God-i, el ojo (español) que todo lo ve para que otros disfruten del 'show'
El científico y cineasta Enrique García da vida a un proyecto que combina la filosofía de GoPro con las redes sociales
Enrique García goza de cierto renombre en la industria cinematográfica. Especializado en animación 3D, ha sido preseleccionado un par de veces a los Oscar, nominado varias más a los Goya y obtenido galardones gracias, por ejemplo, a Daisy Cutter (La Cortadora de Margaritas), un cortometraje de siete minutos que puede verse gratis en YouTube.
Además, el artista y emprendedor español procede de la ciencia. En los años 90, García fue testigo de los primeros latidos de algunos de los monstruos tecnológicos del presente. Aunque él trabajaba en Berkeley enfrascándose en la investigación contra el cáncer, semejante atmósfera le permitió percibir patrones y entender conceptos que hoy explican en gran medida la fundación de God-i, el ojo inteligente del dios tech, una mezcla entre la GoPro y una red social.
Pero el CEO de este proyecto en ciernes matiza de inmediato: «No somos una empresa que se limita a fabricar cámaras, ni tampoco una red social al uso. La idea es vender este dispositivo wearable que pesa 50 gramos, se coloca en la americana o el vestido y permite emitir en directo lo que ves y escuchas». El primer minuto de esta emisión puede compartirse en espacios como Instagram o TikTok, pero para acceder sin límites al contenido es preciso darse de alta en la plataforma propia de God-i.
Imaginen, tal y como García pretende ejecutar, que varios actores y actrices invitados a la gala de los Goya retransmiten los preparativos durante el mes anterior a la ceremonia. El contenido está verificado, es Él o Ella quien emite en una especie de Netflix del reality show. El planteamiento va más allá. God-i abre el melón al «periodismo ciudadano», estar en el lugar adecuado en el momento justo, y, sobre todo, al ocio y el entretenimiento, de modo que los amigos y familiares participen casi en primera línea del momento que vive el protagonista.
Made in Spain
Las cámaras no se fabricarán en China sino en España, «donde existe capacidad productiva de sobra para materializar este dispositivo a buen precio y con todos los listones de calidad superados». En la hoja de ruta de God-i se garrapatean dos cifras a cuatro años: 500.000 unidades vendidas y 100 millones de usuarios en la plataforma. Con tal objetivo se negocia actualmente el cierre de una ronda de inversión de medio millón de euros.
Modelo de negocio
God-i está en fase aún seminal, pero ya es posible adquirir las cámaras bajo petición expresa. La app puede descargarse en Google Play y pronto estará disponible en la Apple Store. Para el verano de 2025 está previsto el arranque oficial. Tanto los creadores de contenido (godis) como los espectadores (doris) podrán operar en la red social sin pagar nada. «Más adelante desplegaremos incentivos para que los godis puedan monetizar de manera más favorable que en otras plataformas», apunta García.
Para quiénes
Jóvenes de entre 18 y 34 años integran el público objetivo de God-i. De alcanzarse esos 100 millones de masa crítica, la española sería la red social más grande de Europa, un intruso en una tarta que se reparten sin demasiadas alternativas los gigantes estadounidenses y chinos. Con una cámara que pasa desapercibida y el gancho de las experiencias sin trampa ni cartón, Enrique García sueña con redondear así su primer gran largometraje. «Si las cosas salen como esperamos, será inevitable que los dominadores mundiales de esta industria se fijen en God-i y quieran adquirirla. Lo que proponemos es un cambio de paradigma en las redes sociales: pasar de la era del selfie a la era de las experiencias que se comparten sin dejar de ser vividas».