Renfe fracasa en su plan por captar fondos europeos a través de consultoras externas
Anula un contrato de adjudicación de 180.000 euros con el que se buscaba optar a las ayudas de la UE
Renfe busca fondos europeos para hacer frente a sus principales competidores, Yrio y Ouigo. En pocos años, el panorama para la compañía pública ha cambiado de forma drástica. De tener el monopolio del transporte de personas por tren a tener que luchar contra dos empresas -una con participación italiana y otra francesa- que han irrumpido con precios muy atractivos, que han hecho saltar las alarmas al ente público. A esta situación también se le unen sus otras dos divisiones: mercancías, fabricación, alquiler de material e internacional.
La estrategia de subcontratación privada para canalizar y lograr ayudas de los Next Generation, sin embargo, no está siendo un éxito para la empresa. Así, hace unos días se conoció que la compañía había decidido anular un contrato para «un servicio de identificación, análisis, presentación y seguimiento de ayudas de los fondos europeos a las que pueda optar el grupo Renfe» por valor de 180.000 euros. El procedimiento era abierto y se atendería, como suele ocurrir, a la oferta económicamente más ventajosa.
Esta licitación ya comenzó con problemas tras extenderse el plazo de la oferta quince días más (hasta el pasado 15 de diciembre) porque, según comentó la empresa, «algunas consultoras habían pedido más información al respecto». Ahora, y tras retirar la oferta, desde la compañía pública aseguran que «se lanzó la licitación, pero el proyecto finalmente se ha reconsideró y no se ha decidido adjudicar. A las empresas que han presentado oferta se les ha comunicado la anulación del expediente».
Renfe tiene un apartado especial en su página web destinado a los fondos europeos. En él relatan tres focos donde están impulsándose gracias a los fondos. «Somos el mayor consumidor de energía de España. Es importante optimizar recursos propios a través de placas fotovoltaicas para el autoconsumo. La inversión asciende a 12 millones de euros y, según la filial Renfe Fabricación y Mantenimiento, ahorrarán 3,8 millones de euros al año».
Por otro lado, en la filial de Renfe Viajeros destacan los proyectos de digitalización en los trenes de cercanías, cuyo plan está dotado con 13,2 millones de euros. Por último, Renfe Mercancías, busca ser «un medio más sostenible y competitivo«. Para ello, destinarán una inversión de 122,7 millones de euros, de los que casi un tercio de este montante, 37,3 millones, serán financiados con los fondos Next Generation.
La liberalización del mercado no es el único problema al que se está enfrentando la compañía pública. En un intento por conseguir mayor eficiencia en sus balances ha puesto a disposición el 50% de la filial Renfe Mercancías. Un plan que es rechazado por los trabajadores. Así, el comité general de empresa de grupo -compuesto por Semaf, CCOO, UGT, CGT y SF- se ha opuesto al proyecto de la empresa pública de vender la mitad del capital a Medlog, filial de la empresa privada MSC.
El pasado 25 de septiembre, el consejo de administración de Renfe dio luz verde el inicio de una negociación entre Renfe Mercancías y Medlog para alcanzar un acuerdo que supusiese la transferencia de todos los activos (locomotoras, vagones, maquinaria, herramientas, personal, clientes y contratos de transporte) a una sociedad conjunta participada al 50% por ambas partes.
El Consejo de Administración del Grupo Renfe está dirigido por Raül Blanco como presidente (que sustituyó a Isaías Táboas a principios de 2023) y quince vocales. Cabe mencionar, y como adelantó este medio, el expresidente Isaías Táboas, que fue destituido por la exministra de Transportes, Raquel Sánchez, tras la crisis de los trenes entre Cantabria y Asturias, este se mantuvo como consejero en dos filiales clave del grupo: Renfe Mercancías y Renfe Viajeros.
Renfe en el mundo
Renfe está tratando de reforzar su área internacional. Una de las principales críticas que se le hace es que su papel se limita prácticamente al asesoramiento más que a las operaciones y al mantenimiento, que es lo que realmente crea fuertes ingresos. Uno de los proyectos frustrados, y que avanzó este periódico fue su intento de entrar al mercado británico. Quiso participar junto con la británica Grand Union Trains (GUT) en una línea que pretendía unir Londres con Carmarthen (Gales).
De forma reciente puso sus ojos en Emiratos Árabes Unidos. Para ello, licitó un contrato, que fue adjudicado por 240.000 euros el pasado 15 de diciembre a la empresa de Dubai UHRS (Ultimate Human Resource Solutions). El objeto de este, según el Portal de Contratación, era «un servicio de patrocinio migratorio, contratación laboral y de nómina» en Emiratos. En mayo de 2023, unos meses antes, la compañía pública participó en en la feria internacional Middle East Rail 2023, que tuvo lugar en Abu Dabi (Emiratos). El objetivo de la compañía era claro: «Queremos intensificar nuestra presencia y buscar nuevas oportunidades de negocio en la zona».