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La demanda de viviendas de lujo se muda a zonas rurales por la saturación en las ciudades

Estas villas de lujo las están demandando tanto americanos como alemanes o británicos, principalmente

La demanda de viviendas de lujo se muda a zonas rurales por la saturación en las ciudades

Vivienda de lujo. | Agencias

El mercado inmobiliario de lujo mantiene su fortaleza y busca nuevos lugares donde seguir creciendo. Se trata de un segmento que, al contrario de lo que ocurrió el año pasado con el resto del residencial, no se ha ralentizado lo más mínimo, más bien al contrario. Durante 2024 ha seguido creciendo con intensidad, posicionando a España como uno de los principales países destino de lujo inmobiliario a nivel mundial. Un mercado que, además de las principales plazas como Baleares, Madrid, Málaga o Barcelona, está experimentando un aumento considerable de la demanda de villas de lujo en zonas rurales, tal y como se desprende de un informe realizado por el Grupo Tecnitasa y analizado por THE OBJECTIVE.

Estas villas de lujo las están demandando tanto americanos como alemanes o británicos, principalmente. La creciente inclinación hacia desarrollos rurales de lujo se ha convertido en un fenómeno notable, que responde, por un lado, a la saturación de los mercados urbanos y costeros y, por otro, refleja un cambio profundo en las preferencias de los compradores de lujo. Estos desarrollos rurales están ligados a valores como la autosuficiencia, una conexión más auténtica con las raíces locales y la sostenibilidad. «Se están creando entornos de entre ocho y 20 viviendas de valores entre 10 y 20 millones de euros. Los que van a comprarlos están interesados también en tener un huerto ecológico y una vivienda autosostenible», explican desde el grupo inmobiliario.

«Al buscar espacios donde el lujo se integre con el entorno natural y las tradiciones locales, los compradores optan por una experiencia de vida aislada, pero enriquecedora», explican en el informe. Según la inmobiliaria, las viviendas de lujo ya no solo se definen por su ubicación, calidad de los materiales o dimensión, «sino por cómo se adaptan a un nuevo estilo de vida en el que se valoran, cada vez más, aspectos como la personalización, lujo silencioso o eficiencia energética que proporcionan un bienestar y una manera de vivir más sostenible y con alta responsabilidad ecológica», según José Antonio Muro, el director general de Grupo Tecnitasa.

Masías y fincas rústicas

Dentro de esta tipología de vivienda, se aprecia un especial interés por masías o fincas rústicas. La sostenibilidad se convierte aquí en un pilar clave, con un enfoque en la autosuficiencia y la integración armoniosa con el entorno, según el sector. Un ejemplo destacado de esta tendencia es el desarrollo de nuevas zonas rurales de lujo en Mallorca, debido a la falta de oferta en los mercados tradicionales. Regiones como Alaró, Santa Maria del Camí, Santanyí y el eje Bunyola-Marratxí están emergiendo como destinos clave para propiedades de lujo en el campo, donde se valora la privacidad y la posibilidad de vivir en armonía con el paisaje mallorquín, sin dejar de lado los estándares y comodidades asociados al mercado residencial de lujo, según el informe.

Es una tendencia que se enmarca en el creciente interés por el campo que se produjo a raíz de la pandemia, tal y como hemos contado en este diario. Desde entonces, la inversión está creciendo en este ámbito, por un lado, de mano de grandes agricultores y ganaderos (terratenientes) que están aprovechando las ventas de pequeñas propiedades heredadas para hacer crecer las suyas propias. Pero también familias que buscan fincas de recreo. Se trata de un tipo de inversión que está creciendo con intensidad en los últimos años, tal y como reconoce Regino Coca, CEO y fundador de Cocampo, en conversación con THE OBJECTIVE. «Las familias, tras la covid y en el contexto de crisis medioambiental actual, valoran más invertir en una finca con segunda residencia que disfrutar los fines de semana, antes que la tradicional costumbre de invertir en la casa de playa», explica Coca.  

En este contexto, durante este año las ubicaciones privilegiadas en el mercado de viviendas de lujo de España están experimentando una transformación significativa. La descentralización está permitiendo a los compradores explorar nuevas áreas que ofrecen un lujo diferenciado y adaptado a las tendencias modernas de privacidad, exclusividad y conexión con la naturaleza.

Aumento de compradores extranjeros

De acuerdo con Knight Frank, España está entre las tres primeras opciones de las grandes fortunas mundiales para adquirir propiedades. Una compra de vivienda por parte de extranjeros que ha vuelto a la senda positiva tras dos trimestres mostrando cierta debilidad. Así las cosas, según los últimos datos de los notarios, la compraventa entre extranjeros residentes y no residentes aumentó un 1,8% interanual, hasta las 69.412 operaciones, en la primera mitad de 2024. Este incremento sucede a la caída registrada en el segundo semestre de 2023, cuando se observó un descenso interanual del 10%. 

Las operaciones efectuadas por extranjeros representaron un 20,4% del total de compraventas, quedándose por debajo del promedio que se registró en 2023 (21,1%). Los mayores precios promedio por metro cuadrado los han pagado los compradores de Suecia (3.330 euros el metro cuadrado), Estados Unidos (3.247 euros el metro cuadrado), Alemania (3.114 euros el metro cuadrado), Noruega (2.969 euros el metro cuadrado) y Suiza (2.966 euros el metro cuadrado). Por otro lado, los compradores rusos, polacos, irlandeses, franceses, belgas, italianos y británicos también superaron el precio medio pagado por el conjunto de extranjeros, situado en 2.249 euros el metro cuadrado

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