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Economía

Un 'hachazo' de 2.100 millones en Argentina y Turquía impide a BBVA atrapar al Santander

La hiperinflación de ambos países resta al banco que preside Torres tal cantidad en sus resultados hasta septiembre

Un ‘hachazo’ de 2.100 millones en Argentina y Turquía impide a BBVA atrapar al Santander

Los presidentes del Santander, Ana Botín, y de BBVA, Carlos Torres. | Efe

BBVA ha sufrido un ‘hachazo’ en sus cuentas de los nueve primeros meses de casi 2..100 millones de euros por la hiperinflación de Turquía y Argentina. Un golpe que ha impedido a la entidad que preside Carlos Torres ganar tanto como el Santander, su principal rival. Es decir, más de 8.000 millones.

Los datos recabados por THE OBJECTIVE reflejan que la escalada de los precios en Turquía han mermado nada más y nada menos 1.632 millones de euros los beneficios de BBVA, una cantidad que en el caso de Argentina alcanza los 436 millones. Debido a este efecto negativo, por la contabilidad que tiene que realizar el banco español en ambos países, los resultados se quedaron en los 5.961 millones, que habrían alcanzado los 8.029 millones si se excluyera y por tanto se quedarían a un paso de alcanzar los números del Santander (8.143 millones).

Hay que resaltar que BBVA es muy inferior al conglomerado que lidera Ana Botín y está mucho menos diversificado. En concreto, el volumen de activos que tiene el primero llega a los 757.000 millones, mientras que el del segundo a los 1,8 billones. Es decir que su tamaño es mucho menos de la mitad que la de su mayor competidor.

El agujero asumido por BBVA crece un 30% con respecto a todo 2022

Las ‘pérdidas’ que se ha anotado tanto en Turquía como en Argentina han sobrepasado con creces las asumidas a lo largo de 2022, cuando el agujero fue de unos 1.600 millones en conjunto. Es decir, el golpe para BBVA por la inflación disparatada en ambos mercados es casi un 30% mayor al de 2022.

Debido a este incremento en el tercer trimestre el resultado de BBVA en Turquía generó pérdidas, de 158 millones. El banco señala en estos números rojos se deben principalmente al ajuste por la hiperinflación al pasar el nivel de precios del país 6,4% hasta 25,1%. Pero también matiza que otro factor que ha llevado a las cuentas a negativo entre julio y septiembre es el aumento del impuesto de Sociedades del 25% al 30%, con carácter retroactivo desde enero. Si bien, el cambio en este gravamen le permitió en el segundo trimestre una devolución fiscal de 205 millones para su filial otomana Garanti.

Turquía es para BBVA clave, ya que representa su tercer granero de ingresos y activos y su última apuesta estratégica de gran calado. Hasta el punto que la entidad decidió romper las negociaciones para absorber el Sabadell a finales de 2020 para reforzar su posición en Garanti y elevar la inversión a los 9.000 millones. En la primavera de 2022 desembolsó 1.400 millones para aumentar al 86% el capital en el turco, que en los nueve primeros meses de 2023, una vez asumidos los efectos antes descritos, el país generó un beneficio de 367 millones de euros.

Desde junio de este año, la cúpula del banco español es más optimista sobre la contribución que pueda hacer su franquicia en el medio plazo, ya que el régimen de Recep Tayyp Erdogan materializado un giro en su política económica y monetaria, volviendo a la senda de la ortodoxia. Pero, esta tendencia positiva se puede truncar si la guerra de Gaza se extiende por la zona. La incertidumbre sobre Garanti ha vuelto y la cotización de la división de BBVA ha caído con fuerza en las últimas semanas.

Por su parte, Argentina tiene un menor peso para el conglomerado presidido por Torres, aunque es su principal mercado en América del Sur. Tras haber reflejado el impacto de la hiperinflación, entre enero y septiembre aportó 138 millones de euros al grupo.

BBVA, a pesar del hachazo, volverá este año a registrar beneficios históricos, que podrían rondar los 8.000 millones si se cumplen las mejores expectativas del mercado. Esta cifra supondrá un aumento del 19% con respecto a los obtenidos en 2022. Pero, de nuevo, estarán lejos de los que previsiblemente logrará el Santander, que sobrepasarán por primera vez el umbral de los 10.000 millones de euros, propulsados por la subida de los tipos de interés y la mejora de la actividad. Un nivel que conseguirá Ana Botín y que persiguió su padre bajo su presidencia en la época del boom inmobiliario.

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