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Economía

El Gobierno baraja el silencio administrativo en la opa de Talgo para que Magyar busque socios

Esta alternativa permitiría el Ejecutivo ganar tiempo y agotar todas las opciones para encontrar un nuevo socio industrial

El Gobierno baraja el silencio administrativo en la opa de Talgo para que Magyar busque socios

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. | Agencias

El Gobierno tiene sobre la mesa varias opciones para bloquear la oferta pública de acciones (opa) de Magyar Vagon para hacerse con el fabricante ferroviario Talgo, aunque, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, la que coge más fuerza -y que gana adeptos dentro del Ministerio de Economía y el de Transportes- es la del silencio administrativo. Esto es, dejar que expire el tiempo para responder a la solicitud sin hacer un pronunciamiento oficial, lo que haría decaer la propuesta y la operación de compra.

Con este movimiento, el Gobierno no estaría obligado a justificar el rechazo implícito de la opa -lo que suavizaría el impacto en el clima inversor-, y además deja abierta la puerta para que Magyar presente una nueva propuesta en la cual se sugerirá que cuenten con nuevos socios y apoyos industriales que podrían incluir grupos españoles. En paralelo, Moncloa ganaría tiempo para seguir buscando un inversor que presente una oferta alternativa, unas gestiones que hasta la fecha no han tenido éxito.

La ley de inversión extranjera aprobada por Real Decreto hace ya un año establece explícitamente que si pasan tres meses sin que se responda a una solicitud de toma de control de una empresa española estratégica -incluyendo las paradas de reloj- se aplica el principio de silencio administrativo y se da por rechazada la propuesta.

Solicitud de Magyar Vagon

Magyar Vagon presentó la solicitud el 22 de marzo ante la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones, un plácet que debe además contar con informes preceptivos del Ministerio de Economía de Carlos Cuerpo y del de Transportes de Óscar Puente. Esto supone que se debe dar una respuesta, a más tardar a finales de junio (en un mes más). De lo contrario, la operación se dará por rechazada.

La fórmula del silencio administrativo cumpliría con el objetivo del Gobierno de anular la operación y además tendría un menor impacto en la opinión pública y en el clima inversor. El pasado miércoles, Carlos Cuerpo envió un mensaje de tranquilidad en este sentido, indicando que el Ministerio de Economía únicamente está analizando la operación en la Junta de Inversiones Exteriores. «Lo que esté pasando fuera de ese análisis no le compete al ministerio», dijo en relación con las gestiones para buscar una opa alternativa.

Del mismo modo, Óscar Puente también ha bajado el nivel de las hostilidades. Desde que se anunciara en febrero, el titular de Transportes manifestó en varias ocasiones su rechazo a la operación -que nunca fue consultada previamente con el Ejecutivo- e incluso llegó a reconocer que no tendría problemas en apadrinar una oferta alternativa a la opa de Magyar Vagon. Sin embargo, en el último mes ha mantenido el silencio.

Opa sobre Talgo

Las fuentes consultadas indican que esto no significa que el Gobierno haya cambiado de opinión, sino simplemente de estrategia. En el sector empresarial se ha advertido insistentemente que no daría buena imagen a los inversores internacionales rechazar una propuesta que busca inyectar capital en Talgo y que además cuenta con el apoyo de los actuales socios y gestores. En especial, si Puente la ha intentado torpedear públicamente en varias ocasiones.

Un fino equilibrio en la confianza inversora que en el Ministerio de Economía no quieren romper, para no perjudicar proyectos futuros en sectores estratégicos y de infraestructuras. Es por ello por lo que ahora mismo la opción que cuenta con más apoyos es la del silencio administrativo, ya que deja todas las alternativas abiertas, a la vez que no se realiza un pronunciamiento explícito que enviaría una mala señal al mercado.

La primera consecuencia es que deja viva la opa de Magyar Vagon, algo que no pasaría si es que se rechaza explícitamente la operación. Si la compañía húngara decide seguir adelante, deberá presentar una nueva propuesta con las correcciones y peticiones del Gobierno y en lo posible la incorporación de un socio local que garantice la españolidad de Talgo. Si no se encuentra un socio local, hay quien ya pide en el Gobierno que sea el propio Estado español el que asuma un porcentaje de representación.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha moderado el discurso aunque no ha variado su negativa a la opa que lanzó Magyar Vagon sobre Talgo.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha moderado el discurso aunque no ha variado su negativa a la opa que lanzó Magyar Vagon sobre Talgo. | Agencias

Irrupción de la SEPI

Por otro lado, esta opción da tiempo para que el Gobierno siga buscando -y ya no a contrarreloj- una alternativa industrial a esta opa. Una nueva solicitud de Magyar podría alargar el proceso, al menos hasta finales de este año. El problema es que, desde al menos el mes de marzo, el Ministerio de Transportes se encuentra peinando el mercado para encontrar una empresa española que quiera hacerse cargo del control, pero todas las gestiones han sido infructuosas.

Se llegó a contactar con Criteria Caixa, pero el holding de la Fundación La Caixa ha declinado de momento entrar en la operación. Se ha publicado también el interés de Escribano, accionista de referencia de Indra, pero su capacidad de liquidez limita sus posibilidades. Las fuentes del sector consultadas indican que esto podría abrir la puerta a que sea el propio Estado a través de la SEPI el que termine entrando para equilibrar el capital, pero es una opción que se estudiará en el futuro, ya que la prioridad es agotar todas las posibilidades para la entrada de empresas privadas.

La oferta de Magyar Vagon por 100% del capital de Talgo ronda los 630 millones de euros. Liderada por los empresarios György Bacsa y András Tombor, la propuesta se presentó a través de la sociedad Ganz Mavag Europe, integrada en un 55% por Ganz Mavag Holding y al 45% por Corvinus, propiedad al 100% del Estado húngaro. La oferta cuenta con el plácet de los actuales mayores accionistas, el fondo Trilantic, que tiene un 40% y que entró en Talgo en el año 2006.

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