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El sector solar quiere incentivos fiscales para atraer fábricas y luchar contra países del Este

El objetivo principal de la UE es acabar con la dependencia del Canal de Suez y los problemas de suministro desde China

El sector solar quiere incentivos fiscales para atraer fábricas y luchar contra países del Este

Paneles solares. | EuropaPress

La semana pasada tuvo lugar la feria Genera. Como cada año, el sector de la energía solar enseñó su músculo, con miles de visitantes y decenas de compañías que representaban sus productos en cada stand. En medio de ese escenario, el sector solar de nuestro país busca que se creen incentivos fiscales para atraer fábricas que permitan producir paneles solares en España. Fuentes del sector confirman a este periódico que tanto la patronal como el Gobierno están negociando ayudas o rebajas en los impuestos para conseguir seducir a los fabricantes de las placas solares.

«El sector está empujando y abogando para traerse plantas de fabricación a España. Es un tema fundamental, pero va a costar. Ahora mismo esta operación no está cerrada, sino que es a medio plazo. Son movimientos y hay directrices muy claras, pero los fabricantes aquí en España también compiten con la Europa del este, que cuentan con bajos salarios y un poder adquisitivo inferior. Para muchas fábricas les es más atractivo deslocalizarse en entornos, como Polonia o Bulgaria», aseguran fuentes expertas.

«Tenemos que poner sobre la mesa desgravaciones fiscales, ayudas tanto de las comunidades como de los ayuntamientos, para que esas plantas puedan venir y con ello generar trabajo, riqueza y ahorro al sector», comentan fuentes solventes. Sin embargo, las fábricas que diseñen la tecnología fotovoltaica son muy difíciles de recuperar porque lleva años implantada en China. «Es un curioso caso, porque fuimos precisamente los españoles los que éramos líderes en aquello. Era nuestra época dorada con la fotovoltaica. Luego nos siguieron todos los demás. Pero es muy difícil que volvamos a recuperar aquello, no en ensamblaje, sino en fabricación del I+D+I», concluyen las mismas fuentes.

«La luz no empieza a subir desde la guerra de Ucrania, esta ya estaba subiendo dos años antes y la dependencia de la energía basada en combustibles fósiles es tremenda. Europa tiene que ser independiente y hay una directriz muy clara desde la UE a buscar esa independencia. Desde el punto de vista de los fabricantes, se debería conseguir al menos una deslocalización para no sufrir problemas logísticos. Todo el tema del Canal de Suez acaba repercutiendo en los precios que luego vas a poner al cliente. Tenemos que desacoplar el ruido de la geopolítica, y qué mejor manera que traerse las plantas de construcción -no la tecnología- a Europa», apuntan desde el sector.

El pasado 6 de octubre se conoció que Iberdrola y la asturiana Exiom comenzaban un proyecto para la construcción de una gran fábrica de paneles solares en el municipio asturiano de Langreo, que supondrá una inversión de 20 millones de euros. Según el gigante energético, esta planta «contribuirá a la reactivación económica de las cuencas mineras a través de la creación de 115 puestos de empleo directos en la zona y se enmarca en la estrategia de la compañía por atraer a España parte de la cadena de valor vinculada a las energías renovables».

Hace pocos meses, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, señaló que el sector de la energía solar era «de futuro» y «clave» para España. Según afirmó la ministra durante la inauguración del X Foro Solar, organizado por la Unión España Fotovoltaica (UNEF), en el mes de septiembre se había batido un récord de generación eléctrica de origen solar.

Ucrania es uno de esos países que, tras su reconstrucción y una vez concluida la guerra, genere cierta atracción para muchas fábricas y empresas por los bajos costes. Además, el plan europeo prepara varios miles de millones de ayudas para levantar un territorio que este mes cumplirá dos años en guerra con su vecino. Una hipotética entrada en la Unión Europea, como todo apunta, también podría permitir una fuga de fábricas de placas solares hacia esa zona.

Los números redondos de la UE

La Unión Europea (UE) tiene marcado en rojo traer fábricas a Europa para acabar con su dependencia de China y de los conflictos geopolíticos, como el desatado ahora en Yemen, con los ataques de los hutíes. Como es habitual, Europa se marca cifras redondas para lograr objetivos industriales. Y la fecha ahora es el 2030. Sin ir más lejos, esperan por esas fechas generar el 20% de la producción mundial de semiconductores.

Una realidad que buscan también trasladar en las energías renovables, en concreto en la solar. No obstante, el escepticismo en el sector es importante. Ya se hicieron promesas o estrategias para alcanzar hitos que nunca se lograron. Entre ellas cabe mencionar la estrategia ’20-20-20′ para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20%, aumentar el de las renovables otro 20% y conseguirlo, todo ello, en 2020.

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