THE OBJECTIVE
Economía

John de Zulueta: «Las autonomías son un desastre total»

Conversamos con el empresario y expresidente del Círculo de Empresarios sobre la «irrelevante» situación de la economía española en el mundo

John de Zulueta (Cambridge, Massachussets, 1947) acaba de publicar España fallida: cómo el fracaso de las élites nos ha convertido en un país irrelevante, un libro en el que no deja títere con cabeza: critica a Zapatero, «porque solo le interesaba la Alianza de Civilizaciones y la Memoria Histórica, pero de economía… ¡cero!». También le reparte lo suyo a Mariano Rajoy, de quien dice que prometió bajar impuestos, pero cuando llegó al Gobierno, los subió. Y arremete contra el Estado de las autonomías, que entiende que son una auténtica rémora para la inversión, la economía y los negocios en España.

Este norteamericano, hijo de republicanos españoles exiliados, vierte en su libro con total crudeza su particular radiografía de la situación española. Critica a todos los gobiernos de los últimos años, pero asegura que el peor es el actual, el de Pedro Sánchez. Se escandaliza con la corrupción y con la mansedumbre del sector empresarial frente al Gobierno de Sánchez, que lo controla todo, aunque hable de los «poderosos señores de los puros» y se refiere a Yolanda Díaz como «una ministra comunista que, desde el ministerio de Trabajo, lo dictamina todo» . Su libro, dice De Zulueta, es un grito para que la sociedad civil se rebele ante la situación que vive España.

PREGUNTA.- ¿Es España un país irrelevante dentro del panorama económico internacional?

RESPUESTA.- Sí, sin duda. Puede verse en las últimas encuestas, concretamente una de IMD, en Suiza, que clasifica los países más atractivos para invertir, para emprender y montar negocios. En los primeros puestos están Suiza, Suecia, Islandia, Noruega, Dinamarca… España está en el puesto 32, detrás de nuestros vecinos Francia, Italia y Portugal. Yo vine a España en el año 80. Aterricé en Barcelona. Y creo que era una época de bonanza, del cambio de la España democrática y constitucional, después de la muerte de Franco.

«España es un país irrelevante en la economía internacional»

He dedicado mi vida de negocios básicamente a España. Pasé un par de años de consultor en California y un par de años en Venezuela, manejando una empresa. Pero cuando vendí la empresa en Venezuela vine a España y no me he querido ir. Empecé en los años 80. En los 30 años posteriores a la Transición, creo que España era el país de más crecimiento, de más cambio de toda Europa occidental. Esa primera época de la entrada en la OTAN, la entrada en la Unión Europea, la entrada en el euro, todo eso. Pero se cae en la crisis del 2008 porque los mimbres no están bien asentados. Como cuento en el libro, la Constitución fue un apaño para meter todos bajo la misma tienda de campaña: desde comunistas hasta franquistas. Y en ese apaño la Constitución no ha puesto las cosas claras.

P.- De hecho, habla usted de una Constitución oxidada. ¿Es necesaria una reforma de la Carta Magna?

R.- Absolutamente.

P.- ¿En qué sentido?

R.- Hay unos artículos que, cuando los ves hoy, dices que es de otra época. El artículo 130 sobre la economía dice que el Gobierno tiene la obligación de impulsar la economía, sobre todo enfocado en la pesca, la agricultura, la ganadería y la artesanía. Año 78… Yo, en el año 78, estaba en Menlo Park, California.  Todavía no se llamaba Silicon Valley, pero estaban haciendo microprocesadores. Estaban hablando de un mundo de microchips de silicio. Y España está hablando de ganadería y artesanía. Y claro, ahí es donde notas que la Constitución está oxidada. Y el gran problema para mí son las listas cerradas y un poder legislativo bicameral. Pero realmente el Senado es un cementerio de elefantes de los partidos. La única cámara (Congreso de los Diputados) con atribuciones plantea listas cerradas. Tú no tienes una idea de quién es tu representante. Y menciono aquí el sistema inglés. Y yo, que nací en Estados Unidos y he pasado años allí, comparo con el sistema electoral de allí, donde el representante que tienes en tu circunscripción tiene una oficina y cada fin de semana va de Washington a su oficina y recibe gente sábados y domingos. Igual que el sistema inglés. Si tú preguntas aquí quién es tu representante… Pues no tengo ni idea, porque es una lista cerrada. Por ejemplo, con listas abiertas, un socialista hoy en día, un socialista de verdad, del PSOE, podría votar en contra de Pedro Sánchez, que ha llegado al poder por la moción de censura, con sus socios… Cualquier semblanza con el PSOE tradicional… ¡ninguna!

