Criteria sondea más cotizadas para convertirse en el primer inversor de la industria española
El brazo inversor de Fundación La Caixa compromete inversiones por 3.200 millones de euros en menos de dos meses
Criteria Caixa continuará con su frenético maratón para convertirse en el primer brazo inversor de la industria española, un plan que les ha llevado a anunciar y comprometer la inyección de más de 3.250 millones de euros en empresas estratégicas como Telefónica, ACS, Colonial y Puig en menos de dos meses. Fuentes del mercado consultadas por THE OBJECTIVE indican que la compañía ya tiene sobre la mesa nuevas opciones para seguir creciendo en cotizadas, algunas incluso del Ibex 35, planes que irán cuajando en las próximas semanas.
Fuentes oficiales de Criteria no han hecho comentarios sobre el futuro de su política de compras, aunque estos movimientos encajan en su estrategia que «selecciona empresas líderes en sectores altamente atractivos, con capacidad de crecimiento y generación de valor», como dijo la propia compañía en su última comunicación a propósito de la compra del 9,4% en ACS por 983 millones. Una operación que le sitúa como segundo máximo inversor y le asegura un asiento en el consejo que será para su presidente Isidro Fainé.
Estos nuevos movimientos siguen la estela de las recientes compras que –lideradas por el propio Fainé y el nuevo consejero delegado, Ángel Simón- buscan la entrada en el capital de compañías «de primer nivel» que ofrezcan mayor exposición a sectores clave. Criteria ha consolidado un portfolio de 19.613 millones de euros (cerca de los 23.000 millones con los últimos anuncios) en sectores como la banca, la energía, las telecomunicaciones o el agua y ahora ha abierto el abanico al inmobiliario y la moda y la belleza.
Fainé y Ángel Simón
Ahora, los esfuerzos se dirigirán al sector servicios, más infraestructuras o incluso materias primas. Empresas que además deben responder a una atractiva política de dividendos como Telefónica, ACS o la propia Colonial. Criteria es el brazo inversor de la Fundación La Caixa y responde al interés de financiar su obra social, lo que se consigue mediante la rentabilidad de sus participadas. En 2023, los dividendos recibidos llegaron a los 1.114 millones de euros, un nuevo máximo superando en un 33,6% a lo registrado un año antes.
Unas inversiones que se realizarán solo en compañías donde sean el primer o el segundo inversor respondiendo al plan de tener influencia en la gobernanza de las empresas en las que invierte. Así lo ha demostrado en Telefónica donde subirá al 10% para igualar la participación del Estado y para frenar las intenciones de la SEPI de controlar la compañía y su consejo de administración; en ACS donde es el segundo inversor después del presidente Florentino Pérez; Colonial donde ya es el primer inversor; y en Naturgy donde prepara una opa junto a Taqa para consolidarse como el principal accionista.
El plan trazado y ejecutado por Fainé y Ángel Simón (ex CEO de Agbar) desde que éste desembarcara en la compañía en enero de este año es un punto y aparte de la anterior política de inversión de Criteria. Se ha pasado desde la compra fragmentada y el «menudeo» de participadas con pequeños paquetes accionariales, rentables pero minoritarios, a un plan para convertirse en el gran inversor industrial de España, con intereses en todos los sectores, en compañías estratégicas y además siempre como protagonista.
Estabilidad accionarial
El hecho de que Fainé sea designado como consejero dominical en ACS es una muestra clara de que el presidente está trabajando activamente en esta estrategia. «Ahora Fainé puede dedicarse a la influencia y dejar en Simón el trabajo de la gestión del día a día», dicen las fuentes consultadas por este diario. De hecho, coinciden en señalar que con el anterior CEO, Marcelino Armenter, el histórico presidente de La Caixa debía involucrarse más en los asuntos «mundanos», pero desde el cambio de liderazgo está centrado solo en la gobernanza y no en la economía.
Esta nueva era de Criteria pasa necesariamente por el impulso que le ha dado Fainé y su buena sintonía con Simón, el ejecutivo con el que tiene más confianza actualmente junto con el presidente de Naturgy, Francisco Reynés. Quienes se han visto recientemente con el histórico empresario coinciden en calificarlo de «pletórico» frente al plan para convertir al brazo inversor en el «gran vertebrador de la industria española».
En el mundo empresarial se considera además que esta estrategia pasa por hacer frente a los fondos inversores especulativos que quieren sacar tajada rápida de las empresas españolas y protegerse ante la arremetida de fondos soberanos de países extranjeros. Esta «estabilidad accionarial» para compañías estratégicas que persigue el Gobierno y con la que justifica la entrada en empresas del Ibex como en Telefónica.
Los fondos y Criteria
Sin embargo, las fuentes consultadas insisten en apuntar que esta estrategia de Criteria Caixa no tiene nada que ver con la del Gobierno y que pese a que se hacen guiños (como el nombramiento de la exministra socialista Elena Salgado como consejera de Colonial), se está consiguiendo un contrapeso como en el caso de Telefónica o evitando la irrupción de la SEPI en otras operaciones como el cambio accionarial en Naturgy.
Criteria busca, en primer lugar, rentabilidad y unos dividendos atractivos ( en un contexto en el que las empresas españolas en bolsa están relativamente baratas) y en segundo lugar aportar su grano de arena a consolidar el tejido industrial español. En un Ibex controlado por fondos como Blackrock, donde los inversores árabes ganan cada vez más peso y con el Estado amenazando con entrar en el capital de las grandes empresas, el interés de la Fundación La Caixa pasa por ganar protagonismo en la industria local en manos de inversores españoles.
Inversiones de Criteria
Hasta finales del año pasado, la cartera estratégica estaba compuesta por CaixaBank (31,92%), Grupo Financiero Inbursa (9,10%), The Bank of East Asia (19,19%), Naturgy (26,71%), Cellnex (4,36%) y Telefónica (2,55%), entre otras. En abril anunciaron que subían al 5% en Telefónica y hace unos días que llegarían al 10%, con un coste total estimado de 1.250 millones; y a partir de mayo han entrado sucesivamente con el 3% de Puig (425 millones), con el 17% en Colonial (662 millones), y con el 9,4% de ACS (983 millones).
Estas cifras le dejan actualmente como el cuarto gran inversor industrial en España, por detrás de los 26.000 millones que tiene Blackrock en el Ibex; los 27.000 que computa el Estado con todas sus participaciones en empresas, a través de la SEPI o por sociedades públicas; y los 44.000 que tiene Pontegadea (la patrimonial de Amancio Ortega), aunque esta última tiene el mayor parte de su peso solo en Inditex.