Orange y MásMóvil buscan un pacto con la UE antes de fin de año para echar a andar en 2024
La propuesta incluirá los ‘remedies’, la operadora que se los quedaría e incluso el precio de la transacción
Orange y MásMóvil siguen avanzando en las negociaciones para cerrar una propuesta de venta de activos que consiga el plácet de Bruselas y la autorización final para la joint venture. El objetivo de las dos compañías es cerrar un acuerdo con la Comisión Europea antes de final de año para poder tener en marcha la nueva compañía a más tardar a comienzos de 2024. Los plazos son ajustados, pero las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que se está avanzando en esta dirección.
Este diario ya publicó la semana pasada que las dos compañías ultiman su propuesta de venta de activos para enviarla en las próximas semanas días a la Comisión Europea. Un documento que -según ha podido saber este diario- incluirá una completa propuesta no solo con los activos que se cederán, sino que además tendrá seleccionado al remedy taker, el detalle de costes que significará la operación y un completo calendario de desinversiones y acuerdos de compartición de infraestructuras.
Será un paquete completo con todo tipo de detalles con el que se espera que Bruselas dé el plácet definitivo a la operación. Estamos hablando además de un acuerdo que está siendo monitorizado in situ por la Unión Europea, que supervisa cada paso que se está dando en la negociación desde que a finales de julio se parara el reloj para que la joint venture tuviese más tiempo para negociar cómo se entregarán a los potenciales adjudicatarios estas infraestructuras.
Pacto de ‘remedies’
La UE considera condición necesaria para aprobar la fusión esta cesión de remedies que garantizarán que la nueva compañía no incurrirá en concentración de mercado ni en subidas de precios en el mercado minorista, en mayor temor de Bruselas según ha indicado en sus sucesivos informes de abril (para llevar la operación a una fase de análisis exhaustivo) y en junio, cuando publicó su pliego de objeciones.
La clave es que la propuesta que se presente -y por eso tarda más de lo esperado- con el acuerdo de Bruselas y con el remedy taker, lo que haría que su tramitación definitiva sea solo una cuestión burocrática. Si es que Orange y MásMóvil presentan un pacto de remedies que agrade a la Comisión Europea la validación de la joint venture será cuestión de días, es por ello la importancia de medir cada detalle de lo que se envíe finalmente a las autoridades comunitarias.
En este sentido, y ya hablando de plazos, Orange y MásMóvil esperan completar como tarde su propuesta definitiva en octubre -o a mas tardar en noviembre- para que puedan tener la autorización definitiva antes de fin de año. Esto supondría que la joint venture podría estar en marcha antes de que finalice el primer trimestre ya que los plazos burocráticos de la constitución de la nueva sociedad y la firma de los contratos suele tardar entre uno y dos meses.
Irrupción de Digi
Sin embargo, no es un acuerdo fácil. Las dos operadoras se encuentran ultimando la propuesta que -«va por la buena dirección», pero precisamente estos detalles los que podrían añadir más retraso a la propuesta. Después de decenas de reuniones, Orange y MásMóvil tienen en su cabeza una hoja de ruta respecto de lo que Bruselas quiere para aprobar la operación, que pasa básicamente por cesiones de espectro y redes móviles, además de remedies de acceso, que deben garantizar que las pequeñas operadoras puedan acceder con facilidad y a un precio accesible a sus infraestructuras.
Las fuentes consultadas indican que la negociación ha entrado en un terreno en el que Orange y MásMóvil intentan reducir al mínimo las concesiones que deberán hacer para que Bruselas dé el plácet a la joint venture. Pero para ello deben convencer a los interesados de que esta opción encaja en sus respectivos planes de negocio. Por otro lado, deben además cumplir con las peticiones de la Unión Europea.
Este diario ya ha publicado que el principal candidato para hacerse con estos activos es Digi, favorito de la UE, pero temido por Orange y MásMóvil porque consideran que crearán un gigante difícil de controlar y con sus propios activos. Por ello, una negociación entre la joint venture y la operadora rumana no es fácil y menos con Bruselas supervisando todo el proceso para asegurarse de que se está avanzando en cumplir con sus líneas rojas.
Notificación de Orange y MásMóvil
Con todo, hay optimismo entre todas las fuentes consultadas en todas las instancias de estas negociaciones. La sensación generalizada es que se está llegando al final de un túnel que se ha hecho interminable después de que se firmara la joint venture en julio del año pasado, se presentara la pre-notificación a mediados del segundo semestre de 2022 y se lanzara formalmente en febrero de este 2023.
Queda la última, pero la parte más importante parte del proceso, por eso no se quiere acelerar este acuerdo ante el riesgo de que la Comisión Europea termine siendo inflexible. Nadie se pone en este escenario, pero por eso se quiere dejar muy atado este pacto final en el que se está trabajando desde hace al menos dos meses, incluso antes de que Bruselas presentara su pliego de objeciones en junio.