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El reto de alquilar en Barcelona: se sextuplica el número de familias que compiten por cada casa

La presión sobre el alquiler se ha disparado desde el año 2019. Los expertos denuncian las restricciones de la oferta

El reto de alquilar en Barcelona: se sextuplica el número de familias que compiten por cada casa

Personas paseando por las Ramblas. | Archivo

Alquilar un piso en algunos lugares de España se ha convertido en un reto cada vez más complicado para muchas familias. En ciudades como Barcelona, es «una misión imposible». Así lo reconocen desde Donpiso, la empresa decana del sector de la intermediación inmobiliaria en España con sede en Barcelona. «Nosotros hemos pasado de que la gente tuviese dificultad para pagar la mensualidad del alquiler hace cuatro años a que directamente sea misión imposible encontrar un piso», tal y como reconoce Emiliano Bermúdez, uno de los socios de la compañía.

Esta inmobiliaria, con 40 años de historia, cree que las medidas que se han puesto en marcha han conseguido lo contrario de lo que se esperaba. «¿De qué te sirve que te topen precios si el piso no existe?», se preguntan. «En un mercado libre tiene que haber más oferta en el mercado. Es imposible que en una situación de mercado, si la oferta se restringe, los precios no suban», añaden otras fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE. Esta situación, que supone un «estrangulamiento» cada vez mayor del mercado, añaden, está llevando a que sea una tarea casi heroica conseguir alquilar una vivienda asequible.

Unos datos que corrobora el portal inmobiliario Idealista en su último estudio. En el tercer trimestre de 2024, los anuncios de viviendas en alquiler publicados en Idealista -líder del sector- recibieron una media de 59 contactos antes de darse de baja, una cifra que es un 500% más elevada que la registrada en el mismo periodo de 2019, cuando recibían de media diez contactos. Esta cifra ha crecido un 54% en un solo año, ya que en el tercer trimestre de 2023 se situaba en 38 contactos.

Pocos beneficiarios del bono

Por otro lado, el precio del alquiler se ha disparado en los últimos años. Casi 1.100 euros es el precio medio aproximado que costaba a los vecinos de Barcelona alquilar un piso durante 2022. La cantidad media mensual que se tiene que pagar por vivir en la capital catalana se ha incrementado en los últimos ocho años alrededor de un 50%, aumentando desde 734 euros en 2015 hasta la cantidad actual (1.077,48 euros), según las cifras del Departamento de Estadística y Difusión de Datos del Ayuntamiento de Barcelona.

Con unos precios en crecimiento y una oferta cada vez más menguada, medidas como el bono de alquiler para jóvenes aprobadas por el Gobierno la semana pasada tienen dudosa eficacia, según los expertos. «En el sector inmobiliario, todo lo que sean transferencias, o se hacen con mecanismos muy específicos, o se trasladan a precios», subrayan desde Donpiso. Por otro lado, el encarecimiento del alquiler dificulta que los jóvenes accedan al Bono Alquiler Joven en las principales ciudades del país, como precisamente ocurre en Barcelona.

Esta medida cuenta con un presupuesto de 200 millones de euros y establece que el precio del alquiler no puede superar los 600 euros al mes, aunque en algunas comunidades autónomas el límite se amplía a 900 euros. Sin embargo, según un análisis de Fotocasasolo el 6 % de la oferta de vivienda en alquiler en España tiene un precio inferior a 600 euros, y el 31 % se sitúa por debajo de los 900 euros. En Barcelona, apenas el 0,1 % de los pisos se alquilan por menos de 600 euros y solo el 1,2 % de la oferta está por debajo de los 900 euros.

Family offices congelan inversión

Por otro lado, la situación que atraviesa el mercado del alquiler en esta ciudad ha llevado a los gestores de grandes patrimonios familiares, más conocidos como family offices, a paralizar su inversión en residencial para alquilar en Barcelona, tal y como informamos recientemente en este diario. Una tendencia que aprecian los asesores de estas fortunas familiares desde hace más de un año, coincidiendo con la aprobación de la Ley de Vivienda y «todo el ruido generado», según fuentes del sector. Cataluña fue la primera comunidad en aplicar la ley. Le ha seguido País Vasco.

«La nueva normativa de la regulación de los alquileres ha provocado que los family offices hayan decidido parar de invertir en la inversión de residencial para dedicar al alquiler», según Nacho Castella, director general de Cat Real Estate. «La situación es muy clara, los family officeson inversores muy conservadores y el residencial para alquilar ha dejado de ser un activo estratégico en Barcelona», explica Castella en conversación con este diario. Según el asesor de Cat Real Estate, que gestiona unos 800 millones de euros de estos patrimonios, el retroceso en la inversión en residencial se debe a que consideran que estas operaciones actualmente tienen un gran riesgo e inseguridad.

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