Zegona prevé vender la red de Vodafone y reducir su perímetro hasta hacerla rentable
La estrategia del fondo será similar a la utilizada en Telecable y Euskaltel: comprar, arreglar y vender (‘buy-fix-sell’)
El fondo Zegona tiene claro su plan de acción en la filial de Vodafone en España en el caso que logre la financiación requerida y que llegue a una acuerdo con la matriz de la operadora de telecomunicaciones en Londres. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE cercanas a las negociaciones indican que el objetivo pasa por volver a la rentabilidad en el menor tiempo posible y que para ello la prioridad será vender la red de banda ancha de la compañía y reducir su perímetro todo lo que sea necesario.
Este diario ya explicó que la estrategia de Zegona en todos sus negocios pasa por comprar, arreglar y vender (buy-fix-sell), algo que ya han hecho en Telecable y Euskaltel (sus dos anteriores inversiones en España) y que pretender replicar en Vodafone. Esto supone comprar recurriendo a financiación externa -a costa incluso de la propia empresa que están adquiriendo-, compartir el riesgo con potenciales socios, adelgazar todo lo que sea necesario para buscar una rentabilidad en el corto plazo y salir de manera escalonada cuando se haya multiplicado la inversión inicial.
En el caso de Vodafone, los dos grandes activos que tienen en estos momentos son su red de banda ancha y sus infraestructuras de red móvil, en plena transición hacia el 5G real. En el caso de la red fija tiene 10,4 millones de hogares pasados, pero solo tres millones con fibra óptica y poco menos de tres millones de clientes. Desde hace más de un año la compañía tiene en venta esta red con el asesoramiento de Evercore por unos 3.000 millones, pero no han logrado llegar a un acuerdo con potenciales interesados.
Red fija de Vodafone
Está claro que la red fija de Vodafone es un activo, pero el 70% de ellos está obsoleta y la única manera de buscar una rentabilidad en el mediano plazo es actualizarla y equipararla con las prestaciones de velocidad y fiabilidad de las nuevas redes de fibra óptica. Una inversión de varios cientos de millones de euros que solo se podría poner en marcha de la mano de un socio estratégico e industrial que Zegona quiere conseguir una vez que se haga con la compañía.
El modelo es simple. La gestora se quedaría con una participación minoritaria de unas infraestructuras que requieren de una importante inversión, pero que son un gran punto de partida para crear una tercer red de banda ancha en España, que haga frente a Telefónica y la fusión Orange-MásMóvil. El plan de Vodafone con la venta de esta red -que retomaría Zegona- era articular en torno a ella a todas las pequeñas redes de fibra que hay en España, pertenecientes actualmente a varios fondos, y con los clientes de la operadora británica como principal activo.
En cuanto a la red móvil, en Zegona tampoco ven con malos ojos desprenderse de su infraestructura activa si es que surge una nueva oportunidad. Recordemos que Vodafone ya no tiene torres después de segregarlas en Vantage, su final de activos móvil, por lo que solo podría desprenderse de sus frecuencias de red y de su espectro 5G, una situación complicada porque se trata de asignación de espectro público y que no puede ser vendido a terceros sin una autorización específica del Gobierno
Compra de Zegona
Pero las desinversiones no pararían aquí. Zegona tiene como objetivo que la compañía sea rentable algo que -según sus cálculos- es solo cuestión de tamaño. Consideran que Vodafone está sobredimensionada, pese a los recortes de plantilla recientes, y que puede funcionar perfectamente como una empresa de servicios y que pueda tener acuerdos de uso de infraestructura que les ayudaría a recortar costes y abordar una estrategia comercial más agresiva.
La británica está lastrada en España por su gran tamaño y sus cada vez más reducidos ingresos, por tanto, la clave es reducir costes e intentar mantener o mejorar su facturación. Esto será parte del «arreglar» (fix), la estrategia de Zegona ante las empresas que adquiere, aunque antes deben resolver el «comprar» (buy), una operación que -según las fuentes consultadas- no es fácil y depende de que puedan levantar al menos 6.000 millones de euros, mil veces más que su actual tamaño.
THE OBJECTIVE ya explicó que Zegona utilizará un procedimiento similar al de la compra de Telecable en 2015 por 640 millones. En esa oportunidad se creó una SPAC con 35 millones de libras de capitalización y cuando abordaron la adquisición hicieron en paralelo la due diligence de compra, una ampliación de capital de unos 350 millones, la toma de deuda de un importe similar que se quedó íntegramente en Telecable y financiación externa extra.
Endeudamiento de Vodafone
Esto supone que si compra el 50% de Vodafone debería desembolsar unos 1.000 millones de equity (recursos de sus socios) y asumir otros 2.500-3.000 millones de deuda, que se quedaría en la filial española de los británicos. ¿Y cómo conseguir este dinero? Expansión publicó este lunes que una de las opciones que baraja Zegona es la cesión de su cartera de clientes de fibra (y posterior acuerdo de uso de red), aunque esta operación restaría atractivo a un futura venta de la red fija.
La otra opción de financiación es entrar con otros socios. Es algo similar a lo que pasó con MásMóvil, que fue adquirida por KKR, Cinven y Providence en 2020 por unos 5.000 millones, incluida su deuda. Los tres fondos crearon el vehículo de inversión Lorca, participado en partes iguales al 33%, y con el que controlan la compañía que prevé fusionarse con Orange en España. Que Zegona consiga la financiación mediante la entrada de nuevos socios es una de las opciones que está sobre la mesa.
La propia Zegona reconoció a la Bolsa de Londres que no tendrán fácil conseguir la financiación y que la operación podría no concretarse por esta falta de recursos. Es por ello por lo que -como contó este diario- la primera opción es poder adquirir entre un 50% y un 60% de la operadora, lo que reduciría la factura y permitiría a Vodafone salir de España de manera ordenada y con un calendario claramente establecido.
Venta de Euskaltel
En cualquier caso, la idea es fragmentar el capital en el mediano plazo y que Zegona sea uno de los principales accionistas, pero repartiendo el capital y cediendo pequeños paquetes a medida de que se vaya revalorizando la compañía. Esto pasa además por una eventual salida a bolsa, si las condiciones lo permiten. Si todo sale bien y su plan de «arreglar» (fix) da sus frutos en el mediano y largo plazo, podrían salir de Vodafone con importantes plusvalías.
Es lo que hicieron en Euskaltel: Zegona vendió su 21% de participación a MásMóvil con unas plusvalías de 428 millones de euros, un retorno del 88% de su inversión inicial. El fondo entró en Euskaltel con un 15% del capital después de que los vascos compraran Telecable, propiedad por ese entonces del fondo con sede en Londres.