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Economía

La ola de amortización de hipotecas se dispara hasta los 73.500 millones en el último año

Los españoles aumentan un 20% estas operaciones para reducir total o íntegramente la deuda por la subida de tipos

La ola de amortización de hipotecas se dispara hasta los 73.500 millones en el último año

Figuración de la subida de los tipos en una hipoteca | Europa Press

La ola de amortizaciones de hipotecas no para de crecer y en el último año se ha disparado como consecuencia del aluvión de operaciones extraordinarias para reducir lo máximo posible la deuda pendiente o para cancelarla por completo ante la subida de los tipos de interés.

Según un informe de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), al que ha accedido THE OBJECTIVE, los ciudadanos han llevado a cabo amortizaciones por un total de 73.569 millones de euros en el último año. Un volumen que es un 20,3% superior al de los doce meses precedentes.

Los datos, que son una estimación a partir de cifras del Banco de España, corresponden a los saldos de capital principal de las hipotecas que se han amortizado entre octubre de 2022 y octubre de 2023, y ponen de manifiesto la aceleración en el ritmo de este tipo de transacciones, ya que hace un ejercicio crecieron interanualmente un 12%.

La AHE explica que el endurecimiento de la política monetaria, más allá de comportar una caída en la actividad en nuevos créditos, también ha provocado que «muchas familias hayan decidido desapalancarse, amortizando anticipadamente de forma parcial o íntegramente su hipoteca».

Este fenómeno, añade, ha estado «en gran medida favorecido por los ahorros acumulados durante el confinamiento y por la eliminación temporal de las comisiones devengadas por reembolso anticipado en los préstamos a tipo variable» aprobada en el marco de las medidas de ayuda pactadas por el Gobierno y la banca. Una iniciativa que el Ejecutivo ha reforzado por su escasa demanda global.

El alud de amortizaciones anticipadas no solo va a reducir el negocio de las hipotecas de los bancos, ya que los nuevos préstamos se han desplomado, sino que el número de cancelaciones de los créditos para vivienda superen en 2023 a las contrataciones. Una situación que tras la crisis financiera era habitual, pero que a raíz de la pandemia (de 2020 a 2022) se había revertido como consecuencia del boom por la adquisición de pisos.

Ya desde principios del pasado ejercicio las cancelaciones eran mayores, debido a que en los cuatro primeros meses las hipotecas que se habían dado de baja ascendían a las 207.373frente a las 178.515 que se habían constituido. Por tanto, la diferencia era amplía en dicho periodo, al superar en un 16% las primeras a las segundas.

Como consecuencia del crecimiento de las amortizaciones, unido al descenso de la actividad en un 13%, el saldo hipotecario ha bajado a 497.238 millones de euros a octubre de 2023, lo que significa que se han dado de baja unos 17.000 millones euros en el último año. La cartera, por tanto, ha descendido interanualmente un 3,2% en octubre.

La AHE considera que con estos números el volumen de negocio «reanuda la senda descendiente que venía mostrando desde la crisis inmobiliaria, con la excepción de los ejercicios de 2021 y 2022, en los cuales la actividad creció de forma significativa en respuesta al levantamiento de las restricciones impuestas durante la pandemia en un entorno en el que las condiciones financieras se mantuvieron en unos niveles extraordinariamente favorables».

Desde principios de 2022 la coyuntura se modificó y el BCE comenzó a elevar los tipos de interés hasta el 4,5% para responder al alza de la inflación tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Ahora, todo apunta a que habrá un nuevo cambio en el panorama. Se espera que el organismo monetario reduzca los tipos de interés en 2024. El momento de la bajada aún está en duda. Mientras la institución comunitaria deja claro que no se producirá al menos hasta el verano, el mercado descuenta que se producirá en marzo o abril.

Ante este giro, antes de lo esperado, los bancos vienen preparando recortes en los interés que reclaman por las hipotecas con el fin de reanimar la actividad. Algunas grandes entidades ya han decidido mermar los tipos que exigen por la concesión de un préstamo para la vivienda.

El fin del endurecimiento en la política monetaria también ha llevado a que la banca, desde hace meses, esté apostando otra vez por las hipotecas fijas. Desde que el BCE y hasta el pasado verano, las entidades habían centrado su estrategia en las variables para defenderse mejor de la subida del precio oficial del dinero.

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