Los datos de la UE desmienten a Yolanda Díaz: la jornada semanal media es de 36,4 horas
El promedio de horas de la Unión Europea es de 36,1%, apenas tres décimas menos que el mercado laboral español

Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo en el Congreso de los Diputados. | Europa Press
El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este martes el anteproyecto de ley para la rebaja de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales sin pérdida de salario, prácticamente un año después de la primera reunión del diálogo social sobre la materia y supuestamente tras haberse superado las diferencias que mantenían los ministerios de Trabajo y de Economía sobre su aplicación. Sin el acuerdo de las patronales, con el único apoyo de los sindicatos CCOO y UGT, la vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz, quiere poner un broche de oro a una decisión que no tiene visos de obtener el respaldo suficiente del Parlamento. Ocurre en un momento en el que Bruselas, a través de Eurostat, acaba de cerrar el estudio del mercado laboral de la Unión Europea en 2023. Sus datos desmontan el relato de la dirigente de Sumar, pues el promedio de horas trabajadas en España en ese año fue de 36,4 horas. Es decir, apenas tres décimas más que la media de toda la UE.
El promedio de horas semanales habituales es el número de horas normalmente trabajadas por semana en la labor principal. Comprende todas las horas, incluidas las adicionales, remuneradas o no remuneradas, que la persona trabaja normalmente. Excluye el tiempo de viaje entre el hogar y el lugar de trabajo, el tiempo de la pausa principal para comer, la educación y la formación no relacionada con el trabajo. También incluye actividades de producción, actividades auxiliares (viajes entre diferentes lugares de trabajo, gestión de personal), educación y formación necesarias para llevar a cabo el trabajo.
Tal y como refleja la estadística de Eurostat recogida por THE OBJECTIVE, las horas de trabajo medias reales por semana difieren entre los países de la UE, lo que se puede comprobar en el mapa que aparece abajo. En él se observan distancias enormes entre las 32,2 horas de Países Bajos y las 44,2 horas de Turquía. En la banda media está España, junto a Francia (36 horas), Italia (36,2 horas) y Suiza (con 36,2 horas).

Las horas de trabajo de la UE
Asimismo, según los datos estadísticos de Eurostat, el 37,1 % de las personas empleadas trabajaron en 2023 de media entre 40 y 44,5 horas a la semana, mientras que solo el 7,1 % registró menos de 20 horas reales de trabajo a la semana en el trabajo principal. El rango de 40-44,5 horas de trabajo reales representa la mayor proporción en la mayoría de los países, excepto en Irlanda, Finlandia, Bélgica, Francia y Dinamarca, donde la mayor proporción de personas empleadas fue para el rango de 35-39,5 horas trabajadas promedio por semana.
En ese mismo rango de horas (40 a 44,5) es también donde se muestran las mayores diferencias entre países. De hecho, las mayores proporciones se registraron en Bulgaria (82,2 %), Rumanía (80,2 %) y Letonia (77,7 %). Los porcentajes más bajos se registraron en Bélgica (16,1 %), Francia (13,3 %) y Dinamarca (10,6 %).
En cuanto a la modalidad de trabajo a tiempo parcial, a tiempo completo y por sexos, los hombres que trabajaron a tiempo completo lo hicieron de media 39,8 horas semanales, frente a las 37,8 horas de las mujeres del mismo grupo. En el caso de las mujeres, la semana laboral más larga se registró en Rumanía (39,5 horas), Letonia (39,4) y Grecia (39,3), mientras que la semana laboral más corta se detectó en los Países Bajos (35,2 horas), Finlandia (35,7) e Irlanda (36,5).
En cuanto a los hombres, siete países de la UE tuvieron una semana laboral superior a 40 horas de media, en particular Grecia (42,5 horas semanales), Chipre (41,3) y Polonia (41,1). Los hombres empleados a tiempo completo trabajaron menos horas por semana en Finlandia y Luxemburgo (cada 38,4 horas), así como en los Países Bajos y Suecia (cada 38,8 horas).
El tiempo de tramitación
La rebaja de jornada es uno de los objetivos ‘estrella’ de Díaz para esta legislatura y formaba parte del acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar. Trabajo calcula que esta medida afectará a cerca de 12 millones de trabajadores.
Una vez que lo apruebe el Gobierno el martes, el texto recibirá los preceptivos informes del Consejo de Estado y del CES antes de volver al Consejo de Ministros como proyecto de ley, lo que Trabajo estima que se producirá a finales de febrero. Después, entrará ya en el Congreso, donde los grupos parlamentarios podrán introducir enmiendas antes de su aprobación definitiva.

El objetivo de Trabajo es que la norma esté publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes del verano para que las empresas puedan tener unos meses de adaptación, pues, según lo acordado, los convenios colectivos que tengan más de 37,5 horas semanales de jornada en promedio anual tendrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para adaptarse a la jornada máxima de 37,5 horas.
Cuerpo y Junts hablan de las pymes
Este lunes, tras la polémica, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se mostró convencido de que se logrará un acuerdo con los grupos parlamentarios para sacar adelante la norma, y también en que habrá acuerdo respecto al paquete de ayudas a las empresas, especialmente pymes, para que puedan «absorber» la rebaja de la jornada laboral sin generales efectos negativos.
En la misma línea que el titular de la cartera de Economía, el portavoz de Junts, Josep Rius, afirmó este lunes que, si bien su formación está dispuesta a hablar con el Grupo Socialista sobre el decreto de reducción de la jornada laboral, la prioridad de su partido será que su contenido se adecue «a la realidad del tejido económico catalán, donde la mayoría de empresas son pequeñas y medianas». «Lo primero que se debe hacer -explicó Rius- es sentarse y negociar, porque cualquier medida o iniciativa que se haga desde el Estado, la abordaremos desde la óptica estrictamente catalana, que no es de grandes corporaciones y empresas, sino de pymes».
Así pues, en caso de que haya negociaciones entre ambas formaciones, Rius apuntó que harán «contrapropuestas» para defender la realidad empresarial catalana, sin dar más detalles.