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Economía

Garrido (patronal madrileña): «Hay un problema con las pensiones: no las podemos pagar»

El presidente de los empresarios madrileños repasa en esta entrevista la situación de la economía española

No se anda con rodeos a la hora de señalar un gasto público que está, a su juicio, absolutamente desbocado, la falta de competitividad o la rigidez del mercado laboral como algunos de los más graves problemas que acucian a nuestra economía,. Sin embargo, se muestra optimista y vaticina un buen ritmo de crecimiento a corto y medio plazo. Miguel Garrido, presidente de la patronal madrileña (CEIM), tiene claro cuáles son las prioridades para el próximo presidente del Gobierno: auditar las cuentas públicas y buscar un ahorro que -entiende- no se ha buscado desde hace años, mientras que se han aumentado las cotizaciones a empresas y trabajadores, como fórmula habitual.

P.- ¿Qué futuro augura a la economía española, a corto y a medio plazo?

R.- Yo siempre soy muy prudente a la hora de hacer previsiones, porque en los últimos años muchas de las previsiones no se han cumplido. Creo que la inflación y las medidas que ha habido que tomar contra ella, la subida de tipos, están elevando el coste del dinero. Y eso está suponiendo cierto problema, que ya veremos si se acaba traduciendo en un parón más importante de la economía. Muchas empresas y muchos particulares tienen dificultades de financiación, sobre todo particulares para pagar las hipotecas, etc. y muchas empresas están con muchos problemas porque ya no tienen tan fácil financiarse  como lo tenían antes. Y eso sí está teniendo cierto efecto ya a día de hoy y se nota en ciertos hábitos de consumo, etcétera. Por contra, nos está salvando la balanza comercial, las exportaciones están funcionando bastante bien. Y el turismo está teniendo un tirón espectacular, que disfraza muchos de los problemas que puede tener la economía. Todo lo que es comercio, hostelería y ocio está un poco maquillado por el enorme tirón que está teniendo el turismo, que ya veremos cómo es una vez pasada la temporada del verano. Yo soy optimista, creo que la economía española es fuerte y el tejido empresarial, resistente. La fortaleza de nuestra economía es sólida y, si se es sensato y se toman las medidas adecuadas, se actúa con, con seriedad, con solvencia, con rigor, tenemos posibilidades de crecer de manera sostenida durante los próximos años. Pienso que la economía irá mejor a corto y medio plazo.

«La deuda aporta mucha incertidumbre a nuestra economía»

«Creo que la inflación y las medidas que ha habido que tomar contra ella, la subida de tipos, están elevando el coste del dinero». / Víctor Ubiña

P. Pero hay un buen número de expertos que advierten de que el segundo semestre de 2022 va a ser duro…

R.- Bueno, hay un elemento que nos aporta mucha incertidumbre, que es la deuda. Y eso también puede generar un cierto parón para la economía. No hay que descartarlo, porque los mercados son sensibles a la deuda. Hay que tener en cuenta que la economía europea, en los últimos meses, está muy dopada con los fondos europeos, etc. y, por lo tanto, nos estamos aprovechando de eso para generar un crecimiento. Aun con esas incertidumbres y amenazas, el crecimiento es sólido, pero tenemos que trabajar en mejorar la productividad. Ese es el gran problema que tiene nuestra economía, especialmente la española, y en buena parte también de la europea. Si somos capaces de mejorar la productividad, podemos tener muchos años de crecimiento sostenido. Pero bueno, eso depende de las políticas que se apliquen.

«Tenemos un absentismo laboral en niveles absolutamente disparados»

P.- ¿Cómo se mejora la productividad, en su opinión? ¿Cuál es su receta?

R.- Hay muchos factores. La innovación, sin ninguna duda, es un factor determinante para mejorar la productividad de las empresas. Y luego hay muchas materias de regulación. La excesiva regulación que hemos tenido indudablemente es un es un hándicap contra la competitividad y contra la productividad. En materia laboral, por ejemplo, el exceso de rigidez que estamos teniendo se ha acentuado en los últimos años. Tenemos, por ejemplo, un absentismo laboral en niveles absolutamente disparados. El absentismo incide directamente contra la productividad. Tenemos muchos factores que condicionan la productividad. Si somos capaces de tomar medidas para dotar de cierta flexibilidad, digo flexibilidad sin pretender para nada el limitar determinados derechos a los trabajadores,  yo creo que es compatible buscar fórmulas, instrumentos que doten de flexibilidad para las empresas sin que ello suponga un paso atrás en los derechos de los trabajadores.

