Díaz pide a la patronal 'amiga' de Begoña Gómez apoyo para salvar la jornada reducida
La ministra de Trabajo acude a Pimec y a los sindicatos, pero choca con las reticencias de Junts a respaldar al Gobierno
Yolanda Díaz junto a los representantes de Pimec, Conpymes y Begoña Gómez. | Alejandra Svriz
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha aprovechado su reciente viaje a Barcelona con la intención de buscar apoyos que le sirvan para que la reducción de la jornada laboral de 37,5 horas no acabe en el baúl de los recuerdos del Congreso de los Diputados.
Con este fin, el miércoles y el jueves de esta pasada semana mantuvo reuniones con patronales y sindicatos de ámbito territorial con el objetivo de que aúnen fuerzas, y sobre todo, que convenzan a Junts, el partido de Carles Puigdemont -necesario en la ecuación de la reforma- para que vote a favor de una medida en la que la dirigente de Sumar pone todo su empeño.
En esa gira por Cataluña, Díaz acudió en primera instancia en Barcelona a la ayuda de la patronal territorial catalana Pimec, cuyo presidente, Antonio Cañete, se encuentra en estos momentos pendiente de la decisión de la justicia, con cita para el próximo 29 de octubre, por un delito por fraude de ley, por supuestamente participar en la concesión de subvenciones públicas para favorecer a la Unión de Asociación de Trabajadores Autómos (Uatae).
Un directivo imputado y próximo a Gómez
Antonio Cañete no es un directivo cualquiera. De la mano de Conpymes -la patronal que fue amadrinada por Begoña Gómez en la Casa Árabe de Madrid, en mayo de 2021-, también participó en el informe elaborado por la Cátedra STC, la Cámara de Comercio y, por último, Conpymes. Es decir, la Confederación Nacional de Pymes impulsada por Pimec, cuyo presidente, José María Torres, patrocinó financieramente la cátedra de la esposa del presidente del Gobierno en la Universidad Complutense, a través de la empresa Numintec Telecomunicaciones.
Aquel informe al que tuvo acceso THE OBJECTIVE y en el que no solo colaboró Pimec -también lo hicieron Pimen, Uatae y COAG, entre otras organizaciones- tenía como temática principal La contribución de las empresas al desarrollo sostenible. En su documentación se hacía alusión a la Agenda 2030, la financiación sostenible a través de fondos públicos y la necesidad de aplicar los Códigos Éticos de Conducta a las empresas, así como al Plan de Contratación Pública Ecológica de la Administración General del Estado.
El peso de Junts
El momento en el que Yolanda Díaz ha querido compartir con Pimec su propuesta de reducir la jornada laboral a 37,5 horas y media se produce ante un doble escenario. Por un lado, el Gobierno de Pedro Sánchez no tiene suficiente fuerza política para que proyectos como éste vean la luz del trámite parlamentario. Y, por otra parte, Díaz ha vuelto a jugar una carta con una patronal que no está sentada en la mesa de diálogo como sí pasa , junto a CCOO y UGT con las organizaciones empresariales CEOE y Cepyme, a la espera de una nueva convocatoria para el martes 24 de septiembre.
No en vano el Ejecutivo ya ha ido dando pasos, en este sentido, facilitando el camino para que las organizaciones próximas a Yolanda Díaz y a Begoña Gómez se hayan hecho ya un hueco en el Consejo Económico y Social, en el Consejo Estatal de la Pyme y en la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, como ya informó en su día este diario.
Un movimiento, por parte del Ministerio de Trabajo, que no se entiende muy bien en el lado de las grandes patronales con representación nacional, y que parece planteado para que las organizaciones catalanas pongan un granito de su parte y presionen a Junts, no muy proclive a ceder esta pieza del tablero.
Fuentes próximas a la mesa de diálogo social insisten en que Pimec tampoco puede ponerse en estos momentos al lado de Díaz. La prueba es que Antonio Cañete mostró su preocupación ante la ministra por la actual propuesta de reducción de la jornada laboral, planteando otras alternativas como la mejora de la productividad y medidas para la reducción del absentismo laboral y la gestión de bajas laborales, así como la mejora del tiempo de trabajo y, eventualmente, que la reducción de la jornada se vehicule a través de la negociación colectiva.
El dilema: ¿quemarse por la reducción?
Esta misma fuente apunta además, que Foment del Treball, principal organización empresarial de Cataluña, integrada en CEOE, habló con Junts per Catalunya para pedirle que no apoyara la última iniciativa laboral de Yolanda Díaz. La patronal presidida por Antonio Garamendi confirma que el pasado miércoles, y durante la Junta Directiva de CEOE, Foment dejó claro y sin fisuras que su posición en este sentido está absolutamente alineada con la organización empresarial, rechazando por tanto una medida con una fuerte motivación política que no ha sido demandada y que perjudica a la empresa.
Los de Foment -explican fuentes empresariales a TO- le argumentaron a Yolanda Díaz que la reforma de la reducción de jornada laboral, tal y como está ahora, no la ven posible. Una posición de la que, hoy por hoy, «no se quiere tampoco mover Junts -señala una fuente técnica-, porque a este partido solo le interesan cosas como la amnistía, y por tanto no se van a desgastar con la reducción de jornada. Además -añade-, tampoco a Sánchez le interesa quemarse con este tema, porque lo que él considera mollar son los presupuestos». Y eso explicaría -profundiza esta fuente-, que «el PSOE quiere reunirse con Puigdemont en las próximas semanas».
Además de con Pimec y Foment y, sectores a los que repercutirá la reducción de la jornada laboral, Díaz también se reunió con los sindicatos UGT y CCOO en Cataluña, y con el nuevo presidente de la Generalitat, el socialista y exministro de Sánchez Salvador Illa.
El instrumento de la negociación colectiva
Entretanto, y apenas unos días antes de la que mesa del diálogo social se vuelva a reunir este martes, y con el anuncio de los sindicatos de inminentes movilizaciones, el catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y experto en relaciones institucionales Jordi García Viña pronunciaba en Madrid una conferencia sobre las consecuencias de la reducción de la jornada máxima legal en las empresas españolas, destacando de antemano «la elevación de los costes directos en el aumento de remuneraciones por las horas que se dejarían de trabajar, más los impuestos que se derivan de éstas».
El también abogado y consultor de empresas partió de la base de que estamos ante una de las experiencias implantadas por diferentes gobiernos en diversos países de la UE, y esto produce muchas dudas y no pocos efectos perversos, «especialmente en cuanto a la creación de empleo, que no se consigue».
Además -observó García Viña-, «la complejidad actual de la jornada de trabajo, con tantas especialidades y tan pocas zonas comunes, implica que la reducción de la jornada máxima sea uno de los factores menos relevantes a tener en cuenta, ya que se deberían primar aspectos tales como la flexibilidad, el tiempo parcial, la búsqueda de solución a situaciones de disponibilidad o el difícil encaje de la conciliación de la vida profesional y familiar».
En este punto -defendió Jordi García Viña ante la Fundación Acción Liberal-, «la gestión de la jornada de trabajo por medio de la negociación colectiva, con una regulación de mínimos que permitan la máxima flexibilidad en el pacto es el instrumento idóneo para afrontar las relaciones laborales en los próximos años en España». Además, -concluyó-, son necesarias medidas que favorezcan la flexibilidad en la organización de la jornada de trabajo para un menor uso del tiempo efectivo de trabajo, conforme a las nuevas necesidades de las empresas y de los consumidores y usuarios».
