La productividad de la pyme se resiente y ya está por debajo del nivel de 2015
El coste laboral total encadena 10 trimestres consecutivos con crecimientos interanuales de, al menos, el 5%
La productividad de la pequeña y la mediana empresa española lleva tres trimestres consecutivos en números negativos y ya está por debajo del nivel de 2015 y, hasta un 4,9% más baja que la del cuarto trimestre de 2011, uno de los peores momentos de la pasada crisis económica. Esto ocurre, cuando el coste laboral total de las pymes encadena 10 trimestres consecutivos con crecimientos interanuales de, al menos, el 5% – algo que no ocurría desde 1994- y, cuando el tipo de interés medio de los nuevos créditos bancarios a pymes superó el 5% por primera vez desde marzo de 2009.
Así lo suscribe el Indicador Cepyme sobre la Situación de la Pyme del IV Trimestre de 2023, que resulta del microanálisis que disecciona componentes como las ventas, los costes y el crédito, entre otras variables. Un estudio que observa que el citado indicador se debilita con relación a los tres trimestres previos -aunque consiguió un ligero incremento interanual del 1,2%-, al tiempo que visualiza una situación preocupante. Se trata de la tendencia a la baja en la productividad de la pyme española, como se aprecia en el gráfico de indicadores de competitividad.
Y es que más allá de que el número de asalariados de las pymes haya crecido en el 4T de 2023 por encima de las ventas -por tercer trimestre consecutivo, sumaron más de 9 millones de personas-, lo cierto es que la evolución de la productividad registrada es a todas luces negativa y, no hay que olvidar, recuerda Cepyme a THE OBJECTIVE, que la productividad está considerada como «el volumen medio de ventas por empleado».
En efecto, este indicador encadena ya tres trimestres seguidos con caídas interanuales. Incluso en el cuarto trimestre ha sido un 0,7% inferior a la de un año antes y, un 1% menor que la de 2019. Y, aún peor, la productividad de las pequeñas y medianas empresas resulta ahora ligeramente menor a la de 2015 y, hasta un 4,9% más baja que la del cuarto trimestre de 2011, uno de los peores momentos de la pasada crisis económica.
El tamaño de las empresas
La productividad -explica el estudio de la organización que preside Gerardo Cuerva– se deja notar tanto en las pequeñas como en las medianas empresas, aunque es peor en estas últimas. En las primeras, la caída interanual del trimestre analizado que del 0,6%, mientras que en las medianas bajó un 0,9%. Asimismo, la productividad en las empresas medianas también muestra un saldo más negativo desde una perspectiva de largo plazo, ya que, mientras que la de las empresas pequeñas la productividad es un 1,5% mayor que en 2015, en las firmas medianas es un 5,5% más baja que entonces.
Así, y con la lupa sobre los datos anteriores, el progresivo incremento del tamaño medio de las pymes con empleados tiene un significado diferente ya que, sin un aumento de la productividad y una rentabilidad adecuada, ese tamaño resultaría insostenible, mantiene Cepyme.
Y la foto fija es la siguiente: la pyme con empleados promedio tuvo en el cuarto trimestre 6,8 asalariados (2,2% interanual), un cálculo que surge de empresas pequeñas que contaban con 4,9 empleados (1,8%) y, de firmas medianas con 99,4 asalariados (0,5%). En cualquier caso, ambos incrementos -sostiene Cepyme- «son los más bajos desde marzo de 2022».
Con estas cifras, el trabajo persiste, por tanto, en la elevada caída de productividad para la pyme española al cierre de 2023, distanciándose todavía más del nivel previo a la pandemia-. De hecho -recuerda-, «el repunte de productividad que se produjo en el año 2021 tan solo sirvió para compensar el gran desplome registrado en la pandemia. Y, lamentablemente -remacha-, una vez estabilizada la actividad, la productividad ha recuperado su tendencia descendente iniciada en 2017 y ahora se sitúa ligeramente por debajo de la de 2015».
La carga de los costes laborales
Lo cierto es que pese al crecimiento de la actividad que se ha registrado en los últimos trimestres, este no ha sido suficiente para que la empresa entrañe una ganancia de productividad. El comportamiento de las ventas y del empleo crecen, pero continúan en desaceleración, y la ligera reducción de los costes operativos, especialmente de la energía en el cuarto trimestre del año no ha sido suficiente para mejorar la situación de las pymes españolas, ya que no solo permanecen considerablemente elevados con relación a dos años atrás, sino que no se observa moderación ni en los costes de los servicios ni en los laborales, que continuan escalando a tasas superiores del 5% – algo que no ocurría desde 1994-.
El Indicador de Cepyme recoge también otras cuestiones relevantes que afectan al componente de Actividad, que por su parte tuvo su primer deterioro tras dos años y medio de incrementos continuos, aunque siguió siendo el de mayor puntuación, mientras que el de Costes se mantiene como el peor.
Asimismo, las ventas -plasma el estudio- continúan en desaceleración. De hecho, ajustadas por la inflación, apenas tuvieron un incremento interanual de 1,2%. Desde el cuarto trimestre de 2019, los volúmenes vendidos por las empresas pequeñas solo crecieron el 3,4%.
Finalmente, el Indicador constata que hay 2.000 empresas pequeñas menos que en el cuarto trimestre de 2019. Y, al mismo tiempo, hay 1.400 compañías medianas más, de manera que, hay 600 pymes con empleados menos que hace cuatro años.