P.- Más allá de la innovación bonificada por el Estado, ¿Qué herramientas tiene la economía española o de cuáles carece, para lograr esa mayor competitividad?

R.- Innovación bonificada, o no penalizada. Creo que es verdad que hay que incentivar no ahora mismo, pero no tiene por qué estar subvencionada. Yo lo que creo es que hay que tomar medidas, para ayudar a que las empresas, a que los inversores tomen decisiones que mejoren la innovación dentro de las empresas y de esa manera mejore la competitividad de las empresas. Pero hay muchos aspectos en materia especialmente regulatoria, que condicionan la productividad de la economía. Tenemos que buscar sobre todo instrumentos que faciliten flexibilidad a las empresas. La palabra clave para la productividad y para la competitividad, es la flexibilidad. Y tenemos que buscar esas fórmulas que permitan a las empresas adaptarse a las situaciones. Pero no podemos pretender cambiar radicalmente la regulación que afecta a la forma de producción de las empresas. La situación exige que facilitemos flexibilidad para conseguir los objetivos  marcados, pero no quizá en los plazos tan cortos que la Unión Europea nos exige actualmente.

P.- ¿Se refiere a los plazos marcados dentro del capítulo de transición ecológica? ¿Quizás prohibir la fabricación de los vehículos de combustión a partir de 2035?

R.- Sin duda, sin duda…Tenemos que dejar a un lado cierta ideología que nos ha marcado unos estándares de dónde hay que llegar y en qué plazos hay que llegar. Y tenemos que contar más con la tecnología que nos permite a lo mejor conseguir los mismos objetivos, pero de una manera mucho más flexible, mucho más adecuada y mucho más compatible con el crecimiento que tienen las empresas. Yo creo que casi todos los problemas que tenemos actualmente son fruto de la propia regulación que nos hemos autoimpuesto. Se pueden solucionar con más tecnología.

«Lo primero que debe hacer el gobierno que tome posesión es una política rigurosa de contención del gasto». / Víctor Ubiña

«Parece mentira que a estas alturas muchas empresas sigan sin conocer cómo acceder a los fondos europeos»

P.- Ha mencionado la economía dopada por los fondos europeos. ¿Cómo cree que se han gestionado y qué impacto están teniendo en España?

R.- Desgraciadamente, no tengo una respuesta clara, porque, sinceramente, tenemos un enorme desconocimiento de cómo se están aplicando los fondos europeos. Parece mentira que a estas alturas sigamos sin conocer, o muchas de las empresas no puedan conocer cómo acceder a esos fondos. Creo que no se han gestionado con la debida transparencia y eso está haciendo que muchas empresas estén perdiendo la confianza y se estén desanimando en cuanto a algo que tenía que servir para transformar el tejido empresarial español. Podemos estar perdiendo una oportunidad. Pero creo que todavía estamos a tiempo. Sería importante que los plazos se ampliaran.

P.- ¿Cuáles son los temas más urgentes que tendrá que acometer el próximo Gobierno en el ámbito económico y laboral?

R.- Lo primero que debe hacer el gobierno que tome posesión es una política rigurosa de contención del gasto. Llevamos mucho tiempo hablando de ayudas, subvenciones y de incremento de la fiscalidad para pagar el gasto público; de incremento de gasto público. Y toda empresa o toda familia, cuando tenemos un problema, lo primero que hacemos es ver dónde podemos ahorrar. Se ha echado de menos el ahorro y la contención del gasto durante este tiempo. No ha habido una sola medida. Yo no he oído una sola propuesta durante estos últimos años encaminada a contener el gasto público, que es una de las lacras que tenemos para dificultar el crecimiento económico. Tenemos cada vez un sector público más sobredimensionado, muchas veces también ineficaz, y lo único que sabemos es que se está incrementando permanentemente. Se ha hablado mucho de Correos. Ahora, puntualmente, a mí lo que me preocupa de Correos no es lo que pueda estar pasando hoy, ha pasado ahora.

«El próximo Gobierno tendrá que hacer una auditoría del gasto público y ver dónde ahorrar»

P.- ¿Le preocupa Correos en tanto que empresa pública?

