Moncloa bendice el giro de los informativos de Mediaset y la llegada de Franganillo
El Gobierno prepara la batalla del relato para toda esta legislatura y para ello busca aliados mediáticos
El Gobierno ve con muy buenos ojos la revolución que Mediaset está imponiendo en sus informativos. El 23 de octubre el grupo audiovisual fichó a Francisco Moreno como director de Informativos, esta semana anunció la incorporación de Carlos Franganillo y prepara una completa reestructuración para reforzar Noticias Cuatro. Movimientos que, según ha podido saber de THE OBJECTIVE, son del agrado del núcleo duro del Ejecutivo ya que -creen- son pasos encaminados a mantener una línea de centroizquierda que puede ser más permeable a los mensajes de Moncloa.
Hasta la fecha, el informativo de las 21 horas, en manos del histórico Pedro Piqueras, se identificaba con una línea proclive al Gobierno, pero también es cierto que toda la estructura de informativos no terminaba de ser útil para los intereses del Ejecutivo de Pedro Sánchez debido a que no se apostaba decididamente por los contenidos políticos.
El ex consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile, apostó siempre por tener unos informativos alejados de la política y centrados en el interés humano, los sucesos y la información más ciudadana, dejando fuera mensajes partidistas. En la misma línea que Mediaset en Italia, una cadena conservadora y propiedad de la familia Berlusconi.
Apoyos del Gobierno
En enero de 2019 Vasile cerró por sorpresa los informativos de Cuatro, cadena heredera de CNN+ y que también tenía una orientación de centro izquierda. Los mensajes que llegan desde Mediaset indican que el objetivo ahora es hacer una fuerte apuesta el periodismo y ello implica no solo reforzar el equipo de Telecinco, sino relanzar los productos informativos de Cuatro en la primera parte del año 2024.
En Moncloa son totalmente conscientes de que parte de la guerra política de la legislatura que comienza se librará en los medios de comunicación y para ello necesitan el máximo de munición y medios fieles. Ya tienen el apoyo del grupo Prisa con El País y la Cadena Ser; además de RTVE, con todos sus canales y RNE; y otros medios digitales como eldiario.es o Público.es, pero conseguir cercanía con Mediaset, la tercera cadena por audiencia, sería un gran avance para dominar el terreno televisivo.
Uno de los grandes azotes del Gobierno en la anterior legislatura han sido los informativos de Antena 3 y especialmente el de las 21.00 horas a cargo de Vicente Vallés, con más de dos millones de audiencia de media en algunas ocasiones. En este sentido, desde Moncloa se ha intentado equilibrar la balanza con los informativos de La 1 (tras el salto a la televisión pública hace poco más de un año tras la salida de José Manuel Pérez Tornero) y precisamente con Carlos Frenganillo como presentador.
Cambios en Mediaset
Pero no ha sido suficiente. Por ello, conseguir el apoyo de Mediaset es muy importante para conseguir la supremacía del relato en los informativos de la televisión. Por su parte, desde la cadena de los Berlusconi han comenzado a dar pasos para acercarse a esta línea gubernamental con el nombramiento de Alejandro Salem como consejero delegado a comienzos de este año. Lo primero que hizo el directivo italiano fue despejar cualquier duda respecto de quién llevaría las riendas de la línea editorial de los informativos en la cadena.
Con la salida de Vasile a finales de 2022, se nombró a un equipo directivo en el que Borja Prado, el presidente no ejecutivo, tenía responsabilidad sobre esta área. Pero en la reorganización de junio, Salem tomó todo el control y asumió el área editorial y de informativos y comenzó a elaborar un equipo propio. El cambio no es baladí ya que Prado es un empresario cercano a la derecha, sin embargo el CEO de Mediaset España optó por un perfil más pragmático y con guiños al Gobierno.
En este sentido, su primera gran decisión fue nombrar a Francisco Moreno, hasta ahora administrador único del Ente Público Radio Televisión Canaria (RTVC), como director de Informativos del grupo Mediaset y además en dependencia directa del consejero delegado, Alessandro Salem.
Moreno y Franganillo
Quienes le conocen definen a Moreno como progresista, perfil que coincide con su designación en 2015 para el Consejo Rector de RTVC, precisamente por el PSOE. En julio de 2018 también se postuló como presidente de RTVE y se llegó a decir que contaba con el apoyo de los socialistas aunque finalmente resultó elegido Pérez Tornero. Lo cierto es que su perfil está alejado de la derecha y, pese a que tiene un perfil técnico, está más en la órbita de la centroizquierda.
Ya con Moreno en el equipo, Salem buscó seguir profundizando los cambios y cerró el fichaje de Carlos Franganillo, la estrella de los informativos de RTVE, con un gran cartel y prestigio y que ideológicamente está cerca de la centroizquierda. El presentador asumirá como líder del prime time e intentará construir un informativo que compita con Antena 3 y Vicente Vallés desde otra perspectiva ideológica. La triada la completa Juan Pedro Valentín, encargado de reconstruir Noticias Cuatro, y que también está en la misma sintonía del nuevo equipo.
Fichaje de Vicente Vallés
Con todo, el fichaje de Franganillo -aplaudido desde todos los resortes mediáticos del Gobierno- fue una decisión de Salem para dar un golpe de efecto. Y lo lograron. Tras fracasar el fichaje de Vicente Vallés, lo intentaron con el segundo presentador de informativos mejor valorado y lo consiguieron tras varias semanas de negociaciones y una importante oferta económica.
Respecto al futuro, desde la cadena se dice que apostarán por una información no ideologizada, algo que parece difícil considerando la estructura directiva que han montado. En cualquier caso, en enero empezará una nueva era para los informativos de Mediaset, por primera vez en más de una década con interés en la información política, con una ideología más cercana a la izquierda del arco parlamentario y con dos canales (Cuatro y Telecinco) apostando por tener varios programas informativos en antena. Una situación idónea para los intereses de Moncloa.