Repsol insiste en la entrada de diésel ruso pese a la promesa de Ribera por frenarlo hace un año
Imaz vuelve a incidir en la llegada de petroleros desde India o Turquía que introducen el diésel sin control en nuestro país
El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, ha vuelto a incidir en la entrada de crudo ruso en España un año después de elevar esta denuncia y tras el compromiso del Gobierno por atajar esta situación a través de una correcta trazabilidad junto con el apoyo de la Unión Europea. Un escenario que para la energética le supone una competencia desleal, ya que estas empresas introducen un producto más competitivo y que no está sujeto a tributos, como el último impuesto especial que tienen que asumir las grandes eléctricas en nuestro país.
Imaz remarcó que el sector petrolero «no está regulado». Una afirmación que quiso detallar con un ejemplo: «Cuando Repsol fabrica un litro de queroseno en Cartagena, ese litro compite con un barco que llega de Turquía o de la India y que trae queroseno por el puerto de Bilbao o de Cartagena, metiendo su producto en el mercado español. Si nosotros tenemos una situación diferente para competir, no podemos competir. A nosotros nos está dando el precio de los productos el barco que está entrando por Bilbao o Cartagena, que es la alternativa competitiva. Cuando una refinería india comienza a comprar crudo ruso para, más tarde, fabricar diesel, lo pone en el mercado europeo en condiciones ventajosas que afectan nuestra competencia industrial».
En abril de 2023, hace casi un año, Imaz denunció la entrada de crudo ruso en España. «El diésel ruso sigue estando en el mercado. Sigue estando en el mercado europeo y sigue estando en el mercado español. Hay de diferentes destinos, hacia Turquía o hacia el norte de África, pero este diésel (ruso) sigue llegando a la Unión Europea», sentenció en su momento.
Ese mismo día la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, respondió a Imaz asegurando que «vigilaría que los combustibles que llegasen a España no procediesen de Rusia». A principios de mayo, la empresa Exolum, principal transportista de combustible en nuestro país, se unió a la denuncia. Esta problemática –casi 12 meses después– continúa.
La organización de investigación Centre for Research on Energy and Clean Air (CREA) ha denunciado en diversos informes la entrada de combustibles fósiles rusos en Europa. Así, en más de una ocasión además ha puesto el foco sobre España. No hay que olvidar que desde el 5 de diciembre de 2022 está prohibida la importación por vía marítima de petróleo ruso en la UE y desde el 5 de febrero de 2023 lo está para los productos petrolíferos.
Recientemente, este mismo centro aseguró que «existe una laguna en las sanciones que permite a los países que no imponen sanciones a Rusia (por ejemplo, India, China y Emiratos Árabes Unidos) importar legalmente crudo ruso, refinarlo en productos petrolíferos y exportarlos al Reino Unido y la UE. Esta laguna en las sanciones permite un aumento de las ventas de crudo ruso, lo que eleva el precio de venta y los fondos enviados para financiar las arcas de guerra del Kremlin».
A esta situación se le une la cruzada de la compañía con el impuesto especial contra las energéticas que ahora el Gobierno quiere que sea estructural. «Si alguien invierte en España, crea inversión, genera empleo y riqueza tiene que pagar un gravamen extraordinario y, sin embargo, aquel que no invierte nada en España y que importa por los puertos de Bilbao, Barcelona y Tarragona no paga nada. ¿Hay alguien que pueda sostener con la mirada alta que esto es social?», aseguró Imaz durante la rueda de prensa que ha tenido lugar este jueves tras la presentación de resultados y del plan estratégico de la compañía.
Por último, Imaz subrayó la importancia de solucionar el escenario fiscal en España. «Tenemos una batería de proyectos preparados, creemos que es una apuesta de inversión de mucho interés para España y para Repsol y lo que esperamos y creemos es que haya condiciones de estabilidad fiscal y regulatoria claras sin discriminaciones de esta naturaleza que nos permitan llevar toda esta inversión industrial adelante porque sería muy bueno para el país y también para los ciudadanos».
Uno de los objetivos que busca la compañía es crear una empresa atractiva para el inversor, lo que le ha convertido en la única compañía de oil&gas que invierte el 35% de su capex en negocios bajos en carbono.