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El Gobierno otorgó su máxima ayuda a Siemens Gamesa unos meses antes del 'rescate'

La subvención fue de seis millones de euros, muy superior a las entregadas en los años anteriores

El Gobierno otorgó su máxima ayuda a Siemens Gamesa unos meses antes del ‘rescate’

Piezas de Siemens Gamesa. | Europa Press

El Gobierno, a través del Ministerio de Transición Ecológica, concedió en julio de 2023 su máxima subvención a la compañía Siemens Gamesa desde que tiene registros el sistema de ayudas públicas. Una cantidad muy superior al resto de ayudas previas otorgadas, donde se superaron los seis millones de euros. Ocurrió en una situación crítica para la empresa y a tan solo unos meses de que se anunciara un ‘rescate’ a la compañía por medio de avales que garantizasen contratos a la matriz de Siemens Gamesa.

En concreto, fue el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) el que entregó esta ayuda a través del programa de incentivos numero cuatro, que recibía de sobrenombre: ‘Retos de investigación básica-fundamental, pilotos innovadores y formación en tecnologías habilitadoras clave’, dentro de los programas a la cadena de valor innovadora y conocimiento del hidrógeno renovable. Una subvención que se canalizó a través de los fondos europeos Next Generation.

El presupuesto total de la convocatoria fue de 40 millones de euros e iba destinado al sector industrial y energético. El resto de importes que ha recibido desde 2019 ha sido inferior a esta. Además, cabe añadir que no solo han recibido ayudas directas sino también préstamos. Así, y sin ir más lejos, en octubre de 2022 recibió 35.000 euros y 82.000 euros por parte de la Agencia Estatal de Innovación; en enero de 2022 obtuvo 701.000 euros por parte del Centro de Desarrollo Tecnológico.

Preguntas en el Congreso

El Congreso de los Diputados ha preguntado durante estos últimos meses la situación de la empresa Siemens Gamesa. Y, en concreto, se ha interesado por las ayudas públicas que ha recibido. Así, en octubre de 2023 desde el Grupo Mixto se pidió conocer las «ayudas concedidas en los últimos años a la empresa Siemens Gamesa». Unas semanas después se volvió a interpelar al Gobierno por los puestos de empleo que podían haber en juego en una comunidad en concreto y las medidas que se iban a adoptar para evitarlo: «¿Qué acciones ha puesto en marcha el Ministerio de Industria para asegurar el empleo de los 1.800 navarros que trabajan en Gamesa?».

La respuesta del Gobierno a finales de noviembre fue que el Ministerio de Industria «no contaba con un presupuesto específico para una determinada provincia. Los proyectos que se realizan en una determinada provincia dependen de que los que presentan las empresas ubicadas en esos territorios cumplan los requisitos para acogerse a los programas de ayuda que pone a disposición el Gobierno». Lo que hasta ahora se conoce es que se buscará la cobertura del CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) y de diversos bancos para avalar a la compañía.

Durante la presentación a los inversiones, Siemens Energy contempló acometer en su filial un ajuste de alrededor de 400 millones de euros para 2026 con el objetivo de simplificar la organización y optimizar los costes generales para alcanzar el punto de equilibrio en ese año. A mediados de noviembre se conoció que el Gobierno alemán y Deutsche Bank ayudarían a Siemens Energy tras los preocupantes resultados tanto de la propia matriz mencionada como de la filial Siemens Gamesa.

Los trabajadores han dado cierta tregua al Ejecutivo por el diciembre sin parangón que se ha vivido, con los acuerdos para formar gobierno, la recién llegada de los nuevos ministros, y a la espera de uno de los más importantes: el sustituto de Nadia Calviño. Mientras el Gobierno mantiene conversaciones con la empresa y los bancos para llevar a cabo las garantías, los empleados de Siemens Gamesa se mantienen a la espera. En juego hay casi 5.000 empleos en España y su matriz cuenta con una cartera de pedidos que superan los 100.000 millones de euros.

«La paralización en las ventas de los aerogeneradores terrestres, mientras los centros productivos se encuentren en flexibilidad negativa o bajo ERTEs, está provocando una situación crítica en nuestro país que, además, está impactando negativamente en los proveedores», sentenciaron.

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