Trivu, la mayor red de talento joven de España, busca la utopía: poner de acuerdo a los políticos
El fundador, Pablo González, afirma que las señas de identidad de los mejores «son los valores», no las habilidades
Trivu sumará este año una década de existencia en torno al eje vertebrador del talento, una de las fuerzas que decantan el marcador de la geoeconomía en la era globalizada. La marca fundada por el sevillano Pablo González se articula en torno a dos vehículos jurídicos: una asociación sin ánimo de lucro que está detrás de iniciativas como Sondersland, Taleñt y el Tour del Talento, y una sociedad mercantil que ayuda a compañías como Telefónica, Inditex, BBVA, Santander, Iberdrola, Airbus, Prosegur o Cepsa a pergeñar soluciones de recursos humanos.
Sondersland celebra en octubre su novena edición consolidado como «el mayor festival de talento joven en Europa». En sus ocho capítulos anteriores ha movilizado a 45.000 chavales de más de 100 países con una edad media de 22 años. Se trata, en general, de perfiles que terminan la carrera y anhelan un mapa claro de sus posibilidades.
Taleñt se anotará su quinta edición el 16 de mayo con el objetivo, quizás quijotesco, de propiciar que los líderes políticos y empresariales del país coloquen el talento en el centro, en el corazón de la marca y la estrategia nacional. Y el Tour, organizado junto a la Fundación Princesa de Girona, procura aterrizar a escala local contenidos, talleres y ferias de empleo. Las próximas ciudades de acogida serán Santander y Madrid.
Que González es un idealista salta a la vista por el calibre de sus iniciativas. El próximo 26 de abril sentará a los cuatro principales partidos (PP, PSOE, Sumar y Vox) para que perfilen sus propuestas hacia la talentosa juventud española y, quién sabe, busquen alguna coincidencia. Esto no significa que el fundador de Trivu sea ni mucho menos un ingenuo. «Los políticos llevan décadas centrados en tener la razón y no la solución, aunque sus defectos son un reflejo de la sociedad que los vota. Mientras no exista consenso en torno a la educación, España está perdiendo enormes oportunidades», reflexiona.
Más que de una startup, Pablo González, 29 años, habla de una pyme de 20 trabajadores que en 2023 facturó 2,4 millones de euros y que aumenta sus ingresos alrededor de un 25% cada ejercicio. La vertiente de consultoría le ha dado a su equipo varias alegrías.
Motivo de orgullo
Por ejemplo, el proyecto de transformación mental de Leroy Merlin, el gigante galo del bricolaje, cuya directiva comprendió que los nuevos hogares nada tienen que ver con el tradicional esquema padre-madre-hijo-hija. O la colaboración con Inditex para activar su marca empleadora de jóvenes. O las sinergias con el BBVA para rediseñar su propuesta de valor en la captación de talento internacional. En total se han materializado más de 480 proyectos con 390 organizaciones públicas y privadas.
El secreto está en la masa
Carreras y formaciones evolucionan al ritmo de las tendencias. La tecnología está de moda y presume de escasísimos niveles de desempleo pese a los despidos en las big tech. González, sin embargo, aporta el contrapunto de «la base humanista», que es igualmente importante. ¨No es casualidad que los bancos estén contratando a antropólogos y psicólogos», dice.
«Cuando ficho a un trabajador me doy cuenta del tipo de entorno en el que ha crecido cada persona. Es algo que se nota en la manera de agradecer o arrepentirse. Para mí, la base del talento no son las habilidades técnicas, sino los valores: la humildad, la paciencia, el respeto, la cultura del equipo y el esfuerzo, la generosidad y, muy importante también, el autoconocimiento. Necesitamos a profesionales que se conozcan mejor y aprendan a tomar las riendas de su vida».