Berlín firma un megacontrato millonario de gas con Noruega y le hace un guiño a su hidrógeno
El país nórdico es un competidor de España, que está apostando por el hidrógeno azul frente al verde de nuestro país
El ceo de Equinor, Anders Opedal, y el ceo de SEFE, Egbert Laege. | Equinor
Este martes se hizo oficial un acuerdo histórico entre Noruega y Alemania. Equinor, controlada en un 67% por el Gobierno noruego, suministrará a la compañía energética estatal alemana Sefe (Securing Energy for Europe, por sus siglas en inglés) 111 teravatios hora (unos 10.000 millones de metros cúbicos) de gas natural al año, desde el 1 de enero de 2024 hasta 2034, con una opción de prórroga por otros 5 años más. En total, 15 años de suministro.
La opción de los cinco años años es por un total de 319 teravatios hora (Twh), unos 29.000 millones de metros cúbicos, a lo largo del periodo. Por otro lado, las empresas también firmaron una carta de intenciones no vinculante con la intención de que la compañía Sefe se convierta en un comprador a largo plazo de suministros de hidrógeno a gran escala y con bajas emisiones de carbono de Equinor a partir de 2029 y hasta 2060.
«Equinor y Alemania han disfrutado de una sólida asociación energética desde el inicio de las exportaciones de gas noruego en 1977. Los volúmenes totales que hemos acordado hacen de éste uno de los mayores acuerdos que hemos alcanzado como empresa, y los suministros contribuirán a la seguridad energética de Alemania y Europa. También me complace firmar la carta de intenciones para explorar oportunidades de suministrar a Sefe hidrógeno bajo en carbono a escala industrial durante las próximas décadas, lo que permitirá a las industrias europeas y a las centrales eléctricas de gas flexible acelerar la descarbonización», afirmó Anders Opedal, ceo de Equinor.
Por otro lado, el ceo de Sefe, Egbert Laege, subrayó la alianza por el hidrógeno en el acuerdo. «Con la firma de los acuerdos de suministro de gas e hidrógeno, nos hemos asociado con un proveedor europeo fuerte que nos acerca un gran paso a nuestro objetivo común de descarbonizar el sector energético y, al mismo tiempo, proporcionar seguridad energética. La adquisición de gas natural de la plataforma continental noruega garantiza el suministro sostenible y con garantía de futuro para los clientes europeos y, en particular, alemanes de los sectores doméstico e industrial. Compartimos ambiciosos objetivos para acelerar el desarrollo de la economía del hidrógeno. Esto incluye oportunidades de negocio conjuntas relacionadas con el transporte y el almacenamiento de hidrógeno para el futuro», sentenció.
El objetivo de ambas compañías es lograr el suministro de hidrógeno bajo en carbono a escala industrial, empezando con 5 TWh al año a partir de 2029 y aumenar gradualmente hasta 40 TWh al año entre 2050 y 2060. El gas se entregará en el Trading Hub Europe de Alemania, en el Title Transfer Facility de los Países Bajos y en el National Balancing Point del Reino Unido.
El hidrógeno azul de Noruega
«Con la actualización de la Estrategia Nacional del Hidrógeno, establecemos el marco para una nueva fase de crecimiento del mercado del hidrógeno», afirmó el ministro de Economía y Acción por el Clima, Robert Habeck a finales de julio. La estrategia actualizada prevé que la demanda de hidrógeno alcance los 95-130 Teravatios hora (Twh) en 2030, lo que supone un ligero aumento respecto a las previsiones anteriores, realizadas hace tres años.
El hidrógeno producido a partir de combustibles fósiles, con el consiguiente secuestro y almacenamiento de las emisiones de Co2 asociadas, es lo más novedoso con respecto a la política anterior de Alemania. En un principio, el país germano se propuso limitar la financiación estatal solo al hidrógeno verde. Sin embargo, el gobierno alemán suavizó esta postura tras las presiones de Noruega y del socio liberal de la coalición de gobierno del canciller Olaf Scholz. Noruega ha subrayado en repetidas ocasiones que su objetivo inicial es suministrar a Alemania hidrógeno azul en lugar de verde.
Mientras el hidrógeno se va desarrollando, Europa sigue sumida en un debate acerca del color por el que se debe apostar, que depende de la tecnología que se utilice. Frente al verde y al azul mencionado, está el rosa, que es por el que apostará Francia con su energía nuclear. Otros países, fuera del entorno de la Unión Europea, como es Estados Unidos, está apostando por un mix de colores y repartiendo subvenciones en la producción de hidrógeno sin importar el origen de este.
