Comunidad Solar, el Robin Hood de la energía
Esta empresa madrileña promueve el autoconsumo remoto de renovables. El ahorro mensual asciende al 70%
¿Qué ocurriría si de repente la gente accediese a una fórmula de «soberanía energética» que permitiera ahorros extraordinarios en la factura de la luz, ese dolor de cabeza tan frecuente en España? El pitch de Comunidad Solar, empresa creada en 2018 en Madrid, despeja la pregunta con una respuesta simple: esa opción existe ya.
El producto estrella de la compañía es el autoconsumo remoto. Se articula así: Comunidad Solar despliega el parque solar, la turbina eólica o la central hidráulica y los vende por partes a familias, particulares y empresas, que se convierten así en comuneros (son actualmente unos 1.700) y disfrutan del rendimiento contratado durante 30 años.
Contundente es el impacto: esa energía se paga hasta cinco veces por debajo de los precios habituales de mercado. «Intentamos redistribuir el poder de la generación de energía, concentrado históricamente en unas pocas empresas, para dar a la sociedad independencia energética», resume el cofundador, Eugenio García-Calderón.
En el caso de un parque fotovoltaico, la energía que producen los paneles cuesta a los comuneros cero euros, porque son suyos. Comunidad Solar no obtiene ningún beneficio por comercializar esa energía, su margen está en la venta de las partes en que se divide cada parque. Un mix energético lo componen un panel solar y una miniturbina eléctrica y vale 1.200 euros. Se estima que una familia necesita entre cuatro y cinco mixes para cubrir su consumo energético anual.
Llenar la hucha del cerdito
Para un individuo que viva solo en un piso de unos 90 metros cuadrados, bastaría con tres mixes y un desembolso total de alrededor de 3.500 euros. Este movimiento le ahorraría casi 27.000 euros en 30 años. La inversión se amortizaría en unos seis.
La solución de Comunidad Solar permite a residentes de cualquier parte del país consumir en su casa la energía producida en esos parques que están a cientos de kilómetros de distancia, pagando en la factura de la luz únicamente los conceptos regulados por el Estado (peajes, distribución). El ahorro puede ser incluso mayor gracias a los excedentes.
Garantías
Por cada mix contratado, explica García-Calderón, el comunero desembolsa 1,5 euros al mes para cubrir el coste del seguro y el mantenimiento del parque. Además, hasta el 15% de la energía generada se destina a fondo de contingencia por si fallan las salvaguardas habituales. Si el comunero cambia de domicilio, el consumo viaja con él a su nueva ubicación.
La firma madrileña ha levantado 1,2 millones de euros a una valoración de 25 y espera sumar pronto otro millón y medio. Entre los socios de Comunidad Solar destaca Circle Energy, empresa que ha desplegado miles de megavatios en España y el resto del mundo.
Alcaldes felices
Comunidad Solar instala paneles en casas unifamiliares y edificios residenciales, además de puntos de carga de baterías y vehículos eléctricos, pero su otro producto estrella es la comunidad energética para municipios.
Durante la próxima primavera, el equipo de García-Calderón mostrará a alcaldes de toda España la utopía nada utópica de la autosuficiencia. «Muchos ayuntamientos tienen terrenos disponibles para estos parques. Si una planta solar está a menos de dos kilómetros del núcleo urbano, ni siquiera se paga por el transporte de la energía».
¿Demasiado bonito para ser cierto? ¿Soberanía, independencia energética y una factura sin vaivenes ni convulsiones?. «Lo que ocurrirá es que los grandes actores de este sector nos copiarán la idea. Antes construías un parque y vendías la energía. Ahora lo construyes y te lo quedas. Pasa como con la vivienda. ¿Qué prefiere usted, vivir de alquiler o ser propietario?», remacha el cofundador.