El precio de la vivienda acumula nueve años al alza tras subir un 3,6% en el último trimestre
La vivienda nueva subió un 7% interanual en el segundo trimestre del año
Promoción de obra nueva en venta | Europa Press
Los precios de la vivienda siguen subiendo. A pesar de la subida de tipos y la moderación en las compraventas, el desajuste entre la escasa oferta y la elevada demanda no invita a pensar en un escenario de bajadas. Así las cosas, el precio de la vivienda libre subió un 3,6% en el segundo trimestre del año respecto al mismo periodo de 2022 impulsado, sobre todo, por la obra nueva, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este jueves.
Este repunte, con el que se acumulan ya 37 trimestres de incrementos, es una décima superior al registrado en los tres primeros meses del año, cuando el precio de la vivienda subió un 3,5% interanual. Según Estadística, el precio de la vivienda nueva subió un 7% interanual en el segundo trimestre del año, 1,7 puntos más que en el trimestre anterior y su mayor alza desde el segundo trimestre de 2022, cuando se incrementó un 8,8% interanual.
Por su parte, el precio de la vivienda usada aumentó un 2,9% en el segundo trimestre en comparación con el mismo periodo de 2022, tasa una décima inferior a la del primer trimestre y la menor desde el segundo trimestre de 2021.
Moderación pero no crisis
Este ascenso en el precio constata la aceleración de la demanda de compra de vivienda que se ha reforzado y ha crecido a un ritmo muy rápido, sin dar tiempo a que el mercado pueda absorberla, según explican fuentes del sector. «Con una intención de compra intensa sobre el terreno, frente a la escasez de stock existente, que se hace cada vez más significativa, se produce un desequilibrio que empuja el precio al alza», aseguran desde Fotocasa.
«Este nuevo dato vuelve a reforzar el crecimiento de la vivienda, a pesar de las bruscas subidas de tipos por parte del Banco Central europeo y de la escalada del Euríbor que ya supera el 4%», comenta María Matos, portavoz del portal inmobiliario. Esta situación de encarecimiento agresivo de la financiación, explica la experta, sumada a las tensiones inflacionistas ya tiene efectos en los bolsillos de las familias más vulnerables, que cada vez pierden más capacidad de compra. «Esta casuística es la que vemos reflejada en la ralentización de las operaciones de compraventa», añade.
«Sin embargo, la mayoría de la demanda de compra continúa fuerte e intensa. El interés por comprar vivienda cambia de perfil hacia uno más específico conformado por ciudadanos solventes de nivel socioeconómico alto», asegura Matos. De ahí que el precio de la vivienda no deje de subir y no se atisbe, al menos a corto plazo, síntomas de hacerlo según los expertos.
