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Economía

Los extranjeros compran el 30% de las casas en las islas con los precios rozando máximos 

Los precios en Canarias y Baleares superan ya los máximos alcanzados durante el boom inmobiliario de 2008

Los extranjeros compran el 30% de las casas en las islas con los precios rozando máximos 

Manifestantes en Mallorca contra la masificación turística y por la vivienda digna. | Europa Press

Los extranjeros continúan con su fuerte interés por comprar vivienda en España, sobre todo en las islas, donde superan el 30% de las operaciones firmadas en plenas tensiones por la vivienda en ambos territorios. En el segundo trimestre, la demanda extranjera de vivienda ha supuesto el 14,8% de las compraventas, ligeramente por debajo del 14,9% que supuso en el mismo trimestre del año precedente, según los últimos datos del Colegio de Registradores recogidos por THE OBJECTIVE. Respecto al trimestre anterior, esta proporción ha experimentado un incremento de 0,6 puntos porcentuales. En términos absolutos, ha hecho que se superen las 21.700 compraventas por parte de extranjeros, frente a las poco más de 21.500 del primer trimestre.

Las mayores proporciones sobre el total de compraventas del segundo trimestre corresponden, como es habitual, a aquellos territorios con fuerte actividad turística. Es el caso de las islas, donde el porcentaje de compras de vivienda por parte de extranjeros supera el 30%. Concretamente, el 32,4% de las compras de vivienda que se cerraron en las Islas Baleares durante el segundo trimestre se produjo por manos extranjeras. En Canarias la proporción llegó al 31,1% del total de las compras realizadas, según los registradores. A pesar de que las zonas turísticas siguen siendo las que mayor interés despiertan para los extranjeros, ha aumentado el peso relativo de sus compras hasta en trece comunidades con respecto al trimestre anterior.

Una proporción de compras en manos foráneas que ha ido incrementándose tras la pandemia. En 2019, territorialmente, en términos porcentuales, la demanda extranjera estaba claramente encabezada por las provincias isleñas, obteniendo los mayores resultados en el segundo trimestre en Baleares, con un 27,49% de compra de vivienda por extranjeros, no muy distante de Canarias, con un 26,57%. A partir de 2021, las compras se han incrementado hasta superar tres de cada diez operaciones que se cierran en las islas, coincidiendo con el boom de los precios en estos territorios.

En niveles de burbuja

El precio de la vivienda en las islas, tanto Baleares como Canarias, ha crecido un 8,6% anual y supera ya el máximo nivel de precios alcanzado durante el boom inmobiliario en enero de 2008, según la estadística Tinsa IMIE General y Grandes Mercados correspondiente al mes de julio. En los últimos diez años, estos precios no han dejado de crecer. El precio medio del metro cuadrado de la vivienda en Canarias se ha incrementado un 78%, al pasar de 1.391 euros el metro cuadrado en febrero de 2014 a los 2.470 euros el metro cuadrado en febrero de 2024.

Así las cosas, los ciudadanos que compraban una vivienda media de 80 metros cuadrados en Canarias en 2014 debían pagar por la una media de 111.200 euros, frente a los 197.600 euros que cuesta de media en 2024. En concreto, el precio acumulativo de la vivienda en venta ha subido en Canarias un 25% en los últimos 15 años, un 78% en los últimos 10 años, un 45% en los últimos 5 años y un 23% en el último año, según el análisis ‘Variación acumulativa de la vivienda en España en 2024’, basado en los precios de la vivienda en venta del mes de febrero de los últimos 15 años del Índice Inmobiliario Fotocasa.

Según los datos de Fotocasa, Canarias es la segunda autonomía, tras Baleares, que marca máximos en el precio medio de compra con un coste de 2.421 euros el metro cuadrado. Ambos mercados han presentado máximos prácticamente al mismo tiempo, lo que dificulta aún más las soluciones habitacionales en las islas, según el portal. De hecho, el archipiélago balear también es el que ostenta el mayor precio de la vivienda en alquiler. Esta situación sitúa a las islas como territorios con fuerte tensionamiento en el mercado de vivienda, centrando las críticas y protestas vecinales tanto por el turismo como por la dificultad de acceso a la vivienda.

¿Limitar la compra a extranjeros?

Con este caldo de cultivo, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (Coalición Canaria), aseguró el pasado mes de mayo que era «el momento» de negociar con la Unión Europea la posibilidad de limitar la compra de vivienda por parte de los extranjeros en Canarias. No obstante, el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), en su art. 63, establece la prohibición a cualquier tipo de restricción a los movimientos de capitales entre Estados miembros y terceros países, incluyendo la compra de propiedades inmobiliarias, lo que significa que cualquier ciudadano de la UE tiene derecho a adquirir viviendas en cualquier país miembro sin restricciones significativas. Pero, ¿qué pasa con los ciudadanos de fuera de Europa?

«Se podría explorar la posibilidad de imponer restricciones a los no comunitarios, siempre y cuando estas restricciones se consideren necesarias, proporcionadas y no discriminatorias», tal y como explica Mercedes Blanco, miembro del comité de dirección de Fincas Blanco y CEO de Vecinos Felices Administración de Fincas y Alquileres. En el caso concreto de Canarias, dado su estatus de región ultraperiférica (RUP), la experta considera que podría contar con una base para argumentar ciertas restricciones basadas en su lejanía e insularidad.

No obstante, recuerda que, «cualquier intento de imponer estas restricciones requeriría una sólida justificación ante la Comisión Europea y el respaldo del gobierno central de España». Por otro lado, Alfredo Millá, CEO de la inmobiliaria Sonneil rechaza que la dificultad de acceso a una vivienda asequible en estas zonas esté directamente relacionado con la compra de vivienda por parte de extranjeros. «El tipo de vivienda que demanda el comprador nacional no es el mismo que el que busca el comprador extranjero. Por ejemplo, este opta más por obra nueva que el español gracias al mayor nivel de renta, que le permite invertir más en casas nuevas, modernas y construidas con materiales de las mejores calidades», recuerda.

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