La inversión de las empresas españolas en el extranjero cae al nivel más bajo desde 2015
Las cifras registradas entre enero y marzo de este año suponen un importante retroceso del 38% internanual
La inversión de las empresas españolas en el extranjero se situó en los 2.867 millones de euros en el primer trimestre de este año, según indican los registros de la Secretaría de Estado de Comercio cribados por THE OBJECTIVE. Este dato es el más bajo en ocho años y hay que remontarse hasta el tercer trimestre de 2015 (2.479 millones) para encontrar una cifra inferior en términos brutos. De esta manera, todas las fuentes consultadas advierten a este diario de un parón para 2023 con reducidos flujos de capital fuera de nuestras fronteras.
Las cifras registradas entre enero y marzo suponen un retroceso del 38% interanual frente a los 4.653 millones de inversión en el extranjero desplegados en el primer trimestre del año pasado y están un 83% por debajo de los 17.079 millones contabilizados en el cuarto trimestre de 2022. Es así como las empresas españolas -principalmente multinacionales del Ibex 35- han preferido echar el freno durante esta primera parte del año ante la evolución económica mundial y el complicado contexto del resto de las economías europeas.
Para que nos hagamos una idea de la magnitud de este frenazo vemos que durante todo el año 2022 la inversión española en el exterior llegó a los 29.230 millones de euros, un crecimiento del 7,5% respecto del año anterior -pero aún lejos de los 39.942 millones que se invirtieron en 2017-, con el peor registro trimestral situado en 3.000 millones. Ahora en tres meses apenas se llega al 10% del dato anual acumulado en el curso pasado, lo que augura un año con cifras muy inferiores a lo registrado de media en el último lustro.
Flujos por destino
Las fuentes consultadas por este diario advierten de que en los últimos meses se han sumado un cúmulo de factores que han dificultado la inversión como la subida de las tasas de interés, la caída generalizada de las bolsas mundiales, la baja tasa de crecimiento de PIB per cápita mundial y de las principales economías europeas y el riesgo inflacionario global que -pese a estar un poco más controlado en España- sigue disparado en el resto de los países del continente y del orbe.
Si analizamos el destino de la inversión de las empresas españolas se puede ver la importante caída en plazas clave como Reino Unido, Luxemburgo, Singapur o Canadá. Reducción que no se compensó por el crecimiento de Brasil, México o Alemania. En este sentido, el primer país al que llegaron nuestras inversiones fue Estados Unidos con un flujo de 1.021 millones, levemente por debajo de los 1.138 millones registrados en el primer trimestre de 2022.
En el segundo lugar se colocó Brasil con 428 millones de euros frente a los 188 millones del mismo periodo del año anterior; seguido de México con 345 millones (191 millones en el primer trimestre de 2022); Alemania con 242 millones frente a los 25 de un año antes; Reino Unido con 192 millones y 404 millones en 2022; y Luxemburgo que cayó hasta los 71,8 millones comparado con los 550 millones registrados anteriormente.
Llegada de la inversión
Sorprende el bajón de Luxemburgo que, con una fiscalidad más baja y como plataforma de inversiones hacia otros países, fue en 2022 el segundo destino de la inversión española en el extranjero con 6.109 millones de euros, con un crecimiento del 37%. En cambio, en este primer trimestre fue solo la sexta plaza por volumen de inversión. El primer lugar durante el año pasado lo registró Reino Unido con 8.269 millones y una leve caída del 2,6%, mientras que en la primera parte de este 2023 ocupó solo el quinto lugar.
Por sectores, el mayor volumen se lo llevó la ‘ingeniería civil’ por valor de 834,8 millones, seguida de ‘almacenamiento y actividades anexas al transporte’ con 297,7 millones, ‘agencias de viajes’ con 233,7 millones,’ telecomunicaciones’ con 189,4 millones, ‘actividades comerciales’ con 145,3 millones o ‘actividades auxiliares financieras’ con 119,9 millones de euros.
Estas cifras coinciden con la ralentización de la inversión extranjera directa (IED) en España. Las cifras publicadas por la Secretaría de Estado de Comercio indicaron que, entre enero y marzo, el flujo de capital foráneo que llegó a nuestro país se situó en los 9.912 millones de euros en términos brutos, lo que supuso un retroceso del 6% respecto de los 10.543 millones registrados entre octubre y diciembre de 2022, el periodo inmediatamente anterior.