Grifols defenestró al consejero delegado de su filial vasca tras las acusaciones de Gotham
Antonio Martínez cesó del cargo tres días después del informe y dos miembros de la familia accedieron al órgano rector
La farmacéutica Grifols no tardó ni una semana desde el demoledor informe de Gotham City en quitar los poderes al consejero delegado y fundador de su filial vasca Progenika Biopharma, Antonio Martínez Martínez. Solo tres días después de las graves acusaciones de la casa de análisis estadounidense, el grupo catalán llevó a cabo una remodelación completa del órgano rector de esta franquicia, que en el pasado ha estado salpicada por casos de subvenciones públicas sospechosas.
De acuerdo con los datos a los que ha accedido THE OBJECTIVE en el Registro Mercantil, Grifols modificó sus estatutos para proceder a la reestructuración, que supone el cese de todos sus miembros, entre ellos las de su presidente y CEO y el resto de vocales. De acuerdo con la información, Progenika constituyó una nuevo consejo, en el que sus cargos tienen a partir de entonces carácter mancomunado, nombrando a Raimon Grifols Roura y a Víctor Grifols Deu. Ambos eran los únicos directivos de la familia que permanecían con puestos ejecutivos en la multinacional de hemoderivados.
Además, la compañía vasca también incorporó al nuevo consejo al que fue su impulsor en la primera década del siglo XXI, completando así la composición de dicho órgano, que conllevó la salida del mismo, tras los ajustes materializados, de María Martínez Diez y Javier Llunel Colera.
El movimiento en Progenika contrasta de manera radical con el anunciado esta misma semana por Grifols. El grupo adoptó la decisión de apartar de la gestión a los dos miembros de la saga catalana tras las dudas existentes sobre las relaciones entre sus empresas patrimoniales y el holding. Eso sí, en todo caso, tanto Raimon como Víctor Grifols se mantienen como consejeros en la matriz en representación de la familia.
Grifols adquirió esta compañía en 2013 por algo más de 60 millones de euros y desde entonces, según el registro de Insight View, a mediados de enero Antonio Martínez había ocupado la presidencia y el máximo responsable de la gestión. La compañía, durante muchos años una de las más subvencionadas por las administraciones públicas por la labor en Investigación y Desarrollo (I+D), fue implicada en el caso Margüello por los encargos realizados por un hospital pese a que uno de sus directivos formaba parte del consejo.
La franquicia de la farmacéutica está especializada en el desarrollo de pruebas de biología molecular para estudios de compatibilidad de transfusiones de sangre, diagnóstico de enfermedades genéticamente complejas y producción de test inmunológicos para el seguimiento de fármacos biológicos.
De acuerdo con las últimas cuentas, la compañía registró unas pérdidas en 2022 de 1,36 millones de euros, frente a los beneficios que obtuvo en el ejercicio anterior de 2,58 millones. Según la Crónica Vasca en 2019 Grifols le condonó un préstamo de 12,6 millones.
Gotham denunció un maquillaje contable de la farmacéutica por diferentes operaciones llevadas a cabo con una de las sociedades participadas por los Grifols y segundo accionista de la misma, Sacranton Enterprises. Ésta, radicada en Países Bajos, se mantuvo en quiebra técnica en los tres años siguientes a dichas transacciones y está en foco de la investigación que está llevando a cabo la CNMV en la actualidad.
La multinacional catalana ha negado de manera reiterada las acusaciones de la casa de análisis y ya ha presentado en EEUU la demanda correspondiente. En la querella ha reclamado una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
Solo en Bolsa, Grifols acumula desde la publicación del informe una caída del 29%, aunque en las últimas dos semanas ha recuperado parte del desplome de las anteriores, en las que llegó a perder más de un 40% de su valor. Solo en la primera sesión, tras las acusaciones, se dejó 2.300 millones de capitación, con lo que la familia -propietaria de un 31%- redujo su riqueza en 700 millones. Tras la mejora experimentada, estas minusvalías han disminuido ligeramente, a algo más de 600 millones.
Los integrantes de la saga catalana controlan el 9,19% a través de Deria; otro 6,15% a través de Ralledar Holding; un 7,089% mediante Pouder Trade; y un último 8,672% a través de Scranton Enterprises, la firma que está en el ojo del huracán. Los Grifols, de acuerdo con Forbes, están en la lista de las mayores fortunas de nuestro país, con unos 2.700 millones de euros de patrimonio, aunque el escándalo en el que se están viendo envueltos podría terminar con él o reducirle. Todo dependerá de la veracidad o falsedad del supuesto maquillaje contable.