Correos es una empresa pública que lleva desde hace 5 años, además de cobrando una importante subvención para compensar el servicio público postal, que sirve con unas cantidades astronómicas, perdiendo cada año 100, 200 millones de euros. Y eso lo estamos financiando todos, para que esa empresa esté compitiendo con otras empresas privadas que están haciendo en muchos casos exactamente el mismo servicio que hace Correos, pero lo está haciendo contra sus cuentas de resultados. Llega un momento en que hay que poner sensatez. Correos es un ejemplo, pero hay cientos de ellos. La administración pública ha crecido de manera desmesurada. Se está hablando que de todo el empleo que se ha creado durante este tiempo y del que se presume, el 40% es empleo público. Y eso yo diría que ni siquiera si es bueno o malo es que no nos lo podemos permitir. Una de las primeras funciones que tiene que hacer el próximo gobierno es hacer una auditoría del gasto público y ver todo aquello, todo aquel gasto que nos lo podamos ahorrar, porque evidentemente el Estado tiene que acometer inversiones y tiene que subvencionar y tiene que ayudar a aquellos que no llegan, que no pueden. Pero lo que es absurdo es que estemos incrementando de manera desmesurada el gasto publicitario, el gasto superfluo, el gasto de organizaciones de dudosa eficacia. Y yo creo que eso es fundamental.

P.- Buena parte de esos empleos públicos son sanidad, educación, seguridad…

R.- Bueno, hay que ser eficiente. Hay que gastar el dinero que sea preciso gastar para llevar a cabo el mantenimiento de los servicios públicos, el Estado de bienestar. Lo que hay que saber es cuánto de ello es ineficiente. Y yo creo que todos somos conscientes. Todos hemos pasado por determinados servicios públicos donde vemos que el dinero se derrocha, se malgasta. Lo que es inaceptable es que ningún administrador público se plantee en qué podemos ahorrar. Es una de las cosas que debería ser de obligado cumplimiento. Es decir, cualquier administrador público tendría que revisar todos los gastos.

Pensiones: «Se ha actuado con una enorme irresponsabilidad»

P.- Una parte importante de los Presupuestos Generales del Estado y del gasto público son las pensiones, que  no ha mencionado usted…¿Cree que es uno de los temas que tendrá que abordar con urgencia el próximo Gobierno? ¿En qué sentido deberían abordarse?

R.-El gasto más importante que tenemos es precisamente el de las pensiones. Se ha actuado con una enorme irresponsabilidad. Lo que se ha hecho es por cuestiones políticas, por principalmente vincular, asociar el incremento del IPC al incremento de las pensiones. Yo creo que hay que hacer un ejercicio de responsabilidad para mirar de verdad las cuentas de la Seguridad Social y en este caso, de las pensiones. Cualquiera es consciente de que el modelo es insostenible, el modelo es insostenible y es terriblemente injusto, especialmente para los jóvenes. Son los que más problemas van a tener, porque nadie puede asegurar que una persona que tenga 30 años va a poder cobrar cuando cumpla 65-70 una pensión completa. Y, sin embargo, son los que están soportando ahora mismo fundamentalmente el incremento para los pensionistas.

«Cuando España es el país que tiene el índice de desempleo más alto de toda Europa y tiene un impuesto directo al empleo, como son las cotizaciones, entre los más altos de Europa, subirlo es un despropósito». / Víctor Ubiña

«La deuda de la Seguridad Social ha aumentado de forma exponencial y no es sostenible»

P.- ¿Hay que convencer a los pensionistas de que mantener su poder adquisitivo no es sostenible?

R.- Todos queremos que las personas mayores puedan poder mantener su capacidad adquisitiva, pero cuando la sociedad en general no lo está haciendo, también es muy injusto que sí lo estén haciendo esas personas. Sin embargo, los jóvenes que se quieren emancipar, que quieren empezar a hacer una vida independiente, no lo pueden hacer y  están contribuyendo a que otros lo tengan. Hay que hacer una mirada mucho más madura, con un sentido de Estado y hablar sin tapujos de la realidad. ¿Cómo se está financiando la Seguridad Social? Me hace gracia cuando oyes por parte del ministro decir que las cuentas de la Seguridad Social están saneadas. ¡No señor! La deuda de la Seguridad Social se ha incrementado de manera exponencial. Y esto no es sostenible, no se puede sostener ¡Pero es que todo el mundo lo sabe! Y la única fórmula que han encontrado de momento para parchear, además de acudiendo a la deuda, es incrementando las cotizaciones sociales, especialmente a las empresas, también a los trabajadores, pero sobre todo a las empresas.

P.- ¿Cuál es la solución en su opinión?

