Bruselas 'amonesta' al Gobierno por permitir a Enagás participar en proyectos de hidrógeno
Se busca que la empresa participada por el Estado se centre solo en garantizar el origen renovable de los proyectos
El consejero delegado, Arturo Gonzalo, y el presidente, Antonio Llardén.. | Europa Press
Toque de atención de la Comisión Europea al Gobierno a través de la empresa participada por el Estado, Enagás. La razón no fue otra que la intención de la energética de querer compaginar la producción de hidrógeno verde con el propósito de ejercer un papel dominante sobre el resto de compañías en cuanto al transporte y la infraestructura de la red de hidrógeno verde. Así, Bruselas entiende que la energética no puede estar ligada a las dos partes y que, por ende, debe focalizarse solo en garantizar el origen renovable de los proyectos.
Fuentes financieras aseguran a THE OBJECTIVE que el toque de atención de Bruselas al Gobierno se debe a su elección como organismo encargado de vigilar las garantías de origen renovable del hidrógeno. Una función que las mismas fuentes aseguran que está cumpliendo bien. Sin embargo, esa función -que ya encaja con ser el gestor de la red de transporte (conocido como TSO por sus siglas en inglés) porque se encarga de distribuir el gas y ajustar las infraestructuras- no es viable al mismo tiempo con la de jugar como una entidad en la otra parte donde se recibe inversión para llevar a cabo proyectos de hidrógeno.
La ‘amonestación’ de la Comisión Europea se dio tras la participación de Enagás en un proyecto europeo, ya que «no podía formar parte como las otras entidades y los otros socios». Una realidad que, desde entonces, ha obligado a la energética a mirar con cautela en qué proyectos meterse y que algunos socios han sufrido. «Se van a centrar en definir esas garantías de origen y en la nueva red de transporte de hidrógeno en España. Son dos funciones con las que ya tienen suficiente», sentencian fuentes empresariales.
Pero este toque de atención de Bruselas ya lo dio la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), en octubre de 2022, cuando hizo pública una serie de recomendaciones para que Enagás reforzase la separación funcional de sus actividades. «Estas estaban relacionadas con la independencia, la protección de la información o la composición de los órganos de administración del Grupo Enagás, para que éste refuerce la separación funcional del gestor técnico del sistema gasista respecto del resto de sociedades del grupo, y evite posibles conflictos de interés, tal como exige la Ley de Hidrocarburos a los grupos que desarrollan actividades incompatibles», apuntaron.
De esta forma, la energética está llamada a ser el auditor del origen renovable del hidrógeno. «Ellos vienen a tu planta a ver el proceso para ver si cumple con el protocolo. En caso de que sí, te ponen un sello donde se certifica que la planta produce hidrógeno renovable», apuntan fuentes del sector. Por otro lado, la energética ha hecho un estudio de toda la red actual donde apuntan a que la red debe ser actualizada, en teoría, en torno a un 20 o 25% porque el resto de la red, según ellos, sí puede asumir el transporte de hidrógeno.
El Gobierno los ha seleccionado para que sean la empresa encargada de definir la nueva red: estableciendo el cómo y el cuándo. Sin embargo, el papel de Enagás aún hay que definirlo. No obstante, hoy por hoy en España son el ente que garantiza el origen renovable del hidrógeno verde. Unas funciones que han generado ciertos recelos dentro del sector porque creen que no han sido consultados.
Una de los grandes interrogantes que había era qué se considera hidrógeno renovable. La multitud de colores por la que se apuesta en la Unión Europea provocó dudas dentro del sector: desde el verde (a través de placas solares y aerogeneradores) hasta el rosa (por medio de la nuclear), pasando por el azul (gas natural). Desde Europa se estableció una serie de pautas para considerar el hidrógeno renovable que permitió al rosa también formar parte.
La legislación sobre el hidrógeno verde aún sigue poco madura. De hecho, se espera que en este mes de diciembre se cierre en la Unión Europea un acuerdo sobre la futura tecnología. Mientras tanto, los proyectos anunciados se amontonan en España. Así, en los distintos rincones del país, como en Castilla-LaMancha, Galicia, Andalucía, las energéticas -Iberdrola, Naturgy, entre otras- preparan grandes proyectos de hidrógeno verde en los que se esperan fuertes inversiones.
