Cataluña se independiza del 'lobby' verde del Gobierno y crea el suyo propio
Estará formado por 100 ciudadanos con perfiles diversos de la sociedad catalana que serán elegidos por sorteo
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. | Europa Press
En el inicio de verano de 2022, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sorprendieron a la opinión pública con una serie de imágenes donde ambos aparecían charlando con una serie de ciudadanos en un ambiente distendido en los jardines del Palacio de la Moncloa. Recibieron ese día las recomendaciones de la Asamblea Ciudadana para el Clima, un lobby impulsado por el Gobierno para marcar la agenda ecológica en España. Sin embargo, poco más de un año después, Cataluña se desmarca de la organización a nivel nacional y lanza una nueva asociación que partirá de cero, con la participación de ciudadanos aleatorios residentes en Cataluña.
Un escenario que hace saltar por los aires la estrategia de esta asociación que tenía como objetivo «presentar sus recomendaciones para generar un debate en todos los niveles de la Administración». Desde un primer momento, esta asociación buscó la mejor representación de todo el país para llevar a cabo una estrategia nacional. De hecho, del centenar que participó, fueron catalanes dieciséis de ellos, siendo la segunda comunidad mejor representada tras Andalucía.
«La Asamblea debe representar la diversidad de la sociedad española. La selección de los ciudadanos se hará de manera independiente y aplicando una metodología que permita asegurar la calidad y representatividad de la muestra, un grupo de participantes que refleje la distribución regional y el equilibrio entre zonas urbanas y rurales, con una selección hecha al azar y basada en criterios como la edad, el género, el nivel educativo, la procedencia geográfica y la actitud frente al cambio climático propios de la sociedad española», se detalla en su presentación.
No obstante, el pasado 9 de octubre, la Generalitat hizo público su intención de volver a comenzar el proceso ya iniciado hace un año a nivel estatal, pero además partiendo de cero para crear sus propias recomendaciones y copiando cada paso de la anterior iniciada. «Cataluña va contar con una Asamblea Ciudadana por el Clima para buscar soluciones al reto climático. Estará formada por 100 ciudadanos y ciudadanas escogidos por sorteo, y tendrán el encargo de analizar, deliberar y elaborar propuestas en el ámbito climático. Concretamente, debatirán sobre dos retos específicos: las energías renovables y el modelo agroalimentario», aseguraron.
Por otro lado, desde la Generalitat apuntaron a que «cualquier ciudadano de Cataluña iba a tener las mismas posibilidades de recibir una de las 20.000 invitaciones que se habían enviado por correo postal este mes de octubre para formar parte de la Asamblea. De entre aquellas personas que se inscribiesen, mayores de 16 años y que no ostenten ningún cargo electo, se seleccionarán 100 por sorteo». Hay tiempo hasta el 22 de octubre para enviar el formulario de inscripción.
«La Generalitat se ha asegurado que la Asamblea se constituya con perfiles diversos de la sociedad catalana con respecto a género, edad, niveles de estudio, territorio u origen. Además, las personas seleccionadas recibirán una compensación económica de 65 euros por cada una de las sesiones de trabajo, y se pondrán a su disposición servicios de transporte, catering, alojamiento y de cuidados, para facilitar la participación de todo el mundo», sentencian.
La Asamblea Ciudadana por el Clima de Cataluña se reunirá durante seis sesiones de trabajo entre el encuentro inaugural del 18 de noviembre de 2023 y el encuentro final del 10 de febrero de 2024. Para participar, no es necesario tener conocimientos previos sobre cambio climático. En las sesiones se contará con el apoyo de personas expertas de diferentes ámbitos que compartirán su conocimiento. Un procedimiento idéntico al que tomó en su día la asamblea ciudadana para el clima a nivel nacional.
«La Generalitat analizará todas las recomendaciones elaboradas por la Asamblea y valorará su incorporación a las políticas públicas que impulsa. Rendirá cuentas con los miembros de la asamblea para explicar cuáles y cómo se han incorporado las propuestas y cuáles se han excluido y por qué motivos», añaden.
El Gobierno central se gastó casi medio millón de euros en el impulso de la Asamblea Ciudadana para el Clima. Durante estos meses han ido trabajando y hablando con los diversos gobiernos regionales mostrándole sus recomendaciones para combatir el cambio climático.