R.- Cuando España es el país que tiene el índice de desempleo más alto de toda Europa y tiene un impuesto directo al empleo, como son las cotizaciones, entre los más altos de Europa, subirlo es un despropósito. Es decir, lo que tenemos que hacer es lo contrario: ampliar la base de cotizantes, generar mucho más empleo y de esa manera, entre todos poder ir pagando el incremento en gasto de pensiones que estamos teniendo. Si lo que estamos haciendo es encarecer el empleo y, por lo tanto, dificultar el acceso al empleo de muchas personas, especialmente de los jóvenes, estamos haciendo un doble perjuicio a la economía en general y a los jóvenes en particular. Deberíamos sentarnos todos:  partidos políticos, la sociedad, los sindicatos, los empresarios… y pensar en el futuro de las pensiones con cierta altura de miras y no mirando el momento actual, los intereses actuales y mucho menos los intereses políticos. ¡Y esto no lo hace nadie!

P.-. Ha sido uno de los elementos de discusión en la campaña electoral… Quién subió, revalorizó y/o congeló las pensiones…

R.- En la campaña electoral nadie ha querido hablar de este tema y cuando ha salido hemos echado balones fuera.  Hay que hablar de verdad, mirando a los ojos a los españoles y decir tenemos un problema con las pensiones porque no las podemos pagar. Va a llegar un momento en que el sistema no es sostenible, por mucho que el ministro diga y reitere …Yo creo que el modelo es insostenible.

«No hay nadie que te puede garantizar la Sanidad ni las pensiones»

P.- ¿Cree que los los aspirantes a presidir el Gobierno no han dicho la verdad del sistema o del deterioro del sistema y lo inminente que puede ser, porque es impopular decirle mirando a los ojos al votante decir: “así no podemos seguir”?.

R.- Creo que en general en España hay una falta de valentía para afrontar determinados problemas, porque se entiende que eso puede perjudicar los intereses electorales. Pasa en las inversiones y pasa también, por ejemplo, en Sanidad, donde la evolución también de las necesidades, de los requerimientos que va a tener la sociedad con el envejecimiento de la demanda de servicios sanitarios es insostenible. Entonces, por mucho que alimentemos y que dotemos de más recursos, de más dinero, de más trabajadores al sistema sanitario, o buscamos fórmulas que hagan sostenible el modelo sanitario actual o esto va a ser insostenible. Los políticos tienen la obligación de hablarle claro a la sociedad. Somos adultos y nos tienen que hablar con franqueza y no nos tienen que engañar y decir que tienen un problema y que ellos se van a ocupar de que vamos a tener garantizado las pensiones o la sanidad a futuro. No, señor, no hay nadie que te pueda garantizar eso.

P.- ¿Cuál es la fórmula más allá de mirar a los ojos y decir “esto no funciona”?

R.- Lo fundamental es ampliar la base de cotizantes. Eso es lo más importante…

P. ¿Y los salarios? A mayor salario y mayor cotización…

R.-Es fundamental, es fundamental… Incrementar la retribución media de los españoles es una tarea obligada. Es obligada por justicia social, en primer lugar, pero también por el beneficio del conjunto de los españoles. Lo tenemos que conseguir yendo parejo a un incremento de la productividad. Si incrementamos los costes salariales, pero no incrementamos la productividad, perderemos competitividad y al final acabemos destruyendo tejido productivo y por lo tanto nos perjudica. Las medidas tienen que ir encaminadas a crear una mayor base de cotizantes. Para eso tiene que haber más tejido empresarial. Tenemos que favorecer que las empresas puedan crecer más. Hay que ver por qué una empresa media en España tiene un tamaño del orden de un 40% menos que una empresa alemana. ¿Cuál es el problema? ¿Qué pasa en España? Bueno, pues eso… Si somos capaces de incrementar un 25% los contribuyentes en España, los cotizantes, el problema de la Seguridad social, por lo menos a medio plazo, estará resuelto. Y esa es la línea en la que tenemos que trabajar.

«El marco laboral en España es manifiestamente mejorable»

P.- ¿España necesita una nueva reforma laboral?

R.- El marco laboral en España, objetivamente, es manifiestamente mejorable. Como he dicho antes, somos líderes en desempleo, especialmente en desempleo juvenil. Esto quiere decir que el marco laboral no es el idóneo y hay que buscar cuáles son las causas para que en España permanentemente, en épocas de expansión y en épocas de recesión, siempre lideramos el desempleo europeo. Por lo tanto, hay que buscar cuál es el problema e intentar buscar las soluciones. Yo creo que el principal problema que tiene el marco laboral de España es su exceso de rigidez. Ha habido en el año 2022 una reforma laboral, la última reforma laboral, que desde luego no ha aportado mayor flexibilidad. Sí, ha introducido ciertos mecanismos que han solventado algún problema de temporalidad. Una parte real y otra parte estadística no real, porque muchos fijos discontinuos realmente tienen la misma precariedad que tenían antes, o muy parecida.

