pueden entregarles esos informes básicos sin que el Ministerio lo solicite. No obstante, afirman que les darán «máxima prioridad» si deciden en algún momento pedirlo. Los tienen desde hace años en su base de datos. El Instituto Español de Oceanografía es una de las entidades más prestigiosas a nivel mundial y de referencia en materia relacionada con los recursos marítimos. De esta forma, tiene recopilada desde hace tiempo toda la información relacionada con las especies marinas y su situación biológica. Desde el sector pesquero se quejan: «Desde el Ministerio no se ha pedido esos informes, a pesar de que nosotros hemos dejado claro que esa información es esencial para saber lo que hay ahí», apuntan.
Una realidad que contrasta con la expuesta por el Ministerio de Transición Ecológica hace unos meses, que afirmó tras lanzar los planes de ordenación del espacio marítimo (POEM) que «el trabajo se había basado en la mejor evidencia científica disponible gracias al trabajo de los equipos del Instituto Español de Oceanografía (organismo que pertenece al Ministerio de Ciencia e Innovación) y del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (perteneciente al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana). Sin embargo, desde el Instituto Español de Oceanografía reconocen esas consultas, pero rechazan que fuesen sobre cuestiones esenciales.
Además, desde el Ministerio de Ribera se afirmó a finales de febrero de este año que durante «el proceso de elaboración de los POEM se había usado toda la información generada por las estrategias marinas de España y se había aplicado un enfoque ecosistémico, mediante el cual no se comprometía la consecución del buen estado ambiental del medio marino».
El Ministerio de Transición Ecológica y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se encuentran alineados en cuanto a la estrategia para dar luz verde a la eólica marina en España. Así, fuentes del sector sostienen que ninguno de los dos ministerios se ha enfrentado con respecto a esta cuestión. El único obstáculo que se encontró la ministra Teresa Ribera con la puesta en marcha de esta energía verde fue con el Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, que en su momento mostró preocupación por la situación laboral de los pescadores. Pero esta inquietud apenas sirvió para retrasar un par de semanas la aprobación de los planes de ordenación marítima en el Consejo de Ministros.
El Instituto Español de Oceanografía es un organismo público que no puede tomar decisiones propias. Funciona como un órgano de asesoramiento que trabaja en el momento en el que cualquier administración pública le pida ayuda. De esta forma, aunque desde el instituto entiendan que hay una serie de cuestiones importantes a tratar a la hora de abordar el despegue de la eólica marina en España, la información relacionada con los recursos marinos solo la podrán ofrecer en el momento en el que así lo considere tanto el Ministerio de Transición Ecológica como el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.
En juego especies marinas
Fuentes del sector aseguran que el Instituto Español de Oceanografía podría conocer a largo plazo cómo sería el grado de afectación de la eólica marina en las zonas establecidas y si la situación biológica es delicada allí. «Se podría conocer si esas potenciales infraestructuras que se pretenden levantar – y que traerían ruidos, vibraciones y cambios de corrientes- pueden afectar a las larvas, al besugo, a las merluzas y a los peces que son migratorios, como el bonito y la anchoa», comentan desde el sector.
Hoy, a nivel mundial, no existe ningún informe que de forma fehaciente demuestre cómo es el impacto de los polígonos de la eólica marina sobre los ecosistemas marinos. Sin embargo, algunas voces apuntan a que en España podría llevarse a cabo este estudio a través de Portugal. «En sus aguas funcionan hoy tres aerogeneradores y se podría usar Portugal como un banco de pruebas«, sentencian.