«La Constitución fue un apaño para meter a franquistas y comunistas bajo la misma tienda de campaña»

P.- O sea que Sánchez es el líder de un PSOE sin ser socialista. ¿Es lo que viene a decir?

R.- Bueno, Sánchez es líder de un PSOE donde usa cuatro siglas, pero él no tiene mucho que ver con lo que lo que era el partido antes de Sánchez. Ahora es una amalgama de un poco de todo y de lo peor, porque son separatistas y Bildu, o sea exterroristas. Él depende de esto. Sánchez dijo y repitió hasta cinco veces: «No voy a pactar con Bildu». Luego veo que, la otra noche, los de Bildu presentaron como su gran logro la Ley de Vivienda. Y pensé: «¡Pero estos son los terroristas y los separatistas catalanes!». Y esos son los que los que están felices, porque ellos marcan la agenda. El origen de Pedro Sánchez es el partido, pero su Gobierno no es el PSOE, porque ha tenido que formar el famoso Gobierno Frankenstein, con separatistas y exterroristas.

 P.- ¿Y cree que eso puede ocurrir también dentro de la lógica que tenemos ahora mismo de política de bloques si gobierna el Partido Popular y necesita el apoyo de Vox?

R.- Bueno, pero Vox es un partido constitucionalista. Es un partido que no quiere romper España. Incluso Vox quiere romper las autonomías…

P.- Ojo, que eso sí va contra la Constitución, o el modelo de Estado que recoge la Constitución…

R.- Sí, va contra la Constitución, que fue también un error grave, desde el punto de vista de una persona de negocios. Las autonomías son un desastre total, o sea, dificultan enormemente cualquier negocio que tienes en España y España no es un mercado muy grande, o sea, 44 millones o 46 millones… Pero nuestro mercado grande es la Unión Europea. Y dentro de esta UE, España es un país secundario. Pongo la comparación con Holanda, con los Países Bajos, que también es un país secundario, pero hay una gran diferencia: allí las empresas son bienvenidas. Aquí, el Gobierno actual está atacando a empresarios y atacando empresas y cuando Ferrovial se mueve a Holanda, ataca a Rafael del Pino, que es el presidente de Ferrovial. Pero hay razones muy potentes para moverte a un país como Holanda. Un gobierno que apoya a las empresas Euro Next y una bolsa que está vinculada directamente con la bolsa de Nueva York. Financiación a un precio mejor que España, porque la deuda en Holanda no llega a 50% del PIB. Y aquí es el doble. Pero ¿dónde está la tecnología? Y luego, cuando entra la tecnología, España tiene un proyecto. El problema viene con el resto de España, porque son 12 proyectos autonómicos, liderados por un proyecto en Barcelona. Tenemos una cosa tan importante como el desarrollo de computación cuántica, que es el futuro, pero tenemos 12 proyectos autonómicos distintos.

John de Zulueta. | Víctor Ubiña

P.- ¿Cómo se ve el fenómeno de la España autonómica a nivel empresarial fuera de España?

R.- Precisamente en la cena de la fundación de este proyecto de computación cuántica estaba conmigo una representante alemana que me dijo que la UE está disgregada en esto, y que debería haber un proyecto único europeo, mientras que cada país está haciendo lo suyo. Y yo digo sí, sí, sí, es la locura, pero en España es triple locura, porque cada autonomía, además, hace lo suyo. Otro ejemplo, el sector de los hipermercados: me han comentado que les parece increíble que cada autonomía tenga unos horarios de apertura, una normativa diferenciada referente a los metros cuadrados, la regulación  diferenciada del tamaño de cada plaza del parking. Si estás en Alemania, Francia o Inglaterra haciendo negocios, piensas que en España están locos.

P.- Volviendo a esta España que parece que ya solo va a poder gobernar por bloques de derechas e izquierdas, con socios extremos…

R.- Dicen que Vox es ultraderecha, pero yo creo que ultraderecha constitucional es mejor que ultraizquierda que quiere romper España y ultraizquierda con antiguos terroristas. En Vox no hay terroristas.

P.- Habla usted del fracaso de las élites y pone como ejemplo las energías renovables. Las considera una buena iniciativa que tomó el Gobierno de Zapatero, pero que luego recortó, y también gestionaron mal los gobiernos sucesivos del PP. ¿También el actual gobierno, que parece apostar a tope por las renovables?

