Transportistas y sector rural estudian una gran protesta contra el alto precio de los carburantes
Crece el descontento entre diversos ramos con respecto a la inacción del Gobierno
El sector del transporte y el sector rural estudian vías para poder asociarse en una gran protesta contra los elevados precios de los carburantes. Este ha sido el gran frente que ha dividido a estos dos sectores con el gobierno central durante la pasada legislatura. La unión que se estudia entre transportistas sector primario también es apoyada por asociaciones civiles, conscientes de la delicada situación que sufren los transportistas, ganaderos y agricultores de este país. El objetivo, sostienen, es crear una gran agrupación que reúna el descontento social de muchos profesionales que no se sienten representados por las grandes asociaciones sectoriales.
El transporte es uno de los sectores que más ‘ruido’ mediático genera, ya que de ellos depende una gran parte del movimiento de mercancías en este país. Por ello, los agricultores y los ganaderos buscan unirse a este sector para que su voz deje de estar aparcada y sea reconocida, para reclamar así un giro en sus condiciones económicas. De hecho, la mayoría de ellos sigue dependiendo del diésel para arrancar y hacer funcionar una de sus principales herramientas, los tractores.
«Estamos con un precio de los carburantes muy parecido al que había cuando nos dieron la ayuda de los veinte céntimos por litro de combustible», aseguran los transportistas. Estos, que se están concentrando a través de la Plataforma Nacional de Transportistas, repiten que no quieren ayudas ni ningún tipo de subvención. Solo quieren que el Gobierno garantice unas condiciones económicas favorables para que puedan ejercer su trabajo de forma rentable.
El Gobierno está aludiendo a su condición de «en funciones» para responder a la mayoría de los problemas que le van surgiendo. Una respuesta que no solo se da en los sectores mencionados sino que también se aplica a la energía, donde se siguen presentando proyectos que, pese al interés del Ministerio de Transición Ecológica, no reciben un sí definitivo por la incertidumbre política.
Los dos ministros salpicados son el titular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Planas, y la titular de Transportes, Raquel Sánchez. Ambos han capeado durante la pasada legislatura los diversos problemas de sus sectores, pero no ha habido uno que concentre el enfado de ambos juntos. De momento, no se espera que esta gran movilización se dé en los meses en los que el gabinete esté en funciones, sino que se esperará hasta que se conforme el gobierno. La Plataforma de Transportistas continúa por el momento en un roadshow visitando ciudades de todo el país para palpar el apoyo con el que cuenta.
El pasado año, el Gobierno destinó 660 millones de euros en ayudas directas para compensar a agricultores, ganaderos y pescadores por la subida del precio de carburantes y fertilizantes. Además, el pasado verano aseguró que, desde marzo de 2022, había dado más de 1.380 millones de euros en ayudas directas extraordinarias a los agricultores y ganaderos españoles. Por otro lado, desde el Ministerio de Transportes aluden a la bonificación de la que siguen disfrutando los transportistas: «Primero recibieron una ayuda de 20 céntimos por litro de combustible. Después se prorrogó el descuento, pero en 10 céntimos por litro de combustible hasta el 30 de septiembre de 2023. Ahora disfrutan de una bonificación de cinco céntimos de euros hasta el 31 de diciembre de 2023».
La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) —que está considerado como el interlocutor válido por el Gobierno para negociar la situación de los transportistas y que tiene una cuota del 54% en el Comité Nacional del Transporte por Carretera— aseguran que seguirán presionando al Gobierno para que aumente la ayuda de los carburantes hasta los 20 céntimos el litro. Una realidad que asumen que será compleja, porque el Ejecutivo ya les ha dejado claro que mientras estén en funciones no van a proceder a dicha mejora.
Aún así, desde el Comité insistirán en conseguir esa subvención, que está hoy reducida hasta los cinco céntimos por litro de combustible. No obstante, muestran a este periódico su preocupación porque conocen de primera mano el enfado creciente dentro del sector del transporte. «Puede pasar cualquier cosa», apuntan sobre la posibilidad de nuevas movilizaciones por parte de los transportistas.