Abanca extiende la flexibilidad horaria a los trabajadores de sus sucursales
La entidad implantará un sistema de cuatro horas para que sus empleados puedan elegir cuándo operan por las tardes
Cartel de Abanca. | Europa Press
Abanca ha extendido a la flexibilidad horaria a casi toda la organización, incluida la red de sucursales para el periodo normal, es decir, entre septiembre y junio. La entidad ha llegado a un preacuerdo con distintos sindicatos para implantar este modelo de jornada en el marco de distintas mejoras en las condiciones laborales, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Las medidas aún están bajo revisión, hasta la firma de un pacto definitivo y la posible suma del resto representantes de los empleados.
De acuerdo con el documento, al que ha tenido acceso este periódico, los empleados podrán acogerse a este sistema cuatro días a la semana, de lunes a jueves, con la obligación de trabajar por la mañana seis horas y flexibilizar las restantes cuatro por la tarde, hasta las 18:30 horas. «Dentro de estos cuatro días, se trabajará de forma fija una tarde», añade el texto, que indica que en el caso de la red comercial se establecerá por la dirección de zona o de las oficinas. Los viernes la jornada se mantiene hasta las 15:00 horas.
La dirección de Abanca, según el pacto preliminar, ha impuesto que el 50% del crédito flexible (dos horas si no hay acuerdo) esté a disposición de la empresa para reuniones y necesidades de servicio en una sola tarde adicional por semana, que será comunicado con un aviso previo de 48 horas. El resto será trabajado efectivamente a elección del personal, priorizando la productividad y la atención al cliente, hasta completar las 37,5 horas a la semana.
Los empleados podrán acogerse a este modelo de manera voluntaria y para la mayor parte de la red será necesaria la aceptación del banco. Algo que no requerirán los directores de las sucursales ni los gerentes, incluidos los de servicios centrales. Fuentes oficiales de Abanca no quisieron hacer comentarios sobre el preacuerdo.
La entidad, por el momento, ha excluido a algunos colectivos del modelo de flexibilidad horaria, aunque los sindicatos, entre ellos UGT, pelea para que sean los menos posibles. Abanca ha dejado al margen al personal adscrito a su banca privada, a los gestores de atención a distancia y aquellos que tienen una jornada singular.
La entrada en vigor de este sistema está fijado para el próximo enero de 2025 y la plantilla que quiera acogerte tendrá de plazo hasta noviembre. Forma parte de otra serie de medidas, entre las que destacan diferentes mejoras retributivas. Por ejemplo, Abanca ha establecido un nuevo salario base mínimo de 22.500 euros, además de un incremento de hasta el 8% de la remuneración en 2024 y de hasta el 3% para 2025 y 2026, en el marco del convenio colectivo pactado por los sindicatos y la patronal CECA.
El aumento, eso sí, es superior al sectorial, cuya es del 5% en 2025, y del 3% para los dos ejercicios siguientes. El convenio incluía, un pago único adicional en el presente año de 1.000 euros para cada empleado y un día de libre disposición para cada año que dure el convenio, hasta los 28 días. Adicionalmente, la patronal concedió una cláusula de garantía por si el IPC superara al total de la revalorización al finalizar el convenio, en cuyo caso los sueldos subirían en el acumulado de los tres años un 14% frente al 11% estimado.
Las entidades asociadas a la AEB aún no han sellado un acuerdo, aunque está previsto que próximamente llegará a un acuerdo con los sindicatos tras innumerables desencuentros. La patronal de los bancos tendrá una reunión el 10 de julio para dar por cerrada la negociación después de poner sobre la mesa una propuesta final, que es muy pareja al de las antiguas cajas de ahorros.
La AEB se ha comprometido a llegar a un entendimiento bajo el supuesto de un incremento salarial del 11% en tres años, un día adicional de vacaciones y una garantía por desviación del IPC de un 2% extra en el periodo de vigencia del nuevo convenio. Recientemente, la presidenta de la asociación, Alejandra Kindelán, aseguró que su intención alcanzar pronto un pacto con los representantes de los empleados y restó importancia a que el proceso esté siendo más dilatado que en el caso de la patronal de Abanca y el resto de las antiguas cajas.