R.- Curiosamente, me remonto a la época de Franco, cuando España era líder europea en energía nuclear y estaba montando centrales nucleares en España, por delante de Francia. ¿Por qué? Porque España estaba comprando los reactores de Westinghouse y General Electric y los franceses no querían comprar los reactores americanos, Querían desarrollar un modelo francés y claro, tardaron más tiempo. España ya tenía más centrales, pero Felipe González dijo que había que hacer una moratoria nuclear después de que ETA matara a dos ingenieros en Lemoniz. Ese es el primer error. España ahora mismo podría ser el líder en energía nuclear en Europa, igual que Francia, y no tendríamos el problema del precio del gas. Después, Zapatero tiene una muy buena idea con las renovables solares porque España es el país del Sol. Y ¿cómo es que Alemania, con el 60% del sol, tiene más energía solar que nosotros? Es que es de locos.

Con Zapatero se pone en marcha todo un plan a 40 años, de ayuda a las empresas que más montaban esos huertos solares. Entonces llegó la crisis. Y, de repente, dicen: «No podemos ayudar a todos los inversores con las renovables». Y los recortan y empiezan los pleitos. Después llegó Rajoy y dijo: «No, no, no, estamos en plena crisis. ¡Recortad más!». Ahora mismo, España está en los tribunales internacionales, peleando todo, señalando a la UE y este organismo responde que no es su problema.  Hay como 7.000 millones aquí en el juego, porque claro, los inversores de repente ven que no hay seguridad jurídica en España, que cambian las reglas en medio del juego. Y ahí son Zapatero y luego Rajoy los que lo hicieron. Yo soy crítico con los tres gobiernos, pero me dan igual las siglas. Las cosas aquí han ido bien hasta 2008, 30 años, y de 2008 a 2023, con tres gobiernos distintos han ido mal. Pero el peor y lo digo aquí es el de Sánchez. Pero claro, es que Sánchez está en manos de gente que quiere romper el Estado y gente que no quiere saber nada de la Constitución española. El declive empieza en 2008, con Zapatero. A él le interesaban la Alianza de las Civilizaciones, la memoria histórica… pero economía… ¡cero! Y Rajoy prometió bajar impuestos y lo primero que hizo fue subirlos.

John de Zulueta y Esther Jaén. | Víctor Ubiña

P.- Por terminar el capítulo de las de las energéticas, el impuesto de última hora a las empresas energéticas ¿viene a complicar más la imagen de España para el inversor? ¿Le consta que algunas de esas empresas se estén retrayendo a la hora de invertir diciendo que no hay seguridad jurídica, como usted afirma?

R.- Claro. Sánchez Galán (presidente de Iberdrola) tiene delante de un proyecto eólico en la costa de Massachussets, que es muchísimo más grande que cualquier cosa que tenga en España y luego tiene uno en Escocia. Es lo que no entiende el Gobierno: que las alternativas que tienen estas multinacionales tienen que ver con los países que están ayudando y quieren inversión. Y entonces, claro, invertir en España en este momento… Bueno, Rafael del Pino (Ferrovial) me dijo: «Sólo tenemos 5% de nuestros activos en España. No tenía mucho sentido quedarnos en España».

P.- Denuncia usted en su libro una forma de Gobierno al que llama peronismo light

R.- Eso viene de Antonio Garamendi. Le pedí permiso para ponerlo. Me dijo que sí. Y Antonio lo sabe muy bien porque él está todo el día con empresarios, pero me dice que, claro, este impuesto sobre las energéticas no existe incluso en muchos países de Europa. No existe en sitios más amables como Estados Unidos. Nunca va a haber un impuesto especial sobre la energéticas en Estados Unidos, pero hay países en Europa que lo tienen. El impuesto realmente sorprendente que sólo existe en Hungría es sobre la banca. ¿Qué tiene que ver la banca con la inflación? Porque la banca ha sufrido un euríbor negativo y ahora que tiene euríbor a tres y medio y la banca puede ganar un poco de dinero, les penalizan, con un impuesto especial cuando la banca ya está penalizada, porque paga un Impuesto de Sociedades del 30%, en vez de 25%. Eso sí que es de locos.

Y digo en el libro que parte del problema se produce porque las empresas no están actuando con fuerza, ni la gente que creó el Ibex. Sánchez habla de los señores de los puros, que están contra el Gobierno y todo eso… Pero la realidad es que el Gobierno está controlando todo y las empresas tendrían que tener mucha más fuerza, mucho más empuje y mucha más unión. Porque si todos los bancos de España dicen: «Sres. del Gobierno: No vamos a comprar bonos españoles. Vamos a comprar bonos franceses, italianos, alemanes, partir de mañana ¿qué pasa? ¿Ese impuesto desaparece? ¡Absolutamente! España no puede funcionar si los bancos no están comprando bonos españoles. Este libro es un grito, como Yo acuso, de Émile Zola… Yo lanzo un grito contra unos gobiernos que han acaparado todo el poder.

