Los expertos en Asuntos Públicos advierten del riesgo de la polarización y del nacionalismo
Esta es una de las principales conclusiones del informe ‘What keeps Public Affairs leaders up at night?’, elaborado por FTI
Hemiciclo del Parlamento Europeo, uno de los organismos donde más actividad tienen los Asuntos Públicos. | Agencias
La fragmentación regulatoria, la polarización, el nacionalismo y un entorno cada vez más cambiante desde el punto de vista político, económico y tecnológico son los mayores riesgos que expertos en Asuntos Públicos de todo el mundo han identificado para sus empresas en los próximos meses. Un ecosistema afectado, entre otras cosas, por la inestabilidad política generada por los conflictos internacionales como la guerra de Ucrania o la lucha comercial entre China y Estados Unidos.
Éstas son parte de las principales conclusiones del informe ‘What keeps Public Affairs leaders up at night?’ (¿Qué mantiene despiertos a los líderes de Asuntos Públicos por la noche?) al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE y que ha sido elaborado por FTI Consulting, firma de asesoramiento de inversores que celebra su decimoquinto aniversario en España.
¿Qué preocupa a los responsables de Asuntos Públicos? Ésta es la pregunta que intenta responder el informe y para ello preguntaron a 71 directivos de empresas de diferentes sectores en todo el mundo (un 63% trabajaban en empresas cotizadas), la mayoría parte del senior management team, es decir los directivos de mayor relevancia dentro de estas compañías y miembros de sus comités ejecutivos.
EEUU y China
En base a la encuesta, el informe recuerda que las empresas seguirán viéndose afectadas por las turbulencias geopolíticas y económicas en 2024. La guerra en Ucrania sigue planteando riesgos considerables para la seguridad y la confianza del mercado. Al mismo tiempo, ha afectado a los precios y ha creado restricciones comerciales, con grandes implicaciones para las operaciones y la rentabilidad de muchas empresas. En términos generales, las principales economías están marcadas por una inflación récord y un crecimiento lento.
Además de estas limitaciones, las empresas también deben adaptarse a un orden internacional cada vez más polarizado, al temor a una disociación económica entre EEUU y China, y a la divergencia normativa y política mundial. En este entorno externo desafiante y, dado este contexto, el 78% de los líderes de Asuntos Públicos creen que la fragmentación política y regulatoria es un riesgo importante al que se enfrentan sus empresas en los próximos meses.
Del mismo modo, las relaciones geopolíticas están cambiando, y las empresas deben adaptarse a esta realidad. El espectro de la competencia entre grandes potencias significa que las relaciones diplomáticas multilaterales se están fragmentando, con importantes implicaciones para la actividad económica. Es así como los responsables de Asuntos Públicos reconocen el reto que suponen estos cambios: el 45% de los encuestados afirmó que su empresa o sector se vería afectado por el nacionalismo, la localización y la polarización en los próximos 12 meses.
Peso en las organizaciones
En este sentido, el informe recuerda que en un entorno internacional incierto y volátil, los profesionales de Asuntos Públicos son más importantes que nunca para las empresas. A pesar de ello, muchos de estos equipos ocupan una posición contradictoria ya que, aunque desempeñan funciones de creciente importancia para la protección y expansión de las operaciones de las compañías, siguen luchando por mostrar cómo generan valor dentro de sus organizaciones. Es así como el 40% de estos profesionales cree que el mayor reto al que se enfrentan es la falta de comprensión de los altos directivos de sus empresas.
La medición del impacto de su trabajo, el acceso a los decision makers o la colaboración efectiva con otras áreas son algunos de los principales desafíos a los que tendrán que enfrentarse. De esta manera, uno de cada cuatro profesionales cree que no disponen de KPI claros para medir su rendimiento. «Resolver estos retos es de vital importancia para el uso óptimo y efectivo de los equipos de Asuntos Públicos», recalca el informe.
Por otro lado, muchos equipos de Asuntos Públicos luchan por hacer comprender su valor e impacto en sus organizaciones. En parte, esto se debe a que estos equipos trabajan en temas y con socios que suelen estar al margen de las operaciones comerciales. Trabajan para evaluar la información, desarrollar relaciones y generar influencia para la empresa, todo ello con el fin de mantener el derecho social de su organización, su capacidad de expansión y un entorno normativo favorable. «Unos flujos de trabajo que, aunque cruciales, son menos tangibles para el resto de la organización», concluye FTI.
Situación política
Todo ello puede provocar que se infravaloren sus contribuciones. También suelen tener dificultades para colaborar eficazmente con otras funciones. Ambas cosas pueden afectar a su capacidad para obtener la aceptación interna que necesita para desarrollar políticas que impulsen el negocio. Integrar la función en la -tanto a nivel central como, en su caso, a nivel local en los mercados- sigue siendo una medida para evitar que la función trabaje en la periferia de la actividad diaria.
Para gestionar este amplio conjunto de responsabilidades y maximizar su influencia estratégica dentro de su empresa, los equipos de Asuntos Públicos deben asegurarse de que cuentan con las herramientas internas, las asociaciones y las colaboraciones que les permitirán impulsar el cambio y consolidar su posición para impulsar el cambio y aumentar su influencia, indica el estudio de FTI.
Según dice el informe, los profesionales de Asuntos Públicos también deben tener un profundo conocimiento de la situación política, social y económica. Tienen que convertirse en colaboradores que sean capaces de hablar el idioma de su empresa y de sortear la creciente polarización. Además, deben gestionar con éxito la reputación y los intereses de su organización en un entorno mediático que exige una mayor transparencia y rendición de cuentas.
Herramientas internas
Para Carlos Ochoa, Managing Director de FTI Consulting en España, «los equipos de Asuntos Públicos amplían el foco de influencia de su organización y protegen su reputación. Es decir, trabajan para mejorar el entorno externo de la empresa, al tiempo que identifican nuevas oportunidades. Aportan la capacidad de comprender, anticipar y adaptarse a los riesgos empresariales que plantean a las empresas los distintos cambios normativos y políticos».
En conversación con este diario reconoce que todavía es una función que no ha calado del todo en el mercado europeo y que está lejos de su desarrollo en el mundo anglosajón, pero insiste en los beneficios de reforzar esta figura, en especial en grandes empresas del Ibex, si es que lo llevamos la realidad española.
«La función de Asuntos Públicos existe tanto para prevenir y minimizar los acontecimientos externos negativos, como para crear proactivamente oportunidades para su empresa. Además de proteger el derecho básico de la empresa a operar, los equipos de asuntos públicos permiten su crecimiento a través de la vinculación con múltiples grupos de interés que pueden ser clave para las compañías«, concluye.
