El juez cierra el concurso de acreedores del PDeCAT con un pasivo de 6,4 millones
La formación reivindica haber afrontado «la práctica totalidad de las obligaciones» que procedían de CDC y del PDeCAT
El juzgado de los Mercantil número 8 de Barcelona ha acordado el cierre del concurso de acreedores del PDeCAT, en el que de la documentación aportada se desprende un pasivo de 6.455.803,32 millones de euros. El auto, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que no es posible oponerse a la conclusión del concurso, por lo que «se procede a concluir este concurso y archivar las actuaciones».
También expone que, desde que se publicó el auto de declaración de concurso sin masa –modalidad de concurso de acreedores para empresas en situación de insolvencia, sin bienes y con deudas que hacen inviable su continuidad–, ningún acreedor solicitó el nombramiento de un administrador concursal.
Del pasivo de 6,4 millones de euros, fuentes de la formación consultadas por Europa Press han explicado que 6,3 corresponden a la previsión que la ley les obligaba a tener en cuenta al estar procesados por la Audiencia Nacional en la causa del 3%, a la espera de juicio, al considerarlos sucesores de Convergència Democràtica de Cataluña (CDC).
En la causa del caso Palau, la Audiencia Provincial de Barcelona decretó en febrero del año pasado el archivo de la causa que seguía contra Junts y PDeCAT por los 6,6 millones que CDC fue condenada a pagar por el desfalco del Palau de la Música. Los otros 150.000 euros equivalen a 130.000 de proveedores y 20.000 a gastos por Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), una cifra que representan un 0,5% de lo que han pagado por esta partida, especifican las citadas fuentes.
El partido reivindica que todo lo relativo a la Seguridad Social, Hacienda y otras obligaciones está pagado, por lo que ponen en valor que han afrontado «la práctica totalidad de las obligaciones» que procedían de CDC y del PDeCAT.
Fuera del Parlament y Congreso
A finales de octubre, el PDeCAT decidió en una asamblea extraordinaria cesar su actividad política tras haber quedado fuera del Parlament en las elecciones de 2021, con una candidatura que encabezó Àngels Chacón, y del Congreso en julio de este año con Roger Montañola al frente.
Actualmente, la formación cuenta con 187 concejales y alguna alcaldía, como la que lidera Marc Solsona en Mollerussa (Lleida), aunque en las municipales de mayo se presentaron con una coalición amplia con partidos municipales bajo el nombre de ‘Ara Pacte Local’ y no con las siglas del PDeCAT.
El partido nació en 2016 como sucesor de la extinta CDC como un «partido de centro, definido como nacionalista, democrático, moderado», con Marta Pascal y David Bonvehí como principales caras visibles, pero los choques y la desconfianza con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no tardaron en llegar.
Esta desconfianza es la que llevó a Puigdemont a querer liderar en 2017 una candidatura unitaria y transversal con independientes en que no aparecían las siglas del PDeCAT, que sí disponía de los derechos electorales y políticos y de los recursos económicos, lo que acabó cristalizando en el nacimiento de una coalición con el nombre de Junts per Cataluña.
Pese a compartir espacio político, las discrepancias a raíz del proceso independentista se sucedían y se agrandaron, y ello y acabó provocando la salida de Pascal y que Bonvehí tomara las riendas del PDeCAT, pero tampoco se suavizó la tensión con el expresidente catalán.
Finalmente, el 25 de julio de 2020 Puigdemont acabó creando un nuevo partido con el nombre también de Junts per Cataluña, y la decisión de la dirección del PDeCAT de llevar el caso a los tribunales recrudeció aún más la mala relación entre las dos partes, provocando la ruptura y la escisión de la formación heredera de CDC. Tres años después de esta escisión, el PDeCAT ha decidido poner punto y final a su trayectoria política.