El Santander lidera la apertura de nuevas cuentas con más de un millón en 2023
Unicaja, afectada por su crisis de gobernanza, es la única gran entidad que reduce el número de libretas de sus clientes
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín | Europa Press
El Santander está liderando la apertura de nuevas cuentas por parte de los clientes, a pesar de no haberse adentrado de lleno en la batalla por la captación de depósitos a plazo. El grupo presidido por Ana Botín aumentó en algo más de un millón el número de libretas de sus usuarios el año pasado, superando con creces al resto de competidores en el mercado español.
Los datos de las patronales AEB y CECA recopilados por THE OBJECTIVE ponen de manifiesto que tanto la red del Santander y su filial online Openbank ampliaron en 1,070 millones las cuentas corrientes, de ahorro y las imposiciones con vencimiento. Este incremento eleva a 13,351 el número conjunto y refleja la fuerza comercial que está teniendo de un tiempo a esta parte. El crecimiento está impulsado por la captación de nuevos clientes y por la mayor vinculación de los que ya tenía. El grupo, por ejemplo, ganó más de 1,3 millones de usuarios entre finales en casi dos años, dejando atrás la pérdida de ejercicios anteriores, aunque en el arranque de 2024 el ritmo se ha ralentizado a la mitad.
Aunque su red no ha entrado en la guerra por los depósitos, su filial Openbank sí ha sido protagonista de la misma con lanzamiento de productos con rentabilidades superiores a la media. Esta estrategia ha dado sus frutos, ya que incrementó en 2023 en 361.000 el total de cuentas. Un número que supera, por ejemplo, la de entidades de mucho mayor tamaño y presencia física, como Caixabank o el Sabadell.
Su principal rival a nivel global, BBVA, tampoco ha escapado a la mejora sustancial de este tipo de productos, debido a que ha agrandado este segmento de actividad en 713.000 las libretas que tenían abiertas sus usuarios. El banco vasco tiene la tarea este año de mantener esta buena evolución, al igual que el resto de parámetros, con el fin de convencer a la mayor cantidad posible de accionistas del Sababell en su oferta pública de adquisición de acciones (opa) con carácter hostil. De hecho, para el presente cuatrimestre la entidad ha subido hasta en un 90% los objetivos comerciales de sus empleados. En 2023, BBVA cerró con 11,52 millones de cuentas en nuestro país.
El Sabadell, que se intenta defender del ataque del grupo vasco, registró, de igual manera, un buen desempeño, debido sobre todo a las diferentes campañas para captar clientes a través de su cuenta online, con remuneración atractiva. Así, elevó el número administrado en unas 320.000, hasta superar los 6,93 millones. En la actualidad ofrece un 2,5% en su producto digital el primer año de vigencia.
Los datos de las patronales indican que la única gran entidad que redujo las libretas fue Unicaja, que perdió unas 139.000, afectada por la crisis de gobernanza vivida por las luchas entre Manuel Menéndez (exLiberbank) y el accionista de control, la Fundación Unicaja. El banco andaluz se esmeró para retener clientes y fue una de las primeras que puso en marcha campañas en los depósitos para frenar la fuga. Tras la disminución, tiene menos de tres millones de cuentas de pasivo.
Caixabank continúa siendo el banco con el mayor número de libretas activas, muy por encima del Santander y BBVA. Su liderazgo en el sector, aunque amenazado por la opa al Sabadell, le permite administrar 23,71 millones. En 2023 aumentó esta cifra en 146.000 gracias, en parte, al cambio de tendencia en la captación de clientes en la recta final del ejercicio, cuando dio por finalizada la sangría de usuarios que comenzó con la fusión de Bankia.
Como todas las grandes entidades, a excepción de Unicaja, Bankinter (incluyendo Evo Banco), Ibercaja, Abanca y Kutxabank también ampliaron la base de cuentas. Sobresale el desempeño, en este sentido, de Ibercaja, porque sus usuarios abrieron 206.000 libretas y, con ello, supera los 2 millones. Kutxabank -sumando su división Cajastur- tan solo impulsó estos productos en 21.000. Una cantidad limitada si se compara con el Santander, aunque también es cierto que de un tamaño inferior.
Todos estos números demuestran que, aunque la gran banca ha estado al margen de la guerra del pasivo en términos generales y ha tardado en pagar más por los depósitos, sí ha hecho frente a la ofensiva de las pequeñas entidades, que sí han librado una auténtica batalla por mejorar sus números y arañar parte del negocio.
