La fuga de empresas de Cataluña anota en 2024 su peor dato desde el 'procés'
La salida se acelera en los primeros cinco meses del año coincidiendo con la negociación de la Ley de Amnistía
La fuga de empresas de Cataluña se ha acelerado desde comienzos de año, coincidiendo con las negociaciones para sacar adelante la Ley de Amnistía entre el PSOE y Junts. Los datos de Informa indican que la salida neta de compañías en el primer trimestre registró su máximo desde 2018 -en tiempos del procés-, mientras que las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE señalan que entre abril y mayo la tendencia va a peor, por lo que el cierre del año puede arrojar cifras que no se veían desde la declaración unilateral de independencia.
Las cifras del informe Cambios de domicilio de empresas correspondiente al primer trimestre de este año indican que el saldo de compañías que han llegado a Cataluña y las que se han marchado arroja un déficit de 84 sociedades, el dato más alto de que precisamente estallara el procés y se realizara el referéndum del 1 de octubre. Entre enero y marzo de 2018, se produjo una salida neta de 1.435 entidades.
De esta manera, durante los primeros tres meses de 2024 se marcharon 247 empresas, levemente por encima de los 243 que se fueron entre enero y marzo de 2023. La diferencia está en que este año solo han llegado 163 sociedades frente a las 227 de igual periodo del año anterior, una clara consecuencia de la lucha política, el debate de la amnistía y los ecos de un nuevo proceso independentista que comienzan a retumbar en el mundo empresarial, dicen las fuentes consultadas.
Salidas de 2023
En términos anualizados, las cifras reflejan que desde la crisis del 1-O, cuando solo entre 2017 y 2018 se produjo un saldo negativo de 3.650 empresas, los datos de fuga empresarial se habían estabilizado en 283 salidas en 2019, 320 en 2021, 218 en 2022 y 128 en 2023.
Si nos centramos solo en el primer trimestre, tras el desplome del desafío independentista se produjeron 45 salidas de media y en 2022 y 2023 se registraron los datos más bajos del periodo con 32 y 16 bajas, respectivamente. Esto supone que en los primeros tres meses de este año se registrará un importante repunte que casi iguala el saldo de fugas del año 2023.
La Ley de Amnistía que finalmente se aprobó el jueves en el Congreso de los Diputados ha marcado el comienzo de la legislatura. Era una condición de Junts para apoyar la investidura de Pedro Sánchez a mediados de noviembre. Fue rechazada por el propio partido de Carles Puigdemont en enero y, desde entonces, se han estado negociando diferentes concesiones, generando mucho ruido político y gran inestabilidad política e institucional en Cataluña.
¿Vuelta del ‘procés’?
Unos altibajos que -según las fuentes consultadas por este diario- están teniendo un gran impacto en la incertidumbre económica y en que muchas empresas no solo decidan marcharse de Cataluña, sino que además otras que tenían pensado volver han frenado sus movimientos. Esto supondría que al cerrar el año podríamos encontrarnos con uno de los mayores éxodos desde los años duros del procés.
Empresarios con sede fuera y dentro de Cataluña advierten a este diario que el perdón concedido a los líderes del procés, con Puigdemont a la cabeza, podría marcar el primer paso de nueva etapa de inestabilidad en la que volverá a estar sobre la mesa la autodeterminación y la independencia con muy negativas consecuencias para el tejido productivo y la pequeña y mediana empresa.
Por otro lado, las cifras oficiales y las sensaciones que hay en el empresariado catalán indican que el plan del Gobierno y los acuerdos con Junts y ERC para intentar que las sociedades volviesen a Cataluña también ha fracasado. En noviembre, el PSOE pactó con Junts apoyar la investidura de Sánchez y una de las condiciones fue «facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años«.
Vuelta a Cataluña
En enero, el partido de Carles Puigdemont pidió que las compañías que se marcharon en 2017 por los efectos del procés fuesen sancionadas si no volvían. Finalmente, no se concretó ninguna medida formal ni se ha vuelto a hablar de estos incentivos o penalizaciones, aunque las presiones siguen existiendo, pero sin herramientas legales para forzar esta vuelta de grandes y medianas compañías.
Ese diario indicó que el Gobierno no tenía herramientas legales para forzar la vuelta de las empresas a Cataluña y que las grandes corporaciones no tenían intención de volver, por lo que se planteaban dar la batalla jurídica. En esta línea, los números demuestran que han sido las medianas y pequeñas empresas las que se han negado a volver y que, lo más probable, es que no lo hagan en el corto plazo.
En cualquier caso, los consultados indican que la evolución de las empresas catalanas dependerá del Gobierno que surja tras las últimas elecciones, un escenario con múltiples incertidumbres. El PSC ganó, pero sin la mayoría necesaria para gobernar con sus propios escaños, mientras que Puigdemont se ha postulado para formar un Ejecutivo en minoría, pero que aglutine los votos independentistas. Algo poco probable, pero que podría abocar a un bloqueo parlamentario y unos nuevos comicios.