Orange y MásMóvil ultiman su propuesta de venta de activos para presentarla a Bruselas
La Unión Europea está a la espera de la propuesta definitiva sobre los ‘remedies’ que afectarán a la ‘joint venture’.
Orange y MásMóvil ultiman su propuesta de venta de activos para enviarla en los próximos días a la Comisión Europea, según ha podido saber THE OBJECTIVE. A finales de julio, Bruselas paró el reloj para que la joint venture tuviese más tiempo para negociar cómo se entregarán a los potenciales adjudicatarios estas infraestructuras que la UE considera condición necesaria para aprobar la fusión que ya ha cumplido 18 meses desde que se firmó oficialmente.
Las fuentes consultadas indican que la negociación ha entrado en un terreno en el que Orange y MásMóvil intentan reducir al mínimo las concesiones que deberán hacer para que Bruselas dé el plácet a la joint venture. Pero para ello deben convencer a los interesados de que esta opción encaja en sus respectivos planes de negocio. Por otro lado, deben además cumplir con las peticiones de la Unión Europea que ya advirtió de que los remedies deberán subsanar riesgos de concentración y de subida de precios en el mercado minorista.
De esta manera, la propuesta que se entregue a Bruselas deberá ser prácticamente la definitiva, ya que en todo momento las dos operadoras están hablando con la UE para ver hasta qué punto pueden llegar. Eso supone que tras esta presentación formal de la propuesta solo faltará cerrar flecos para que se dé el visto bueno a la operación, a las cesiones y al remedy taker, es decir, el competidor que se quedará con estas infraestructuras a un precio muy por debajo del mercado.
Concesiones de Orange y MásMóvil
En relación a los activos de los que deben desprenderse, las fuentes consultadas indican que el perímetro se está cerrando en torno al espectro de Yoigo. Este diario ya adelantó en marzo de este año que la Comisión Europea manejaba tres opciones de remedies en la joint venture de Orange y MásMóvil: los remedies de infraestructuras con los activos de red fija de Euskaltel y los de red móvil de Yoigo; los remedies de acceso con posibles obligaciones para compartir redes con competidores; y los remedies de clientes, es de decir la venta de marcas y de sus respectivas carteras de abonados.
Sobre la mesa está la venta de los 5.000 emplazamientos de Yoigo y de sus estaciones base, lo que implicaría la cesión de espectro de la operadora actualmente en manos de MásMóvil. Estos remedies se reforzarían con la imposición de compartir la red móvil a precios razonables para la competencia y en especial en operadores pequeños, algo similar a las obligaciones que actualmente tiene Telefónica en su condición de operador dominante.
Respecto de la red fija, Digi y Avatel no necesitan redes de alta velocidad, ya que sus actuales despliegues son redundantes con una tecnología de cable de Euskaltel, la que además es mucho más antigua. Orange y MásMóvil, al igual que sus potenciales remedy taker deben convencer a la Comisión Europea de que no tiene sentido obligar a la joint venture a desprenderse de unos activos que no ayudarán a los eventuales beneficiarios y que no afectarán a la competencia del sector.
Opinión de Bruselas
En cuanto al adjudicatario, la lucha sigue entre Digi y Avatel, los dos únicos operadores que en estos momentos están realmente en la lucha. Hace un par de semanas, un informe de Scope Ratings indicó que (basándose en otras operaciones similares) la lógica indicaba que el favorito para quedarse con los remedies era la operadora de origen rumano. Sin embargo, el favorito para los miembros de la fusión es Avatel, porque tiene precios más racionales y su despliegue de fibra es rural y no representa una competencia real en núcleos urbanos.
¿Qué quiere la Comisión Europea? A priori se decantarán por una operación que garantice un cuarto operador fuerte y este puede ser Digi. No obstante, Orange y MásMóvil juegan sus últimas bazas defendiendo que la operadora rumana ya es lo suficientemente grande y que su crecimiento es tan exponencial que no necesitaría ayuda de ningún tipo. Señalan además que si la UE realmente quiere un mercado competitivo se puede favorecer a un Avatel y convertirle en un quinto operador de referencia.
Parada del reloj
Respecto de los plazos, se puede encontrar una ventana de oportunidad en las próximas semanas e incluso antes de que termine el mes de septiembre. El plazo original para pronunciarse por parte de la Comisión Europea era el 4 de septiembre, pero esta fecha quedó anulada tras pararse el reloj a finales de julio. Ahora no hay plazos y todo dependerá de cuándo se presente la propuesta de Orange y MásMóvil.
Las fuentes consultadas indican que todo podría acelerarse en el comienzo del curso y con Bruselas trabajando a pleno rendimiento tras la vuelta del verano. El objetivo es tener todo cerrado antes de fin de año, ya que estamos hablando de una operación que se firmó hace 18 meses y en diciembre cumplirá casi dos años desde que se confirmó. En Bruselas entró la prenotificación a finales del año pasado y la notificación formal en febrero de este año. Posteriormente, la UE la envió a fase 2, de análisis exhaustivo, en abril y emitió su informe de objeciones a finales de junio.