¿Qué pasó en Grifols?: de la responsabilidad de la CNMV a los intereses de los fondos bajistas
El autor del informe que hundió las acciones de la compañía notificó el lunes la venta a corto de un 0,57% de su capital
Grifols perdió más de 1.500 millones de euros, tras dejarse un 24,9% en la Bolsa de Madrid y en la que probablemente ha sido la jornada más negra de sus 83 años de historia. Este es el mejor resumen de lo que aconteció este martes para la compañía de hemoderivados tras asestar el duro golpe del fondo bajista, Gotham Research, que a primera hora de la mañana publicaba un demoledor informe en el que les acusa de falsear sus cuentas, de inflar sus resultados operativos y de ocultar parte de su deuda.
Sin embargo, fuentes del mercado y del sector advierten a THE OBJECTIVE que no estamos ante un caso común de falseamiento de cuentas. En primer lugar, consideran que es muy difícil que la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV) o BME, el gestor de Bolsa de Madrid, no detectaran los fallos denunciados -que no parecen pertenecer a una ingeniería financiera demasiado sofisticada- al mismo tiempo que advierten de las dudas que hay respecto del informe de Gotham y de sus verdaderas intenciones.
Gotham Research -que fue la principal responsable de la caída de Gowex hace una década con un informe en el que también acusaba de falsedad contable a la empresa de wifi- atacaba a primera hora diciendo que Grifols «ha manipulado sus cuentas para reducir artificialmente su apalancamiento informado». El fondo sugería no comprar sus acciones ya que -indicaron- «probablemente valen cero».
Informe de Gotham
Gotham ponía el foco en su apalancamiento (deuda sobre Ebitda) que cifraba en cerca de 10-13 veces, muy por encima de las 6,7 reportadas. Y ponían en duda la consolidación de ciertos activos en estados financieros de Scranton Enterprises (un vehículo financiero de la familia Grifols) el que -a su juicio- «incurre en un tratamiento materialmente engañoso e incorrecto».
Frente a estas acusaciones la reacción de Grifols fue negar la mayor en todo momento. En un comunicado enviado a primera hora advirtieron de que facilitan toda la información pertinente relativa a todas sus transacciones significativas «con el máximo nivel de integridad y transparencia para reflejar una visión exacta y justa de sus estados financieros consolidados«. A media tarde del martes, volvían a enviar un documento desmintiendo todas y cada una de las acusaciones de Gotham y explicando cómo consolidan los activos de Scranton y la fórmula que utilizaban para calcular sus ratios de deuda y de Ebitda.
Al mismo tiempo, Grifols advertía de las intenciones de Gotham con su informe. «La compañía no entiende la diferente interpretación hecha por Gotham City Research a no ser que lo único que pretenda, como fondo cortoplacista que es, sea que baje la cotización de la acción tal y como ellos mismos reflejan en la página 2 de su informe, para obtener beneficios».
Respuesta de la CNMV
En efecto, Gotham notificó el lunes a la CNMV la venta a corto de un 0,57% de Grifols. Los fondos bajistas tienen como su principal objetivo «apostar» a que las acciones de determinadas compañías pueden caer, lo que efectivamente ha pasado con la compañía catalana tras el demoledor informe. El fondo tomó prestadas estas acciones con un precio de aproximadamente 50 millones, al cierre del lunes, para adquirir las mismas a un precio de 30 millones para cuando tenga que devolverlas.
Ante toda esta situación, los movimientos del regulador han sido muy cautos. En primer lugar, la CNMV nunca suspendió los títulos de Grifols, algo habitual en el descalabro bursátil de algunas empresas, ya que según su propio presidente, Rodrigo Buenaventura, hubo información al mercado en todo momento, incluso de parte de la propia compañía catalana que remitió oportunamente los argumentos para rebatir las acusaciones de Gotham.
Buenaventura ha pedido tiempo para analizar tanto el informe de Gotham como los desmentidos de Grifols. «Lo que nos toca a la CNMV es recabar información adicional para aclarar la situación y ver qué extremos de la información tienen que ser revisados o analizados. No tiene sentido poner en duda la integridad de las cuentas auditadas de Grifols ni ignorar la información que se ha publicado esta mañana», dijo en una medida y equidistante posición.
Grifols en el Ibex
Por otro lado, el consejero delegado de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Javier Hernani, dijo que «se requiere información y transparencia sobre el informe, sus intereses y la realidad que comenta». El jefe del gestor bursátil español ha señalado que «todavía es muy pronto para sacar ninguna conclusión», aunque ha alabado el funcionamiento de los mecanismos del mercado y su infraestructura tras una apertura marcada por la volatilidad de la compañía catalana de hemoderivados.
Fuentes del mercado consultadas por este diario muestran dudas respecto a la reacción institucional, aunque recuerdan que sea cual sea el resultado, el regulador deberá mover ficha. Si realmente fueran verdad las acusaciones sobre Grifols la función supervisora de la CNMV y de los auditores de las cuentas, en este caso KPMG, quedaría muy tocada y obligaría a una profunda revisión del sistema de vigilancia de la presentación de estados financieros.
Grifols facturó 6.064 millones de euros en 2022, antes del escándalo capitalizaba más de 8.000 millones y es uno de los valores destacados del Ibex, por lo que si se demuestra que ha logrado presentar cuentas falseadas desde 2018, las responsabilidades van mucho más allá que las de sus propios directivos.
Por el contrario, en el mercado se indica que si finalmente Grifols logra demostrar la transparencia de la información aportada al mercado, la CNMV y el Gobierno deberán responder para poner freno o elaborar una regulación que proteja a los grandes del Ibex ante la arremetida de fondos bajistas que solo buscan lucro pasajero a costa de desmoronar la reputación de las cotizadas.