Los padres españoles, abocados a las pantallas para esquivar los libros más caros de Europa
España tiene los manuales escolares más caros de Europa en un contexto en que la digitalización está cada vez más en entredicho
Un grupo de estudiantes resuelve un problema de matemáticas en la tablet. | Tammy Ljungblad (Contacto Photo)
Uno de los debates más candentes en el mundo educativo actual es si los centros deben seguir avanzando en el proceso de digitalización emprendido hace una década, quedarse donde están o desandar parte del camino.
Pues bien, aunque aún dista de ser mayoritaria, existe una tendencia creciente en retroceder. Por ejemplo, el Gobierno de los Países Bajos anunció el pasado 3 de julio un plan para prohibir las tabletas en las clases de secundaria, ya que considera que estos aparatos suponen un obstáculo y una distracción para el aprendizaje. La orden, susceptible de ser ampliada también a la educación primaria, afecta asimismo a móviles y relojes inteligentes. Por su parte, Suecia, sin llegar a una prohibición expresa de las pantallas, ha puesto en stand by el Plan de Digitalización aprobado por su Ministerio de Educación en vista de los malos resultados que su alumnado ha obtenido en comprensión lectora en el último informe PIRLS
Pero también existen casos dentro de nuestras fronteras. Por ejemplo, algunos colegios de Madrid quisieron adelantar un curso, de 5º a 4º de Primaria, la entrega de dispositivos a los alumnos y ya han tenido que recular. La cuestión también ha generado revuelo en la red de colegios de Fomento, ligada al Opus Dei. Tal y como adelantó El Mundo, unas mil familias han pedido que se reconsidere el proyecto digital de estos centros, al considerar que las pantallas exponen a sus hijos a riesgos como distracciones, trastornos de sueño, el abandono de la lectura y hasta acceso a la pornografía.
La pedagoga y experta en educación Catherine L’Ecuyer explica a THE OBJECTIVE que casos como los mencionados no serán una excepción, sino que espera una «ola de desdigitalización masiva de las aulas a lo largo de los próximos dos años en todo el planeta, empezando por los países del hemisferio norte». Un proceso, no obstante, en el que ve a España «a la cola», entre otros factores porque los centros educativos «se han atado de pies y manos con las tecnológicas y no tienen libertad contractual para dar marcha atrás». «Las tabletas y los móviles nunca deberían haber entrado en las aulas de los colegios, salvo para clases de tecnología», remacha la autora de Educar en la realidad.
Los libros en papel, una alternativa costosa
Ante las dudas que genera una digitalización tan precoz, la solución se antojaría sencilla: volver a los métodos más clásicos y, en particular, a los libros de texto en papel. Sin embargo, las familias se topan aquí con un problema de distinta naturaleza, en concreto de tipo económico, ya que España es el país con los libros de texto más caros de Europa. Según un estudio elaborado por Idealo.es, realizado en agosto, los manuales cuestan una media de 22,15 euros por ejemplar. Esto supone un 30% más que en Alemania, es el país con los libros de texto más baratos del continente (16,98 euros). De ahí que la compra de libros de texto reutilizados haya aumentado casi un 400%, según Wallapop.
Idealo apunta a que la vuelta al cole de este curso les costará 449 euros por hijo a las familias españolas, un 14% más que en 2021. De ese montante, la mayor parte se va en manuales, una media de 309 euros por hijo. Idealo señala que la opción de comprar libros de texto en formato online rebaja esa factura prácticamente a la mitad, hasta los 158 euros.
Por tanto, los padres se enfrentan al dilema de gastar cientos de euros en los manuales de sus hijos —todo ello en un contexto de alza general de los precios— o de arriesgarse a que estos se expongan a las pantallas cada vez más jóvenes, un modelo cada vez más en entredicho.
