El gasto en pensiones se dispara un 6,3% y desata las alarmas sobre su sostenibilidad
La hucha de las pensiones solo serviría para pagar en este momento 13 días de prestaciones contributivas
Ilustración de Alejandra Svriz.
El gasto en pensiones continúa imparable y en enero, último dato disponible al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, alcanzó los 12.651 millones de euros. Este incremento supone un 6,3% interanual -en enero de 2022 el importe fue de 11.902 millones- y en buena medida se debe al alza de las pensiones de acuerdo al IPC. Las prestaciones que más suben son las de jubilación.
Las pensiones contributivas se han revalorizado un 3,8% en 2024. Este aumento, efectivo desde el 1 de enero de este año, es el resultado del IPC medio entre diciembre de 2022 y noviembre de 2023. La fórmula para establecer la subida, que evita la antigua paguilla, está establecida en la Ley 20/2021 de garantía del poder adquisitivo de las pensiones.
La estadística de pensiones del Ministerio de Seguridad Social también muestra un aumento del número de prestaciones de jubilación que ronda el 2%. La causa es un importante descenso de las bajas con respecto a los años anteriores y un número de altas similar a 2022 y 2021 que ronda las 582.000. En 2023, con respecto a 2022, hay 123.000 pensionistas más en el sistema. Estos nuevos beneficiarios, muchos de ellos procedentes de la generación del baby boom, han contribuido al importante incremento del gasto.
El desembarco de los boomers en el sistema, tras años cotizando de forma constante a la Seguridad Social y con nóminas abultadas, es cada vez más patente. Los nuevos pensionistas tienen prestaciones mayores que los que se dan de baja y las altas superan desde hace tiempo a las bajas. Los nuevos pensionistas llegan con 157 euros más que los que abandonan el sistema.
Pensión contributiva media
Mientras, la pensión media alcanzó los 1.248 euros de media, con importantes diferencias entre hombres y mujeres y autónomos y asalariados. También se mantiene la brecha regional que supera los 644 euros. Los pensionistas orensanos tienen, con diferencia, la prestaciones muy bajas. Apenas perciben 925 euros frente a lo 1.569 euros de los alaveses. El País Vasco es la comunidad con jubilados con pensiones más elevadas.
A 1 de enero había más de 3,3 millones de pensionistas con nóminas que superaban los 3.000 euros. En la parte baja, hasta 5,2 millones de beneficiarios recibían prestaciones inferiores a 1.000 euros. La mayor parte necesitaba el complemento a mínimos para evitar que sus pensiones rozasen los umbrales de pobreza.
Fondo de Reserva
El incremento del gasto en pensiones, el envejecimiento de la población -más años cobrando prestaciones-, el desembarco de los boomers con largas carreras de cotización y el deterioro del mercado de trabajo harán insostenible el ya deficitario sistema de pensiones. Uno de los instrumentos diseñado por el Ejecutivo para retrasar el negativo panorama ha sido el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Este se nutre de cotizaciones de trabajadores, empresarios y también pensionistas. Sus aportaciones sirven para alimentar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, denominada hucha de las pensiones.
Según los datos del departamento de Saiz, el fondo alcanzó a finales del año pasado 5.300 millones de euros. Esta partida, pensada para pagar las prestaciones contributivas en caso de que los ingresos de la caja de la Seguridad Social no sean suficientes, apenas serviría para pagar a día de hoy 13 días de la nómina de las pensiones, que superó en enero los 12.651 millones.
El objetivo del Gobierno es que la hucha de las pensiones alcance a final de año los 9.000 millones y 25.000 millones a final de la legislatura, según se ha encargado de señalar la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones Elma Saiz. Finalmente, si se cumplen las estimaciones del Ejecutivo en diciembre de 2024 solo se podrían pagar 20 días de prestaciones.
‘Efecto MEI’
El efecto MEI ya se ha empezado a notar en las nóminas de trabajadores y jubilados. La reforma de las pensiones recogió la puesta en marcha de este mecanismo en 2023. El MEI es una cotización adicional que pasará de forma progresiva de 0,6 a 1,2 puntos en 2029 con carácter finalista para nutrir el Fondo de Reserva de cara a la jubilación de la denominada generación del baby boom. Mientras, el Fondo de Reserva, que se constituyó en 1997 gracias a las propuestas del Pacto de Toledo de 1995. Llegó a alcanzar cerca de 67.000 millones en 2011. A partir de esa fecha, empezó su declive.
