La inversión de las empresas españolas se desploma en línea con el capital extranjero
La patronal advierte de la caída del indicador que se movió en la línea del descenso del flujo de las inversiones foráneas
La caída de la inversión de las empresas de origen español dentro del territorio ha hecho saltar todas las alarmas. El indicador se ha desplomado hacia finales de 2023 y los expertos anticipan un bajón en el comienzo de este año que afectará a todos los sectores productivos, pero en especial a la industria, según han indicado a THE OBJECTIVE. Una coyuntura que se suma al retroceso del capital extranjero y del venture capital y el private equity, lo que hace prever un impacto negativo en el desempeño del Producto Interior Bruto (PIB) durante 2024.
La alarma la ha dado la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) esta misma semana advirtiendo de que la Contabilidad Nacional (con datos de noviembre a diciembre) reflejó un retroceso de la inversión empresarial del 4,8% respecto del trimestre inmediatamente anterior. La patronal agregó que la inversión, tanto de construcción como la de bienes de equipo, es la única variable de la demanda interna que no ha recuperado los niveles previos a la pandemia.
La CEOE se refiere al dato de formación bruta de capital en maquinaria, bienes de equipo, sistemas de armamento y recursos biológicos cultivados, básicamente el indicador de inversión de la industria que ya se había hundido un 2,7% al finalizar junio y un 7,9% en diciembre del año 2022. En términos interanuales, la cifra mejoró un 1,5% el cuarto trimestre, pero por la baja base comparativa de 2022 y tras hundirse un 4,2%, un 1,5% y un 1,8% en los tres trimestres anteriores.
Inversión y PIB
Las fuentes consultadas por este diario comparten las preocupaciones de la CEOE ya que, indican, reflejan que la industria –básicamente la de origen español– frenó su inversión durante todo 2023 y nada indica que se reactive durante 2024. Un dato preocupante porque estamos hablando del tejido productivo y del mayor generador de empleo de España que, a diferencia de la inversión extranjera, se hace en el día a día y no en base a proyectos concretos.
El otro gran problema que detectan las fuentes empresariales consultadas es que la bajada de la inversión deja en manos del consumo privado y de la inversión pública todo el crecimiento del PIB de 2024. El Gobierno mantuvo esta semana sus previsiones de este año en el 2% tras constatar el «buen comportamiento» de la economía en 2023 con un 2,5%. Un porcentaje que, no obstante, está lejos del 1,5% que pronostican la OCDE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Funcas.
Los expertos consultados indican que sin la inversión de las empresas españolas, este último dato depende casi exclusivamente de una nueva fuerte inyección pública, como ya pasó en 2023. Durante el tercer trimestre del año pasado, el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas subió un 1,4% intertrimestral y el 4,4% interanual y, a falta de tener los nuevos Presupuestos en marcha, el Ejecutivo ha vuelto a prometer un importante gasto social.
‘Venture capital’
Estamos ante un nuevo síntoma de que la inversión sigue cayendo a todos los niveles. Este diario publicó hace pocos días los datos de la asociación Spaincap que reflejaron un retroceso anual del 34% (y 3.227 millones de euros menos) en la inversión del capital privado en España. Unas cifras que sacaron a la luz un importante desplome en los dos principales motores del venture capital y private equity: la tecnología, que perdió un 78%; y productos de consumo, que se dejó un 81%. Este sector mueve más de 6.000 millones de euros al año.
Asesores de grandes fondos consultados por este diario indican que este frenazo podría extenderse a este año que comienza porque el sector está a la espera de la evolución de los acontecimientos políticos y económicos. Estos inversores advierten de que la incertidumbre ha impedido que muchos fondos activen sus proyectos hasta ver cómo evolucionará 2024 y cómo se aclara la situación regulatoria, fiscal y laboral.
Un contexto de incertidumbre que confirma la CEOE. La patronal sentenció que los principales impactos negativos en 2024 pueden llegar por una política económica que introduzca una mayor incertidumbre y genere mayores costes a la actividad empresarial, sobre todo, en el mercado laboral. En consecuencia, advierten, «se pueden paralizar las decisiones de consumo e inversión de los agentes económicos».
Inversión extranjera
Situación con la que coinciden el resto de las fuentes empresariales consultadas por este diario. Aunque van más allá indicando que hay muchas inversiones que ya se paralizaron y que no se reactivarán mientras existan dudas respecto del impacto de la política tributaria y de cambios como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la reducción de la jornada laboral o la introducción de mayores rigideces en el mercado.
Un escenario que también se traslada a la inversión extranjera directa (IED). Este indicador se situó en los 18.304 millones de euros entre enero y septiembre, un 23,3% menos que los 23.875,2 millones registrados un año antes. En total, se dejaron de ingresar más de 5.500 millones y aunque las cifras anuales no se conocerán hasta finales de marzo se espera una caída anual.
Los expertos explican que este desplome se ha producido por la elevada base comparativa del año pasado -en el segundo semestre de 2022 se produjo una inversión superior a los 18.000 millones de euros-, pero además porque se han frenado muchos proyectos en el transcurso de 2022 por la incertidumbre política y económica.