El adelanto de las elecciones generales desploma el gasto en turismo de los españoles
Los pagos con tarjeta en transporte, alojamientos o agencias de viaje se hundieron hasta un 11% tras el anticipo electoral
El gasto de los españoles en turismo (alojamientos, transporte, agencias y otra serie de servicios) no está viviendo su mejor momento. De hecho, se está desplomando y acumula ya seis semanas de caídas consecutivas. Especialmente llamativo es el descenso que experimentó en la primera semana de junio, justo después de que Pedro Sánchez anunciara las elecciones anticipadas y de que generara incertidumbre en las reservas para las vacaciones en a finales de julio ante la posibilidad de ser miembro de una mesa en los comicios del 23-J.
De acuerdo con los datos recopilados por THE OBJECTIVE en Caixabank y BBVA, principales emisores de tarjetas de crédito de nuestro país, desde la tercera semana de mayo los pagos de los ciudadanos para turismo decrecen frente a los crecimientos de meses anteriores. Pero que ha ido a más desde que comenzó junio, con descensos que alcanzan hasta el 11%, lastrados por el anticipo electoral realizado el 29 de junio, un día después de las autonómicas y municipales.
Las agencias de viajes o los hoteles ya habían advertido de lo inoportuno de convocar las votaciones en plena campaña vacacional, ya que esto se iba a ver reflejado en los flujos y movimientos. Muchos ciudadanos están esperando a realizar sus planes estivales para comprobar si finalmente podrán o no viajar en los días cercanos a las elecciones del 23 de julio.
El turismo, incluido el nacional, se convirtió el año pasado en uno de los motores de la economía. De hecho permitió que nuestro país evolucionara mejor que otros estados europeos y afrontara sin riesgos las consecuencias de la guerra de Ucrania.
En junio los pagos con tarjeta en turismo bajan hasta un 5%
Las cifras de Caixabank Research, en base a los pagos de sus clientes y de otros en sus terminales punto de venta en los comercios, indican la acusada caída de los pagos con tarjetas emitidas en España -y por tanto de residentes- para servicios de turismo. Mientras que en febrero, marzo y abril crecían un 7%, 18% y 10% en tasa interanual, en mayo no experimentaron ningún ascenso y en junio descienden un 5%. Especial llamativo es el hundimiento en la primera semana del mes pasado, tras la convocatoria electoral, ya que el hundimiento supera el doble dígito.
El servicio de estudios de Caixabank explica que estas mermas en la actividad hay que entenderlas también porque en los meses comparables con el ejercicio pasado los pagos con tarjetas domésticas en turismo registraron récords históricos tras el fin completo de las restricciones de la pandemia.
Los números de BBVA también ponen de manifiesto la tendencia a la baja de los gastos de los españoles tanto en transporte como en ocio, hoteles y restaurantes. Según sus cálculos, extraídos por los usuarios de sus tarjetas y TPV, los pagos en transporte bajaban a finales de la tercera semana de junio un 2,1%; en ocio, el 3,4%; y en hoteles y restaurantes, un 3,5%.
Lo que sí está demostrando fortaleza es el turismo internacional. Los gastos de los extranjeros registran aún importantes subidas. Éstos crecieron un 13% interanual en junio y un 19% en mayo, con un perfil a lo largo del último mes de menos a más, apuntando a una gran robustez de la demanda turística foránea en España, sostiene Caixabank Research.
Desde el sector financiero y del turismo confían en que, una vez se vaya despejando la incertidumbre sobre la posibilidad de tener que formar parte de una mesa electoral, la actividad se impulse, sobre todo en la relativa a las reservas de última hora.
Eso sí, desde hace semanas, los bancos vienen advirtiendo de que el uso en general de las tarjetas para todo tipo de compras se ha ralentizado con fuerza como consecuencia del encarecimiento de la vida. Otra causa que estaría detrás de esta menor utilización de las visas se encuentra también en la mayor utilización del efectivo por parte de los ciudadanos para evitar gastos innecesarios.
Y entre las razones también se encuentra la menor intensidad en la escalada de la inflación, que hace que las facturas experimenten aumentos más leves a los de meses anteriores. Así, la entidad catalana explica que «un menor crecimiento del consumo en bienes de primera necesidad, que podría deberse a la moderación de los precios de los alimentos que estamos registrando y no a una caída del consumo real».