La solidaridad desde dentro: dos voluntarios explican su experiencia en África con Ferrovial
Destaca en estas iniciativas el profundo agradecimiento mostrado por las comunidades beneficiarias
Cualquiera que sea el impacto buscado, ningún proyecto se explica sin el componente humano. Si a un lado del espectro se sitúan las comunidades beneficiarias, al otro están en muchos casos esos voluntarios que dedican su tiempo y conocimiento a aportar su granito de arena. Ferrovial, una referencia española de las infraestructuras, es conocida también por su vertiente solidaria. Muchos de sus proyectos altruistas consisten en llevar agua potable a las áreas menos favorecidas del planeta.
Cristina Salvador y José Luis García forman parte de ese catálogo de personas que, procedentes del privilegiado Occidente, rompen la rutina laboral para adentrarse en realidades a menudo antagónicas. García participó en 2017 en una iniciativa conjunta de Ferrovial y la ONG Plan Internacional en Uganda; Salvador aterrizó en mayo de 2024 en Togo con Jóvenes y Desarrollo. «Ferrovial busca perfiles técnicos para cubrir las necesidades sobre el terreno de las ONG, aunque en mi caso fue la primera vez donde esa norma no se seguía, ya que yo ayudo sobre todo con la comunicación», explica el voluntario.
«Desde hace años, en mi familia hemos colaborado con la Fundación Vicente Ferrer, pero tenía el gusanillo de vivir sobre el terreno el voluntariado», apunta la voluntaria. «Vas poco tiempo y tienes que aprender muchísimo sobre el choque cultural, pero sabes que a través de tu compañía puedes mantener ese contacto a posteriori con las ONG», resalta García.
Ambos voluntarios coinciden en una cosa: el agradecimiento de las comunidades donde actúan es infinito y alimenta el alma.
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