P.- ¿La CEOE no se siente escuchada por el Gobierno?

R.- ¿En los últimos tiempos? Absolutamente.

«El Gobierno ha decidido legislar unilateralmente sobre aspectos que son de la incumbencia del diálogo social»

P.- Sin embargo, han batido ustedes récords firmando acuerdos con el Gobierno

R.- Somos una entidad que trabajamos para el diálogo social. Tenemos una función dentro de la Constitución, incluso del diálogo social. Es una de las de los fines que tenemos como organización. Estamos permanentemente interactuando tanto con la administración como con los sindicatos. Para todos aquellos aspectos que inciden en los aspectos laborales, sociales, de la actividad económica. Siempre que nos llaman, acudimos a una mesa, siempre. No ha habido una sola vez que nosotros hayamos dicho que no vamos a negociar. Evidentemente, a veces hemos llegado a acuerdos y otras no, El problema es que en ocasiones el Gobierno unilateralmente ha decidido legislar aspectos que son de incumbencia del diálogo social, o bien de manera unilateral o bien con acuerdos simplemente con los o los sindicatos. Y yo creo que esto es muy perjudicial. Somos conscientes de que defendemos interés de parte, los intereses empresariales. No tenemos por qué tener siempre razón, por supuesto. Y el Gobierno defiende los intereses generales. Lo que no podemos entender es que se actúe, que se legisle sin escucharnos previamente. Muchas veces el Gobierno ha tenido que echarse atrás precisamente por no haber escuchado las consecuencias de las medidas.

P.- Como presidente también de la patronal madrileña ¿cree que va a seguir siendo Madrid motor de la economía española?

R.- Es indiscutible que el PIB más importante que tiene España es el de Madrid. Yo creo que ahora el eje de Madrid con Andalucía es el que tiene verdadero poder, el que está incrementándose muchísimo, tiene mucho potencial. Madrid tiene todas las condiciones para seguir tirando de la economía española y tiene que ser ambiciosa y optar a competir no solo con liderar el crecimiento en España. Eso ya lo está haciendo, sino de verdad ser también la locomotora en Europa tiene que despuntar entre las grandes regiones europeas. En Madrid hay infraestructuras, hay libertad económica, hay un régimen fiscal, si nos permiten, bastante incentivando la actividad. Hay talento, hay tejido empresarial. Madrid lo tiene todo. Madrid tiene que ser ambiciosa y ahora hay un gobierno que acaba de ser elegido para cuatro años, que tiene la oportunidad de subrayar políticas y, si no pasa nada, en los próximos años puede dar un salto espectacular en cuanto a tirón económico.

P.- Acaban ustedes de levantar la limitación de mandatos para el presidente de la CEOE. Quien hoy ocupa el cargo estuvo entre quienes propusieron o votaron a favor de limitar los mandatos. ¿Qué ha cambiado de entonces ahora?

R.- Estas organizaciones son democráticas, se rigen por unos estatutos democráticos donde son los propios socios los que determinan las reglas en las que nos movemos, siempre de acuerdo con la normativa, con la legalidad y con los principios democráticos. Dentro de CEOE, que es una confederación, igual que CEIM, de la que forman parte cientos de asociaciones sectoriales, territoriales de todo tipo, hay de todo. Nosotros en nuestras organizaciones tenemos asociaciones que quieren limitar los mandatos, otras que no, otras que lo tienen a dos mandatos, otros a uno, otras a tres. Hay de todo. Tan democrático es un modelo como otro. Y Antonio Garamendi propuso a los órganos de gobierno modificar una normativa que en su momento se había cambiado cuando estaba el señor Juan Rosell, para limitar los mandatos. Muy mayoritariamente, se ha entendido que eso es un tema que nos ha parecido bien a la mayor parte de los representantes de la CEOE y yo creo que no hay que darle mucha más importancia al tema. No es mejor un modelo ni es mejor otro modelo. Cada uno depende de lo que quieran los propios socios de CEOE. Los socios han querido en este momento eliminar esa limitación de mandatos. Y bueno, pues bueno es. Yo siempre digo que para mí el mejor presidente que ha tenido esta casa CEOE fue José María Cuevas y José María Cuevas fue 23 años presidente de CEOE. Si José María Cuevas hubiera tenido limitación de mandatos, si hubiera estado ocho años y probablemente nos hubiéramos perdido al gran capital de los empresarios durante tantos años.

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