P.- Pero también grita contra los empresarios, que no se rebelan y, según explica usted, no gozan de una gran imagen ante la ciudadanía española… Habla de un informe, creo que es del BBVA, en el que los ciudadanos dan un 5,5 de nota media a los empresarios…

R.- Soy crítico también hoy con los empresarios, porque no están unidos. Y yo he tenido la oportunidad, en el Círculo de Empresarios, de verlo en una película. Todas las sugerencias eran buenas, pero yo llevo 20 años en el Círculo de Empresarios, y no han avanzado el tema de pensiones, el tema de reforma laboral y el tema de reforma de educación, que son las tres reformas fundamentales.

P.- Hay dos capítulos en los que habla del fenómeno catalán. De hecho, usted cuenta cómo en los años 80 ya esto se veía venir… pero aun así hemos llegado hasta aquí… Habla de cómo se permitió llegar a Jordi Pujol donde llegó…

R.- La cuestión es que, a nivel nacional, está pasando lo mismo. Hay casos de corrupción… ¿Cómo es que Díaz Ferrán puede llegar a la cúspide de la CEOE? No esperamos que los empresarios sean hermanitas de la caridad, pero que un empresario fuera presidente de la CEOE y hoy está ahí, en la cárcel de Soto del Real… dejando Marsans sin pagar a los proveedores, sin pagar a los empleados. Un desastre total. Sin devolver el dinero, porque aquí todos se lo llevan y no devuelven el dinero. Pasan sus años en Soto del Real. ¿Qué imagen da al ciudadano cuando la CEOE tendría que tener el líder ejemplar? Otro caso: Rodrigo Rato, vicepresidente del Gobierno, presidente del Fondo Monetario Internacional… ¡Por favor! Claro, con esos ejemplos no me sorprende que la nota sea mediana e, incluso, podría ser más baja, porque es eso es la triste realidad. Cuando salí de Venezuela, me dijeron: «Hay mucha corrupción en España. No te creas que es solo en Venezuela». Y tenían razón.

P.- Esta España fallida que usted describe ¿tiene remedio? Y ¿cuál es la fórmula?

R.- España tiene remedio, pero hay que actuar rápidamente. El mundo de la empresa tiene que estar mucho más unido. Y la corrupción no tiene que tener cabida ya. Y existe, porque no se puede poner un bolardo, desde Irún hasta Tarifa, sin que te pidan dinero. La fórmula es la unión de la sociedad civil para acaparar un poco de poder. Que el gobierno tiene todo el poder en este momento. Tú hablas con la CEOE y dicen que negocian con los sindicatos, pero aquí hay una ministra comunista en el Ministerio de Trabajo que dictamina todo. O sea, aquí la sociedad civil tiene que organizarse y tiene que estar protestando, diciendo al Gobierno: «¡Oye, que esa parcela es mía!». Este libro es una protesta. Yo acuso a toda la sociedad civil, porque tiene que quejarse del Gobierno, y si la banca no quiere un impuesto sobre la banca, que no compren bonos de deuda española. ¿Cuántos días duraría el impuesto?

Por otra parte, no puede ser que el inversor tenga que pasar cuatro años para conseguir permisos locales, autonómicos, nacionales, a causa de la burocracia. Aquí es tremendo el dinero europeo que podría llegar con los Fondos Europeos. Pero ¿qué pasa? Hablo con gente y dicen: «Yo no, yo no… Cuando me mostraron el papeleo y lo que tengo… es que no vale la pena ni meterme para esto». Luego me entero que el conseguidor es Pepiño Blanco y su grupito. Hay que eliminar todo ese amiguismo. Todo es todo. Y, por supuesto, la corrupción que existe: el Tito Berni, la votación en Melilla… La verdad es que la corrupción está impregnando todo. Hay que eliminar todo eso y acometer las reformas fundamentales de las pensiones, la educación y la reforma laboral. En el tema de las pensiones, porque, con la Reforma de Escrivá, hemos ganado cinco años, pero en cinco años vuelve el problema. La reforma de Escrivá es un parche. Yo vengo de Norteamérica y me dicen que hay tres sindicalistas ahí en un despacho que estamos pagando. Y que tú no los puedes echar, que tienes que pagar su salario y están liberados y trabajan todo el día en un despacho. Tú estás pagando sus salarios y ellos están trabajando para el sindicato.

«Me he enterado que el conseguidor de los fondos europeos era Pepiño Blanco y su grupito»

P.- Eso dice el Estatuto del Trabajador y la Constitución protege a los agentes sociales…

R.- Es de locos esto. El sindicato tiene que funcionar con las cuotas de sus afiliados y el Gobierno está metiendo dinero a los sindicatos. Para mí esto es una locura.

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