Cataluña y Aragón no pagan a las empresas de autobuses el descuento del 50% en los billetes
La ayuda se financia con 760 millones procedentes del Estado y 506 millones de las regiones
Aragón y Cataluña | The Objective
Cataluña y Aragón no están pagando el 50% de descuento de los billetes a las empresas privadas de autobuses. Estas se encargan de prestar un servicio público, que el Gobierno subvencionó por los efectos perversos de la guerra de Ucrania y lo canalizó a través de las Comunidades Autónomas. El empresariado, sobre todo el catalán, está caliente con esta situación ya que afecta a más de un centenar de empresas (en total hay 165 concesiones para operar) que circulan por todas las líneas urbanas e interregionales de la comunidad.
Precisamente en Cataluña es donde más movimientos ha habido por parte del empresariado, que está presionando a la Generalitat para que efectúe los pagos. Pero el resultado de las negociaciones son continuos tiras y aflojas entre el Govern y los empresarios. Este periódico ha tratado sin éxito de contactar con la patronal catalana del sector, que, de momento, prefieren no hacer ruido con este asunto.
«Las compañías de transportes comenzaron a vender los títulos de transporte con el 50% de descuento. Pero la Administración tiene que pagar ese 50% de descuento que la empresa deja de cobrar porque, si no, el servicio es deficitario. Están pasando los meses y no pagan, en algunos casos llevan las empresas sin cobrar desde el 1 de enero de 2023. Estamos hablando de diez meses. Hay empresas que comienzan a estar ahogadas financieramente», aseguran fuentes empresariales a THE OBJECTIVE.
Un escenario que no se da en todas las regiones, sino en concreto en las dos mencionadas. Así, las mismas fuentes sostienen que en el resto de comunidades no está habiendo estos problemas. Hay algunas incluso que son ejemplo por su puntualidad al pagar. «La Comunidad de Madrid, a través de su consorcio de transportes, está pagando el día 20 de cada mes a los operadores», sentencian las mismas fuentes.
Desde que a finales de 2022 se desató la guerra en Ucrania, el Gobierno central ha impulsado una serie de paquetes millonarios para paliar los efectos de la inflación. Uno de los focos estuvo precisamente en los abonos de transporte. Una medida que se ha ido prorrogando hasta el próximo 31 de diciembre. Este año, el Gobierno ha reunido 760 millones de euros que han sido entregados a las comunidades para subvencionar un 30% el descuento del billete, mientras que las distintas regiones han movilizado un total de 506 millones de euros para financiar el 20% restante.
Aragón cambió de gobierno hace escasos meses, en concreto en las últimas elecciones autonómicas celebradas el pasado 28 de mayo, donde el Partido Popular (PP) se hizo con el poder tras ocho años ininterrumpidos de un gobierno socialista. Por otro lado, Cataluña lleva siendo gobernado por Esquerra Republicana (ERC) desde septiembre del año 2020. La gestión de estos últimos ha estado muy en entredicho los últimos meses. Un escenario que obligó al president, Pere Aragonès, a remodelar su gabinete el pasado verano.
El sector de los autobuses en España está capeando un complejo escenario hoy. A la falta de conductores (estiman desde el sector que unos 1.100) se les une la revolución de la descarbonización de la actividad. De hecho parte los fondos europeos Next Generation han ido destinados a las renovaciones de flota de autobuses. La Unión Europea tiene un compromiso para que el 85% de los autobuses urbanos sean neutros de emisiones para el año 2030. Una ambición que con los interurbanos e interregionales todavía no se ha planteado. Por otro lado, el precio del carburante sigue estando entre las preocupaciones de las empresas privadas. De esta forma, el Ejecutivo sigue manteniendo unas pequeñas subvenciones por litro de combustible.
Además, la llegada de un nuevo agente, la plataforma alemana Flixbus, amenaza al sector, ya que está presionando tanto en la opinión pública como al Gobierno para liberalizar el mercado del autobús y poner fin a las regulaciones estatales. Una situación que temen desde el sector, ya que es parecida a lo que acabó propiciándose en el mundo del taxi hace unos años. La compañía ya ha superado los cinco millones de usuarios en nuestro país desde su llegada a la región y afirma compartir las conclusiones del Ministerio de Transportes sobre el mapa concesional español del sector, que califica de «obsoleto, ineficiente y no planificado».
