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Economía

BBVA sufre un golpe de 4.500 millones en Turquía y Argentina por la hiperinflación

La entidad deja de ganar en ambos países este dinero por los ajustes realizados en los dos últimos años

BBVA sufre un golpe de 4.500 millones en Turquía y Argentina por la hiperinflación

El presidente de BBVA, Carlos Torres. | BBVA

La hiperinflación de Turquía y de Argentina está saliendo muy cara a BBVA. Aunque sus beneficios son de récord y ha superado en 2023 los 8.000 millones de euros podrían haber sido mucho mayores. El golpe ha sido de tal magnitud que en dos ejercicios ha dejado de ganar 4.497 millones de euros, siendo el hachazo muy superior en el pasado que en el anterior.

Las cifras, recabadas por THE OBJECTIVE, reflejan que la filial de Turquía —la tercera por importancia en el grupo español— se ha anotado una ‘pérdida’ que asciende a casi 3.400 millones de euros, siendo de 1.900 millones en los últimos 12 meses. Por su parte, los otros 1.100 millones proceden de Argentina.

Ambos países se enfrentan a una situación incierta, aunque las políticas que están llevando a cabo los gobiernos —el régimen de Recep Tayyp Erdogan por un lado y el recién estrenado Javier Milei— podrían modificar radicalmente el panorama. Y en ellos, BBVA tiene grandes intereses, por lo que, de confirmarse en el medio plazo los resultados que se prometen ahora con distintas medidas, las cuentas del banco podrían impulsarse de manera significativa.

Por el momento, a BBVA no le queda más remedio que esperar y anotarse ajustes en sus balances, que le están impidiendo alcanzar al Santander, al menos en beneficios, a pesar de tener la mitad de tamaño. Ya hace unos meses podría haberlo hecho, pero no pudo y ahora tampoco lo ha conseguido. El mercado anticipa que el conglomerado cántabro habrá registrado unas ganancias en 2023 de casi 11.000 millones de euros.

Pese a los recortes por la elevada inflación, en Turquía ha mejorado ligeramente su rendimiento, hasta obtener un resultado positivo de 528 millones. En Argentina, en cambio, ha empeorado sustancialmente debido a la devaluación de la moneda realizada a finales de año: se limita a 132 millones. Hay que tener en cuenta que el alza de los precios alcanza en el mercado otomano el 60%, mientras que en el país suramericano, el 200%.

El presidente de BBVA, Carlos Torres, se mostró este martes confiado en la evolución de ambos estados. Al menos en el medio y largo plazo, ya que, a su juicio, todavía habrá que esperar un tiempo en el que las medidas adoptadas empiecen a dar los frutos deseados.

En el caso de Turquía, estimó que en dos o tres años la situación podría haberse normalizado y el banco podrá entonces obtener unos 2.000 millones anuales teóricos. Según expresó, ha habido un cambio en la sensación del mercado, al menos en política monetaria, lo que ayudará a mitigar la inflación y a que el país recupere la inversión extranjera, algo que ya está sucediendo. No obstante, cree que este 2024 aún será pronto para que se refleje el verdadero potencial de la franquicia, ya que la inflación caerá hasta el 40%, que en términos reales se situará por tanto en niveles más bajos a los tipos de interés, que acaban de subir al 45%.

En cuanto a Argentina, los periodos se alargarán más. Torres consideró que es muy prematuro para comprobar los éxitos que tendrán las políticas liberalizadoras de Milei, algunas de las cuales ni siquiera está aprobadas definitivamente. El presidente de BBVA confió en que la inflación descenderá a lo largo de este año al 140%.

BBVA lleva décadas en el mercado suramericano y, desde entonces, ha vivido por diferentes etapas, muchas de ellas complicadas. Más reciente es su desembarco en Turquía: algo más de un decenio. Pero el país otomano supone su última gran apuesta, en la que ha invertido unos 8.200 millones para hacerse con el control de Garanti. Pese a la debilidad mostrada desde 2018 el banco español ha decidido aumentar su presencia. En 2022 alcanzó el 86% de la franquicia tras desembolsar unos 1.400 millones en compras de acciones.

Tras el giro dado por Erdogan tras ganar las elecciones el pasado mayo y pese a los temores iniciales de los inversores por la repercusión que tendría la guerra en Gaza, la cotización de la filial de BBVA se ha disparado. En la actualidad cotiza a 63 liras, un importe que contrasta radicalmente con las 15 liras que abonó la entidad en su refuerzo como socio de control del banco otomano.

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