Los depósitos a plazo crecen un 57% pese a la baja remuneración de la gran banca
El importe de las nuevas operaciones por parte de los hogares alcanza hasta julio 66.370 millones de euros
Estatua del euro frente a la sede del BCE. | Europa Press
La contratación de depósitos a plazo va a romper este año su tendencia bajista de los últimos diez años pese a que las grandes entidades, entre ellas Santander, Caixabank y BBVA, se están resistiendo a ofrecer tipos de interés a la mayor parte de sus clientes. Las nuevas operaciones por parte de los particulares están creciendo con fuerza en los últimos meses y hasta julio habían crecido un 57%.
El importe de las imposiciones con vencimiento está volviendo a resurgir y alcanza los 66.370 millones de euros en lo que llevamos de ejercicio, según los datos recopilados por THE OBJECTIVE. En el mismo periodo de 2022 esta cifra apenas alcanzaba los 25.761 millones.
Los ciudadanos están buscando rentabilidades para sus ahorros y están acudiendo a entidades que sí están abonando -y desde hace algún tiempo- por los depósitos con el fin de captar usuarios y negocio. Estas firmas son por lo general de pequeño tamaño o que operan exclusivamente por internet, ya que los principales grupos bancarios han decidido retrasar una mejora de los intereses que desembolsan por este producto tradicional, y tan solo están pagando tipos atractivos de manera defensiva y selectiva para clientes de altos patrimonios y empresas.
Fin a diez años de declive en los depósitos
La contratación de los depósitos por parte de las familias, de acuerdo con los datos del Banco de España, refleja que en los siete primeros meses de 2023 es prácticamente similar a la realizada en el conjunto de 2022. Gracias a este impulso, este producto de ahorro romperá la racha bajista que se inició en 2013, con el descenso de los tipos de interés por parte del BCE y el fin de los peores momentos de la pasada crisis financieras.
El despertar de las imposiciones a plazo coincide con el incremento del precio oficial del dinero por parte del BCE y la escalada del euríbor. El organismo monetario ha tenido que elevar hasta el 4,25% las tasas y no se descarta que lleve a cabo una nueva alza en la próxima reunión. Los expertos consideran que podría ser el último movimiento para no dañar la economía y que en 2024 habrá alguna bajada.
Los clientes que están suscribiendo depósitos a plazo están consiguiendo ya una remuneración del 2,33%, un porcentaje que está muy por debajo del euríbor, que ronda el 4%. Pero estas rentabilidades no se están encontrando en las grandes entidades. De hecho, el coste medio de los depósitos de éstas, incluyendo los del segmento empresarial, asciende como máximo al 0,8%.
A principios de año, muchos particulares se vieron atraídos por las letras del Tesoro, que registraron una demanda histórica al ofrecer mayores intereses, pero este boom ha empezado a decaer al calor de las mejores promociones que se encuentran en el sistema financiero. Hay que tener en cuenta que por las imposiciones a plazo, la banca en su conjunto abonaba de media un 0,15% hace 12 meses.
La resistencia de las principales entidades, que continuará hasta finales de año por lo menos, ha soliviantado al Gobierno, aunque sus quejas se produjeron en plena campaña electoral de las pasados comicios del 23-J. la ministra de Economía, Nadia Calviño, aprovechó la ocasión en junio para reclamar por primera vez a los grandes bancos a pagar más y, posteriormente, a pedir un informe a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) para esclarecer los motivos de por qué no lo estaban haciendo.
En una reunión mantenida esta semana por Calviño con los banqueros -entre ellos, Ana Botín, Carlos Torres y José Ignacio Goirigolzarri– la vicepresidenta del Ejecutivo, ha insistido en su mensaje de que tienen que llevar a cabo mejoras en la rentabilidad de los depósitos.
Las protestas sobre esta actitud de Santander, BBVA, Caixabank y el resto de los mayores grupos financieros viene de lejos en el caso del BCE, que lleva desde el otoño pasado urgiendo una subida de los intereses que ofrecen por el ahorro tradicional.
De momento, estas están haciendo caso omiso, ya que consideran que disponen de liquidez suficiente y se están enfocando en la comercialización de fondos de inversión. A su juicio, éstos son más interesantes para los clientes que los depósitos a plazo. Pero también es cierto que con ellos logran ingresos vía comisiones, lo que no sucede con las imposiciones con vencimiento.
