La precariedad y el empleo parcial 'arrastran' la jornada laboral a 31 horas, el mínimo en 23 años
Para que la Seguridad Social suba un afiliado, hubo que firmar el año pasado un total de 28,6 contratos
Ilustración de Alejandra Svriz.
La precariedad laboral, el empleo parcial, los contratos de días y los fijos discontinuos han llevado la jornada laboral al mínimo en 17 años. En 2023 apenas se trabajaron 31,3 horas de media, una menos que en 2022. El año pasado fue el primero el que se han trabajado más horas que antes de la pandemia -8.635 millones, frente a 8.518 en 2019-, pero lo ha hecho con 800.000 cotizantes más a la Seguridad Social.
Lo que podría parecer un logro laboral sin embargo esconde una muy mala noticia. Más empleos se reparten menos tiempo de trabajo y, consecuentemente, los trabajadores perciben retribuciones mucho menores. En un exhaustivo informe elaborado por el Servicio de Estudios de la Unión Sindical Obrera (USO) analizado por THE OBJECTIVE, muestra que este promedio de horas semanales trabajadas es el más bajo de todo el siglo. Supone una hora y media menos a la semana que cuando se dio el récord de ocupados, en 2007.
Por entonces, hubo 40.000 personas ocupadas más que en el año que hemos dejado atrás, pero se trabajaron más de 9.054 millones de horas. Unos datos similares a los de 2008, cuando tanto las horas como los ocupados comienzan a bajar.
Horas trabajadas
Entre los datos de contratación al cierre del pasado ejercicio recogidos por USO también figura la cifra anual de contratos y su peso en el empleo. En 2023, se firmaron 15.444.205 contratos. Sin embargo, el crecimiento neto de afiliados a la Seguridad Social ha sido de algo más de medio millón de personas.
«Esto supone que, para que la Seguridad Social suba un afiliado, hay que firmar 28,6 contratos. Mientras, los contratos indefinidos apenas suponen cada mes en torno al 40% del total de la contratación. «Si de verdad fueran indefinidos y no se destruyeran al poco tiempo, hablaríamos de un crecimiento de cinco millones de afiliados, y no de medio millón», calcula Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Contratos a jornada completa
Poco más de la mitad de los contratos registrados realizan una jornada completa de trabajo. Eso significa que se está troceando el empleo existente y creando una situación donde tener un contrato –indefinido o temporal- no implica tener un salario que permita llegar a fin de mes, apuntan desde el sindicato.
El incremento porcentual de la contratación indefinida viene asociado no solo al descenso del número total de contratos, también a un notable incremento de la contratación a tiempo parcial y de fijos discontinuos. Solo el 15,8 % sobre el total de contratos celebrados son indefinidos a tiempo completo. El 56% de la totalidad de los contratos realizados lo son a jornada completa, pero a quienes más se contrata a jornada completa es a los temporales, un 38%.
Los contratos indefinidos a tiempo parcial suponen un 9,1% del total, mientras que los realizados como fijos discontinuos suponen el 14,6 % del total de contratos realizados. No olvidemos que un contrato de fijo discontinuo es un contrato que realiza una jornada inferior a la completa (cómputo anual o mensual y es, por tanto, también, un contrato a tiempo parcial. Uno de cada cuatro de los nuevos contratos realizados en 2023 fueron indefinidos a tiempo parcial).
