Contra la pesadilla de Hacienda, la valeriana de TaxDown
Con 1,3 millones de declaraciones de la renta presentadas desde 2019, la plataforma madrileña intenta eliminar el factor miedo asociado a la gestión de los impuestos
Una persona realiza la declaración de la renta. | Freepik
Si una encuesta preguntase a los españoles cuál es la institución más temida hoy, la Agencia Tributaria tendría muchas cartas para llevarse la partida. Tal es el horror a recibir una notificación de Hacienda que el contribuyente confirma a menudo el borrador de la declaración de la renta casi sin mirarlo, «sólo para evitar problemas», explica Paula Urcera Valladares, COO y responsable del área fiscal en TaxDown, startup fundada en Madrid en 2019.
En un contexto tan terrorífico, una plataforma que se encargue de esa declaración y de atender -si se producen- posteriores requerimientos suena a música celestial. TaxDown comercializa esa paz espiritual a través de un modelo de suscripción que oscila entre 35 y 239 euros al año. Si el curso del debut gestionó unas 450 declaraciones de particulares, para la campaña de este ejercicio (renta de 2023) ya ha presentado 100.000 en España y otras 20.000 en México, los países donde opera.
Además del pavor hacia el organismo, el ciudadano sufre el problema de su propio desconocimiento. En torno a la renta sobrevuelan diversas deducciones de las que uno no siempre es consciente. Quien crea una empresa, tiene hijos, incluye en su vivienda mejoras en la eficiencia energética o compra un vehículo eléctrico puede rebajar su carga impositiva.
«En España hay más de 300 deducciones si se incluyen las de las comunidades autónomas, pero es que además cada poco tiempo se introducen numerosas modificaciones normativas. Sólo este año hay alrededor de 60. Estar al día supone un esfuerzo extraordinario», asegura Urcera.
La plataforma de TaxDown cuenta actualmente con más de dos millones de usuarios registrados. Desde su fundación ha presentado 1,3 millones de declaraciones de la renta, gestionado más de 750 millones en impuestos y ahorrado a los contribuyentes otros 100 millones. El pasado abril, la compañía anunció una ronda de cinco millones de euros en la que participaron Base10, JME Ventures, Abac Nest, 4Founders Capital y Enisa. En total ha levantado 19,6 millones.
Un paraguas amplio
Renta aparte, la startup asesora al suscriptor si desea invertir en bonos, fondos o criptomonedas, por citar tres supuestos; ayuda a los futuros progenitores a «entender sus derechos fiscales», auxilia en los procesos de compra o venta de una propiedad inmobiliaria, cubre las necesidades del trabajador autónomo (el IVA, esa trimestral pesadilla) y también se ocupa de guiar al extranjero que se instala en España en su laberinto burocrático.
Al otro lado del charco
En México se desplegó TaxDown hace dos años con un obstáculo de lo más desafiante, «un sistema fiscal que nada tiene que ver con el español». La ventaja de la plataforma madrileña es que está diseñada para adaptarse a cualquier legislación. Lo demuestra su versatilidad autonómica. «Nuestro IRPF es muy complejo porque la mitad de la competencia está cedida a las comunidades y esto significa, de hecho, desarrollar el producto para 17 realidades con sus singularidades. En México, sin embargo, el tributo es nacional y esto nos favorece», razona la Head of Tax.
Casi B2B
Ninguna duda al respecto: la orientación del negocio es B2C. No obstante, TaxDown juega con un concepto, tax as a service, pensado para que las empresas ofrezcan a sus empleados la posibilidad de recurrir al respaldo de la startup en sus asuntos fiscales, incluida no sólo la renta sino, por ejemplo, los planes de acciones. A la banca también puede interesarle ese esquema TaaS, ya que la información que posee la firma «está muy estructurada» y resulta de gran utilidad a las entidades financieras a la hora de conceder una hipoteca.
